Presidente de la Corte Suprema de EE.UU. rechaza petición de Trump a un juicio político judicial

John Roberts habló del llamado de Trump de realizar un juicio político al juez que falló en contra de su esfuerzo por deportar a presuntos pandilleros venezolanos.

El ataque del presidente intensifica la batalla de su administración contra el poder judicial.
Por Jacqueline Thomsen
18 de marzo, 2025 | 04:31 PM

Bloomberg — El presidente de la Corte Suprema de EE.UU., John Roberts, hizo una poco frecuente declaración pública contra el llamado del presidente Donald Trump de realizar un juicio político a un juez que falló en contra de su esfuerzo por deportar rápidamente a presuntos pandilleros venezolanos.

“Durante más de dos siglos, se ha establecido que el juicio político no es una respuesta apropiada al desacuerdo sobre una decisión judicial”, dijo Roberts el martes. “Para ese propósito existe el proceso normal de la revisión mediante una apelación”.

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Trump no se refirió por su nombre al juez jefe de distrito de EE.UU. en Washington, Jeb Boasberg, pero en un mensaje en redes sociales del martes, lo tildó de ser un “juez lunático de la izquierda radical”.

El ataque del presidente contra Boasberg intensificó la batalla de su administración contra el poder judicial, y se produjo horas antes de que los abogados del Departamento de Justicia supuestamente tuvieran que informar sobre si cumplieron con la orden del juez que fue expedida el sábado del 15 de marzo de no llevar a cabo deportaciones basadas en la invocación de Trump de la Ley de Enemigos Extranjeros.

El representante Brandon Gill (Republicano de Texas) cumplió el martes su promesa de presentar una serie de artículos que buscan avanzar en un juicio político que culmine con la destitución de Boasberg. Los artículos, que publicó en sus redes sociales, acusan al juez de abuso de poder.

“Al tomar una decisión política fuera del ámbito de sus obligaciones judiciales, comprometió la imparcialidad de nuestro sistema judicial y creó una crisis constitucional”, dicen los artículos.

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El Departamento de Justicia también ha intentado que se reasigne el caso de Boasberg, haciendo la petición en una carta enviada el lunes a un tribunal federal de apelaciones en Washington.

Anteriormente, Trump se había mantenido alejado de los llamamientos a destituir a los jueces, incluso cuando algunos republicanos de la Cámara de Representantes presentaron artículos en contra de jueces que han fallado en contra de las radicales primeras medidas de su administración.

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Respuesta del gobierno

La administración Trump dijo el martes en una comparecencia judicial que “no hay justificación para ordenar” más detalles sobre los vuelos que salieron de Estados Unidos con los presuntos pandilleros venezolanos a bordo. La comparecencia se hizo en respuesta a una orden de Boasberg solicitando información sobre cómo cumplió el gobierno con su fallo del sábado.

El gobierno también dijo que las sentencias orales dictadas por Boasberg contra la salida de más vuelos de Estados Unidos “no eran ejecutables de forma independiente como los mandamientos judiciales”.

El Departamento de Justicia apeló la orden de restricción temporal de Boasberg ante el Tribunal de Apelaciones de EE.UU. para el Circuito de Washington DC.

Durante la comparecencia, funcionarios del Departamento de Justicia sí ofrecieron una declaración de un funcionario del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU., que afirmó que dos de los tres aviones que salieron de EE.UU. el sábado lo hicieron antes del fallo de Boasberg.

El director en funciones de la Oficina de Campo de Operaciones de Ejecución y Expulsión, Robert Cerna, también dijo que un tercer vuelo, que salió después de la orden del juez, había individuos que tenían órdenes definitivas de expulsión del país.

“Para que no quede ninguna duda, nadie, en ninguno de los vuelos que salieron de Estados Unidos después de las 7:25 PM EDT del 15 de marzo de 2025, fue expulsado únicamente sobre la base de la Proclamación en cuestión”, dijo Cerna.

Dos prominentes jueces federales se pronunciaron la semana pasada en contra del uso del juicio político contra los jueces, y uno de ellos señaló que existen otras herramientas como las apelaciones.

“El juicio político no es, no debería ser, un atajo de ese proceso, por lo que es preocupante si el juicio político se utiliza de una manera que está diseñada para hacer precisamente eso”, dijo a los periodistas el juez Richard Sullivan, del Segundo Circuito, que preside un comité judicial sobre seguridad judicial.

Los jueces han sido objeto de críticas a medida que los tribunales se han visto inundados de impugnaciones a las acciones de la Administración Trump. Otros jueces se han enfrentado a artículos de impugnación por fallos contrarios al equipo de eficiencia gubernamental que lidera Elon Musk, cuando buscaban acceder a los sistemas del Departamento del Tesoro y la eliminación de los datos de salud pública, así como permitir la liberación de los pagos de ayuda exterior de la Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID).

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El representante Darrell Issa (Republicano de California), que preside el subcomité judicial de la Cámara de Representantes sobre los tribunales, respaldó el martes el ataque de Trump. “La resistencia ahora viste togas”, dijo en un post en las redes sociales.

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Trump contra los jueces

Trump, cuya reputación de feroz litigante es anterior a su ascenso a la Casa Blanca, ha atacado a menudo a los jueces. Se ensañó con los tribunales tras su derrota en las elecciones de 2020, y se fue en contra de quienes no fallaron a favor de anular los resultados electorales.

El regreso de Trump a la Casa Blanca significa que se enfrenta a un poder judicial que moldeó durante su primer mandato. Pero las demandas presentadas contra su administración hasta ahora se han acumulado en circuitos donde hay una mayoría de jueces denotados como liberales, incluyendo el primero, el cuarto y los jueces de circuito del Distrito de Columbia.

Durante las declaraciones del pasado 14 de marzo en el Departamento de Justicia, Trump defendió a una de las jueces que anteriormente había designado, la jueza de distrito Aileen Cannon, del Distrito Sur de Florida. Ella desestimó las acusaciones en contra de Trump por la retención, en su poder, de documentos de inteligencia clasificados, después de que él dejara el cargo, al considerar que el abogado especial que estaba detrás de la acusación había sido nombrado de manera indebida.

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Durante su discurso, Trump atacó a los abogados que han criticado a Cannon y a algunos de los jueces del Tribunal Supremo.

“Son humanos y no quieren que se les acuse de muchas, muchas cosas, incluida la grave incompetencia”, dijo Trump. “No les gusta y no lo quieren. No hay mucho que puedan hacer al respecto. Están en una posición en la que no pueden defenderse muy bien. Así que lo que hacen es, a veces, debilitarse. Yo diría que una mayoría, tal vez, de las veces”.

“Por eso estoy tan impresionado con la juez Cannon en Florida, por lo fuerte que fue, por cómo resistió”, añadió Trump.

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Juez jefe

Boasberg fue nombrado por Barack Obama y confirmado unánimemente por el Senado en 2011. Se trata de un antiguo fiscal federal que fue nombrado anteriormente por George W. Bush para el Tribunal Superior local de DC.

Boasberg ha ejercido como juez principal en Washington desde 2023, y presidió algunos procedimientos del Gran Jurado con respecto a acusaciones penales presentados en contra de Trump.

Presidió el Tribunal de Vigilancia de Inteligencia Extranjera de EE.UU. en 2020 y 2021, y tomo decisiones judiciales sobre las solicitudes gubernamentales de órdenes de vigilancia secretas.

El exjugador de baloncesto de Yale tiene un enfoque ingenioso, pero directo en el banquillo. También es conocido como un lector voraz que ocasionalmente hace referencias literarias en sus sentencias, y es un firme defensor de una norma del tribunal local contra el “exceso de notas a pie de página.”

Con la colaboración de Suzanne Monyak

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