Bloomberg — Las aerolíneas estadounidenses se están preparando para lo que parece ser el período de viajes de Acción de Gracias más activo registrado, poniendo a prueba un sistema de aviación sobrecargado que recién se recuperó de las restricciones de vuelo provocadas por el cierre del gobierno.
Si a esto le sumamos la persistente escasez de controladores de tráfico aéreo, el duro clima invernal que se avecina en el noroeste del Pacífico y el medio oeste, así como las limitaciones en el suministro de combustible, los cortos tecnológicos esporádicos y la implementación de los requisitos de REAL ID, los expertos en aviación dicen que los viajeros deben prepararse para interrupciones y estrés adicional.
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El grupo industrial Airlines for America anticipa que las aerolíneas estadounidenses transportarán un récord de más de 31 millones de pasajeros entre el 21 de noviembre y el 1 de diciembre. La Administración Federal de Aviación de EE.UU., por su parte, prevé que este Día de Acción de Gracias sea el más concurrido en 15 años. En cualquier caso, el espectáculo anual de la migración masiva desgastará tanto la durabilidad del sistema como la tolerancia al sufrimiento de los viajeros.
“Las aerolíneas han hecho que viajar en un asiento de clase turista estándar sea muy desagradable”, afirmó Henry Harteveldt, fundador de Atmosphere Research Group, que asesora a la industria. Los espacios reducidos en el avión, las largas filas de seguridad y las tarifas por equipaje facturado son algunas de las muchas razones por las que los ánimos se caldean en el aeropuerto, añadió.
United Airlines Holdings Inc. (UAL) prevé alrededor de 6,6 millones de pasajeros entre el 20 de noviembre y el 2 de diciembre, unos 300.000 más con respecto al año pasado y la mayor cifra de pasajeros que ha transportado jamás durante las vacaciones de Acción de Gracias.
Imágenes de filas interminables por las terminales, pasajeros ebrios peleándose en los aviones o viajeros ignorando las normas básicas de comportamiento se han convertido en material popular en redes sociales. En conjunto, han creado la impresión de que los viajes aéreos son un deporte de supervivencia y los aeropuertos son zonas distópicas que es mejor evitar.
Por eso, el secretario de Transporte, Sean Duffy, aprovecha la época de Acción de Gracias para reintroducir en el viaje lo que él considera una cortesía muy necesaria. Eso significa “vestirse elegante para ir al aeropuerto, ayudar a un desconocido y estar de buen humor”, escribió en una publicación en X.
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“No estoy tratando de culpar a nadie, solo estoy pidiendo que todos seamos mejores y lo hagamos mejor y todos tendremos una experiencia más agradable”, dijo Duffy a los periodistas a principios de esta semana, señalando que espera que sea el Día de Acción de Gracias más concurrido registrado.
“Tratemos de no usar pantuflas y pijamas al llegar al aeropuerto”, dijo.
Los controladores aéreos estarán preparados para manejar el aumento de vuelos, con torres “con el personal adecuado” para las vacaciones, dijo a los periodistas el administrador de la FAA, Bryan Bedford.
Las líneas aéreas se están recuperando de las reducciones de vuelos impuestas durante el cierre del Gobierno, que causó estragos en el sistema de aviación, ya que el incremento de la escasez de personal de control del tráfico aéreo provocó interrupciones en todo Estados Unidos.
Los viajeros también tendrán que estar atentos a los retrasos por el mal tiempo, incluyendo las tormentas invernales que comienzan en el noroeste del Pacífico y el medio oeste y se desplazan hacia el este. Se prevén fuertes lluvias y posibles inundaciones en Tennessee y otras zonas, que se desplazarán hacia el noreste, ya que muchos planean viajar después del Día de Acción de Gracias.
El aumento de la actividad sirve como prueba de qué es exactamente lo que debe cambiar bajo cualquier tipo de modernización de red prevista por la administración del presidente Donald Trump, con ambos partidos políticos ansiosos por culpar a otros por cualquier problema generalizado en los viajes.
Los vuelos al Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta, el de mayor tráfico aéreo del mundo, se suspendieron temporalmente este martes debido al mal tiempo, lo que obligó a la FAA a evacuar la torre de control de tráfico aéreo del centro.
Una instalación independiente controló el espacio aéreo durante la evacuación, que duró unos 10 minutos, según informó la agencia.
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Además, algunos vuelos que salían de Seattle se vieron obligados a agregar paradas adicionales para reabastecerse de combustible después de que un derrame en un oleoducto cortara el suministro de combustible para aviones al Aeropuerto Internacional de Seattle-Tacoma.
La Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) informó que se prepara para examinar a más de 17.8 millones de personas del 25 de noviembre al 2 de diciembre, y se espera que más de 3 millones de viajeros pasen por el control de seguridad aeroportuaria solo el domingo.
La cifra total es inferior a la proyección del año pasado, aunque la estimación del domingo es similar a la de 2024.
Los cinco aeropuertos más concurridos durante la semana de Acción de Gracias serán Hartsfield-Jackson, el Aeropuerto Internacional O’Hare en Chicago, el Aeropuerto Internacional de Dallas Fort Worth, el Aeropuerto Internacional Charlotte Douglas y el Aeropuerto Internacional de Denver, según datos de la aplicación de reservas de viajes Hopper.
Y una vez que todas las festividades del Día de Acción de Gracias hayan terminado, el domingo será otro día lleno de acontecimientos, el más concurrido de 2025 en función de los asientos programados, según datos de la empresa de análisis de aviación Cirium.
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