Bloomberg — El senador Ted Cruz amplió sus críticas a los aranceles del presidente Donald Trump y dijo que hay “ángeles y demonios” que se disputan la influencia mientras la Casa Blanca planea imponer los aranceles comerciales estadounidenses más pronunciados en más de un siglo.
Uno de los ángeles, dijo Cruz, es Elon Musk, el hombre más rico del mundo y uno de los principales donantes y asesores del presidente. Durante el fin de semana, Musk dijo que esperaba una eventual “zona de libre comercio” entre EE.UU. y Europa.
“Elon es uno de los ángeles”, dijo Cruz en su podcast publicado el lunes. “Es una buena voz centrada en el empleo en EE.UU. que espero que el presidente esté escuchando”.
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En un podcast de la semana pasada, el republicano de Texas hizo una rara ruptura con Trump para advertir de los “enormes riesgos” para la economía estadounidense en caso de que los aranceles se mantengan durante mucho tiempo. Las consecuencias pondrían a los republicanos en riesgo de un “baño de sangre” en las elecciones de mitad de mandato del próximo año, dijo Cruz.
Trump y algunos de sus aliados han argumentado que los aranceles estimularán las conversaciones para reducir las barreras de otros países contra los exportadores estadounidenses. Pero el asesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro, dijo en un nuevo artículo de opinión en el Financial Times que los gravámenes “no son una negociación”.
La oficina de Cruz no respondió a una petición de comentarios sobre si ha hablado con el presidente.
“Lo que estoy instando es a que el presidente venga y haga grandes acuerdos y los haga rápidamente”, dijo Cruz en su último podcast. “Mire, para calmar el mercado de valores, unos cuantos tratos importantes rápidamente ayudarían mucho, mucho”.
Las críticas a Trump han sido silenciadas por parte de los republicanos y de los partidarios de Trump, incluso cuando cerca de US$10 de dólares en valor de mercado se han borrado de las acciones mundiales. Sin embargo, entre los que se han pronunciado se encuentra el gestor de fondos de cobertura Bill Ackman, que advirtió en las redes sociales de un “invierno nuclear económico” si Trump no da un plazo a su política arancelaria.
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Un alto ejecutivo de Diamondback Energy Inc. también instó a la administración a explicar cómo una guerra comercial global ayudará a los productores de esquisto.
“Más vale que esta administración tenga un plan @SecretaryWright”, dijo Kaes Van’t Hof, presidente de Diamondback, en un post en X. El esquisto estadounidense es “la única industria que realmente se construyó en EE.UU., fabrica en EE.UU., creó empleos en EE.UU. y mejoró el déficit comercial (y por poder el PIB) de EE.UU. en la última década... decisión inteligente”.
El West Texas Intermediate, el petróleo estadounidense de referencia, ha caído alrededor de un -15% desde el jueves para cotizar en torno a los US$61 el barril. Eso está por debajo del umbral de 65 dólares que muchas empresas necesitan para perforar de forma rentable nuevos pozos en Texas y los estados circundantes, según una encuesta realizada el mes pasado por el Banco de la Reserva Federal de Dallas.
Con la colaboración de David Wethe y Pierre Paulden.
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