Bloomberg — El presidente Donald Trump acortará su visita a la cumbre de líderes del Grupo de los Siete, según la Casa Blanca, y regresará a Washington.
“El presidente Trump regresará a Washington esta noche para poder atender muchos asuntos importantes”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en un comunicado el lunes.
En una publicación en las redes sociales, Leavitt señaló la escalada de la crisis en Medio Oriente, donde Israel e Irán han estado intercambiando ataques, alimentando las preocupaciones de que el enfrentamiento pueda convertirse en un conflicto regional más amplio.
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“El presidente Trump tuvo un gran día en el G7, incluso firmó un importante acuerdo comercial con el Reino Unido y el primer ministro Keir Starmer”, escribió Leavitt. “Se lograron muchas cosas, pero debido a lo que está ocurriendo en Medio Oriente, el presidente Trump se marchará esta noche después de la cena con los jefes de Estado”.
Poco antes del anuncio de la Casa Blanca de que Trump abandonaría la cumbre antes de tiempo, el presidente pidió la evacuación de Teherán, la capital y ciudad más grande de Irán, mientras Israel prometía más ataques.
“En pocas palabras, IRÁN NO PUEDE TENER UN ARMA NUCLEAR. ¡Lo he dicho una y otra vez! Todo el mundo debe evacuar inmediatamente Teherán!” había escrito Trump en las redes sociales.
No estaba claro si el presidente estaba al tanto de una nueva ronda de ataques de Israel contra Irán. Sus comentarios, sin embargo, sacudieron los mercados, con los futuros de los índices bursátiles estadounidenses girando modestamente a la baja y los contratos de crudo borrando los descensos.
Trump había insinuado más temprano en el día que habría más acontecimientos en Medio Oriente, diciendo a los periodistas: “tan pronto como me vaya de aquí, vamos a estar haciendo algo”.
El conflicto de Irán e Israel marca una grave escalada de su larga guerra en la sombra. Israel lanzó la semana pasada un asalto dirigido contra instalaciones nucleares iraníes y figuras militares de alto rango, lo que provocó ataques de represalia con aviones no tripulados y misiles y que ambas partes sufrieran bajas y daños.
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Aunque Trump y altos funcionarios han subrayado que EE.UU. no participó en los ataques de Israel contra Irán y han advertido a Teherán de que no atente contra personal o activos estadounidenses en la región, la administración ha ayudado a Israel a defenderse de los ataques con misiles y aviones no tripulados.
Si EE.UU. podría unirse a cualquier acción militar contra Irán sigue siendo una cuestión clave. Los ataques de Israel han hecho que el país asuma el control de gran parte del espacio aéreo iraní y dañe emplazamientos nucleares clave, pero los expertos han dicho que el país carece de la potencia de fuego necesaria para destruir una instalación nuclear subterránea en Fordow.
Trump dijo antes a ABC News que era “posible” que EE.UU. se involucrara en el conflicto, aunque señaló que EE.UU. “no está involucrado en este momento”.
Trump se reunió el lunes en el G-7 con los primeros ministros Mark Carney, de Canadá, anfitrión de la reunión en Alberta, Shigeru Ishiba, de Japón, y Keir Starmer, del Reino Unido, con quien llegó a un acuerdo para poner en marcha un acuerdo comercial.
Se espera que la agenda del martes en la cumbre se centre en el apoyo a Ucrania, algo que otras naciones del G-7 respaldan pero sobre lo que Trump se ha mostrado mucho más ambivalente. Antes, el lunes, Trump había lamentado que Rusia fuera expulsada del grupo en 2014 por su invasión de Ucrania.
También se esperaba que Trump se reuniera el martes con la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, y con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskiy.
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