Bloomberg — La emblemática legislación económica de Donald Trump quedó estancada en la Cámara de Representantes el miércoles por la tarde mientras el presidente trabajaba para ganarse el apoyo de los conservadores fiscales republicanos enojados por el costo de US$3,4 billones de su enorme paquete de impuestos y gastos.
Los líderes republicanos del Congreso retrasaron durante horas una votación de procedimiento clave mientras los partidarios de la línea dura se reunían en una sala justo al lado del pleno de la Cámara para afinar sus demandas y reunirse después con el director de presupuesto de Trump, Russ Vought.
Vought dijo a los periodistas que las dos partes estaban “haciendo buenos progresos” al abandonar la sesión a última hora de la tarde. A primera hora del día, Trump convocó a los conservadores reticentes a la Casa Blanca para reunirse con ellos en persona.
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El ambicioso calendario del presidente para aprobar el paquete fiscal antes del 4 de julio se está encontrando con la resistencia tanto de los conservadores como de los moderados de los distritos indecisos, preocupados de que la medida recorte demasiado Medicaid y otros programas de red de seguridad.
Los legisladores de la Cámara de Representantes regresaron a Washington el miércoles para votar sobre la versión de la medida aprobada por el Senado, que apenas logró aprobarse en la cámara alta gracias al voto de desempate del vicepresidente JD Vance.
Varios legisladores de la Cámara, entre ellos los representantes Chip Roy, de Texas, y Ralph Norman, de Carolina del Sur, predijeron al principio del día que fracasaría la votación de procedimiento necesaria para hacer avanzar la legislación.
Pero tras reunirse con Vought, Norman se deshizo en elogios por la orientación que el director presupuestario le proporcionó sobre cómo la Casa Blanca planeaba esgrimir la autoridad de la legislación para recortar el gasto de Medicaid.
“Nos respondieron a muchas preguntas, nos dieron mucha información que desconocíamos”, dijo Norman, que ha estado presionando para que se apliquen recortes más drásticos al programa de seguro médico para pobres y discapacitados.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, solo puede permitirse perder tres votos “no” republicanos en la estrechamente dividida cámara, si todos los miembros están presentes y votan.
El representante Andy Harris, líder del grupo de línea dura Freedom Caucus, puso en duda la idea de que la extensa legislación sobre impuestos y gastos de Trump esté terminada para el 4 de julio y dijo a los periodistas que votaría “no” al proyecto de ley.
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“Podríamos tomarnos otra semana para hacer esto bien”, dijo Harris, republicano de Maryland, durante una aparición en CNBC el miércoles. “Estamos dispuestos a quedarnos hasta que resolvamos esto”.
“No creo que vaya a estar listo para el 4 de julio”, añadió, afirmando que el Senado “no debería haber abandonado la ciudad” tras aprobar su versión de la medida el martes.
El proyecto de ley del Senado, de US$3,4 billones, aumenta más el déficit que la versión anterior de la Cámara de Representantes, que ascendía a US$2,8 billones, según la Oficina Presupuestaria del Congreso.
El Freedom Caucus quiere que se restablezcan los recortes de gastos eliminados en el Senado, pero eso amenaza con un prolongado enfrentamiento con esa cámara. Roy dijo que el grupo está “explorando todas las opciones” para abordar sus preocupaciones, incluyendo la acción o las promesas de la Casa Blanca sobre la legislación futura.
“La Cámara adoptó una posición, el Senado adoptó una posición, ahora es el momento de llegar a un punto intermedio entre esas dos posiciones y enviar algo al escritorio del presidente”, dijo Harris. “No estamos hablando de una revuelta. Estamos hablando de hacer realmente el proceso legislativo como se supone que debe hacerse”.
Los moderados también son un problema para Johnson. Un grupo de ellos afirma que unos recortes más pronunciados para los proveedores de Medicaid en el proyecto del Senado que en el anterior devastarán los hospitales de sus distritos.
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Sin embargo, cualquier cambio en la medida que se haga para ganarse a los intranquilos republicanos de la Cámara de Representantes obligaría al Senado a votar de nuevo sobre el proyecto de ley, haciendo saltar por los aires el plazo del 4 de julio de Trump y añadiendo semanas de posible retraso a su medida estrella. Hasta ahora, la Casa Blanca no se ha planteado cambios en el texto del proyecto de ley en sí, sino que ha explorado con los legisladores republicanos si sus prioridades podrían abordarse de otras formas, como mediante acciones ejecutivas o en una futura legislación.
Trump planeaba reunirse con varios grupos de legisladores el miércoles para presionarlos a apoyar la legislación, dijo un funcionario de la administración.
“Vamos a lograrlo. Trump es el mejor para cerrar el proceso”, dijo el representante Richard Hudson de Carolina del Norte, uno de los miembros de la Cámara encargados del recuento de votos, anticipando una votación el miércoles. “La Casa Blanca ha dejado claro que hemos terminado de negociar. Es hora de aprobar el proyecto de ley”.
El presidente ha presionado públicamente a sus correligionarios republicanos.
“SI SE APRUEBA, AMÉRICA TENDRÁ UN RENACIMIENTO ECONÓMICO COMO NUNCA ANTES. YA ESTÁ OCURRIENDO, JUSTO A LA ESPERA DEL HERMOSO PROYECTO DE LEY. DEFICIT CUT IN HALF, RECORD INVESTMENT - CASH, FACTORIES, JOBS POURING IN THE USA,” Trump publicó en Truth Social el miércoles.
Ha atacado repetidamente a los legisladores republicanos que se resisten a la legislación calificándolos de “grandilocuentes”, y ha amenazado con oponerse a la reelección de los miembros que bloqueen su agenda.
Con la colaboración de Emily Birnbaum, Stephanie Lai, Ken Tran, Chris Cioffi, Alicia Diaz, Jamie Tarabay y Jack Fitzpatrick.
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