¿Por qué comer una hamburguesa es cada vez más caro?

Factores como la sequía y más altos costos del alimento de vacuno y equipo están afectando la ganadería.

Ganado
Por Emma Court
08 de agosto, 2025 | 04:12 PM

Bloomberg — No se puede negar que el consumo de filete y hamburguesas influye en el calentamiento global, sobre todo por los potentes eructos de metano del ganado vacuno y sus extensos patrones de pastoreo. Sin embargo, el calentamiento del planeta y la intensificación de los fenómenos meteorológicos extremos están afectando también al precio que pagas por tu carne de res.

Después de años de sequía, los pastizales no han podido producir la hierba suficiente para alimentar al ganado. Así que los ganaderos han estado enviando a sus animales al matadero de manera anticipada, lo que ha reducido los rebaños, incluso cuando los estadounidenses están consumiendo más carne de res. Todo esto está provocando que los precios alcancen niveles récord.

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Precio de carne

Los precios promedios de la carne molida en los supermercados de ciudad sobrepasaron los US$6 por libra en junio, en tanto que el costo de los filetes de carne cruda se acercó a los US$11.50 por libra. Se trata de los niveles más altos en una década, de acuerdo con datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU. (BLS, por sus siglas en inglés).

El aumento de los precios muestra un fenómeno conocido como inflación climática, donde las sequías, las olas de calor, las inundaciones y los incendios forestales encarecen todo, desde los seguros para el hogar hasta los alimentos.

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Aunque por ahora ciertas alzas de precios son temporales, hay otras que son más duraderas, como la de la carne de vacuno, que se prevé que continúe siendo cara al menos durante los próximos años.

“Este es un indicador de cómo el cambio climático afectará a nuestro sistema alimentario, y se está manifestando en la carne de res ahora mismo”, afirma Ben Lilliston, director de estrategias rurales y cambio climático del Instituto de Política Agrícola y Comercial, una organización sin fines de lucro con sede en Minneapolis. “Se está observando en otros productos básicos, como el café”.

Sequía prolongada

Los precios de la carne de res en Estados Unidos se están disparando tras años de sequía en las zonas ganaderas.

En particular, en el suroeste estadounidense, que incluye zonas ganaderas como el Valle de San Joaquín en California, la sequía ha superado las expectativas históricas durante el último cuarto de siglo, según Brad Rippey, meteorólogo del USDA. (Departamento de Agricultura de los EE.UU.)

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Los científicos han descubierto que el aumento de las temperaturas provocado por el calentamiento global aumenta la probabilidad de sequías en algunos lugares y las hace más graves.

Por ejemplo, un estudio de 2020 que examinó las condiciones anormalmente secas en el oeste de Estados Unidos y el norte de México entre 2000 y 2018 determinó que el cambio climático contribuyó a casi la mitad de la gravedad de dichas sequías.

Las condiciones de sequía en EE.UU. en los últimos años también se vieron agravadas por varios episodios del patrón climático natural de La Niña, que tiende a dejar partes de Estados Unidos más secas de lo habitual, dice Rippey.

Los ganaderos tienen algunas opciones, como alimentar a sus rebaños con alternativas a los pastos, como el heno. Pero a medida que persisten las condiciones de sequía, vender el ganado empieza a ser más rentable que comprar el costoso alimento.

Los rebaños estadounidenses han estado disminuyendo durante años y ahora son más pequeños que nunca, incluso con la mejora de las condiciones de sequía.

“El impacto a largo plazo es que tienes menos capacidad de producir, y ahí es donde nos encontramos ahora después de cuatro o cinco años de este proceso”, dice Derrell Peel, profesor de agronegocios en la Universidad Estatal de Oklahoma.

Mientras tanto, la demanda de carne de res por parte de los consumidores ha aumentado, lo que también contribuye al incremento de precios. Esto genera un dilema entre aprovechar los altos precios actuales y reservar animales para la cría, un proceso que tarda años en dar frutos.

Una ternera nacida este año podría venderse, entrando así en la oferta de carne del próximo año, o podría reproducirse en 2026 y criar una ternera lista para el mercado aproximadamente en 2028. El ganado vacuno suele tener solo una cría a la vez, a diferencia de otros animales como las gallinas y los cerdos.

Otros factores que afectan la ganadería, además de la sequía, incluyen tasas de interés más altas y mayores costos de los insumos, que van desde el ganado mismo hasta el alimento y el equipo.

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Más desafíos climáticos

La mayoría del ganado pasa su vida al aire libre, exponiéndolo a otras características del cambio climático, como el calor extremo. Las altas temperaturas pueden afectar la salud reproductiva y el crecimiento del ganado, prolongando así el tiempo y el costo de la crianza.

En el escenario de mayores emisiones, podría llegar a hacer tanto calor en 2050 que menos partes del mundo serán aptas para la producción de ganado, según el útlimo informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático.

Otra amenaza relacionada con el cambio climático también se avecina: un parásito mortal conocido como gusano barrenador, erradicado hace mucho tiempo en EE.UU., pero que ha resurgido en México. Prospera en climas más cálidos, y los científicos afirman que el cambio climático podría facilitar su propagación.

Si bien la mayor parte de la carne de res estadounidense se produce en el país, Estados Unidos importa habitualmente ganado joven de México para engordar en corrales de engorde estadounidenses, afirma David Anderson, profesor y economista ganadero de la Universidad Texas A&M.

El suministro de este ganado, equivalente a aproximadamente el 4% de la producción de terneros de EE.UU., se ha visto interrumpido de manera intermitente desde noviembre debido a la amenaza que representa el gusano barrenador.

“En el margen, eso es un montón de animales”, dice. “Eso contribuye a los precios altos”.

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