Bloomberg — Es probable que el Senado estadounidense, liderado por los republicanos, cumpla el ambicioso objetivo trazado por la administración Trump de acelerar la confirmación de Stephen Miran en la Reserva Federal antes de la reunión de septiembre del banco central para fijar las tasas, salvo que surjan problemas de procedimiento u oposiciones inesperadas.
Los demócratas reconocen en privado que no pueden bloquear el ascenso de Miran por sí solos, y según las normas solo pueden retrasarlo brevemente en el Comité Bancario tras una audiencia prevista para la próxima semana, y durante unos días en el pleno del Senado. El momento de la audiencia aún no se ha anunciado.
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El presidente Donald Trump nombró a Miran, un asesor cercano, para ocupar los últimos meses de un mandato que dejó vacante inesperadamente la gobernadora de la Reserva Federal, Adriana Kugler. Miran ya ha pasado por el Senado una vez este año: ningún republicano votó en su contra cuando fue confirmado como presidente del Consejo de Asesores Económicos en una votación de 53-46 en la línea del partido.
A pesar de que los demócratas carecen de los votos para obstaculizar su nominación, Miran puede esperar un interrogatorio sobre la medida de Trump de despedir a la gobernadora de la Reserva Federal, Lisa Cook, y los esfuerzos por intimidar al banco para que baje las tasas de interés, así como sobre otras políticas económicas de la administración.
También podría enfrentarse a preguntas de los republicanos del panel que han defendido la independencia de la Fed en el pasado, incluido el senador John Kennedy de Luisiana, que ha defendido al presidente de la Fed, Jerome Powell, en medio de una avalancha de críticas.
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El líder de la mayoría en el Senado, John Thune, ha seguido en general el ejemplo de la Casa Blanca a la hora de dar prioridad a las votaciones de nominación, y funcionarios de la administración, incluido el secretario del Tesoro, Scott Bessent, han dicho que quieren que Miran sea confirmado antes de la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto del 16-17 de septiembre.
Trump, que puede permitirse perder tres votos republicanos en el pleno del Senado, ha tenido éxito en gran medida a la hora de conseguir que incluso sus nominados más controvertidos pasen por la cámara.
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