Bloomberg — La próxima oleada de aranceles del presidente Donald Trump sería más selectiva que aquellas con las que ha recientemente amenazado, dicen ayudantes y aliados, lo cual sería un potencial alivio para los mercados.
Trump prepara un anuncio para el “Día de la Liberación” el 2 de abril, en el cual revelará los llamados aranceles recíprocos por los gravámenes impuestos por otros países, incluidos los aliados de EE.UU. Aunque seguiría siendo una expansión de los aranceles de EE.UU., sería más centrado que el esfuerzo generalizado y global que Trump ha mencionado en otras ocasiones, dicen funcionarios familiarizados con el asunto.
Trump anunciará aranceles recíprocos generalizados sobre naciones o bloques, pero está dispuesto a excluir a algunos, y, por ahora, la administración no está planeando aranceles sectoriales específicos, como Trump había bromeado una vez, dijeron los funcionarios.
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Aún así, Trump busca un impacto inmediato, planeando tasas que entrarían en vigor de inmediato, dijo uno de los funcionarios. Las medidas podrían tensar aún más los lazos con países aliados y provocarían al menos algunas represalias, amenazando con una escalada. Solo los países que no tienen aranceles sobre EE.UU., y con los que EE.UU. tiene un superávit comercial, no sufrirán aranceles bajo el plan recíproco, dijo un funcionario.
Como ocurre con muchos procesos bajo Trump, la situación sigue siendo fluida y ninguna decisión es definitiva hasta que el presidente la anuncia. Un asesor se refirió la semana pasada en repetidas ocasiones a “negociaciones” internas sobre cómo aplicar el programa arancelario, y algunas de las señales más estrictas proceden del propio Trump, lo que subraya su interés en elevar los impuestos a la importación como fuente de ingresos.
“El 2 de abril va a ser el día de la liberación para EE.UU. Hemos sido estafados por todos los países del mundo, amigos y enemigos”, dijo Trump en el Despacho Oval el viernes. Aportaría “decenas de miles de millones”, añadió, mientras que otro asesor dijo recientemente que los aranceles podrían aportar billones de dólares en una década.
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Pero la reacción del mercado a los aranceles iniciales impuestos a Canadá, México y China, así como a ciertos metales, ha pesado sobre el gobierno de un presidente que en el pasado ha usado los principales índices como medida de su éxito.
Funcionarios de Trump reconocieron públicamente en los últimos días que la lista de países afectados podría no ser universal, y que otros aranceles existentes, como el del acero, podrían no ser necesariamente acumulativos, lo que reduciría sustancialmente el golpe a esos sectores. Eso incluye comentarios del propio Trump, quien ha centrado cada vez más sus comentarios en las medidas recíprocas.
Se trata ya de un retroceso respecto a sus planes originales de un arancel general global con una tasa fija, que más tarde se transformó en su propuesta “recíproca” que incorporaría aranceles y barreras no arancelarias. No está claro qué países incluirá Trump en su enfoque más selectivo. Ha citado a la Unión Europea, México, Japón, Corea del Sur, Canadá, India y China como abusadores comerciales, dijo un funcionario.