Bloomberg — Las reservas del sistema bancario estadounidense, un factor clave en la decisión de la Reserva Federal de seguir reduciendo su balance, cayeron por octava semana consecutiva hasta una nueva marca por debajo de los US$3 billones.
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Las reservas bancarias cayeron unos US$20.100 millones hasta los US$2,98 billones en la semana transcurrida hasta el 1 de octubre, según los datos de la Reserva Federal publicados el jueves. Es el nivel más bajo desde enero.
La caída se produce en un momento en que el Tesoro ha aumentado la emisión de deuda para reconstruir su saldo de caja tras el aumento del techo de deuda en julio. Eso drena liquidez de otros pasivos del libro mayor de la Reserva Federal, como la facilidad de acuerdos de recompra inversa a un día del banco central y las reservas bancarias.
Pero con la llamada RRP casi vacía, las reservas de los bancos comerciales mantenidas con la Fed han ido cayendo. Los activos en efectivo mantenidos por los bancos extranjeros han disminuido a un ritmo incluso más rápido que los de sus homólogos estadounidenses.
Los cambios en el efectivo afectan a las operaciones diarias en el sistema financiero mientras la Fed continúa deshaciendo su balance, un proceso conocido como endurecimiento cuantitativo o QT. Dado que el QT puede exacerbar las restricciones de liquidez y provocar turbulencias en los mercados, la Fed ralentizó a principios de este año el ritmo reduciendo la cantidad de tenencias de bonos que deja salir cada mes.
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El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, afirmó el mes pasado que los saldos de reservas bancarias aún se encuentran en condiciones abundantes y prevé que la retirada de fondos se produzca cuando las reservas alcancen un nivel adecuado. Sin embargo, indicios en el sistema financiero sugieren que el banco central podría estar acercándose a esa cifra, lo que presiona a la Reserva Federal para que ponga fin a la retirada de fondos del balance antes de lo previsto.
La vicepresidenta de Supervisión de la Fed, Michelle Bowman, afirmó la semana pasada que la Fed debería tratar de lograr el menor balance posible, con los saldos de reservas a un nivel más cercano a escaso que a amplio. Y en julio, el gobernador Christopher Waller estimó que el nivel más bajo estaría en torno a los US$2,7 billones.
Con la colaboración de Carter Johnson.
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