Bloomberg — El presidente Donald Trump dijo que “quizá tenga que tomar un camino diferente” después de que los repetidos retrasos hayan impedido que Boeing Co. (BA) entregue la próxima generación de aviones que servirán como Air Force One.
“Nunca pueden terminar la maldita cosa”, dijo Trump el miércoles por la noche durante una conferencia organizada por el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita en Miami. “De hecho, voy a recibir dos de ellos. Pero puede que tengamos que ir por otro camino, porque les ha llevado mucho tiempo”.
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Trump se involucró personalmente en las negociaciones con Boeing para nuevas versiones de los aviones -que han estado en servicio durante tres décadas- durante su primer mandato, y la Fuerza Aérea ya se ha comprometido a pagar a Boeing US$3.500 millones para el proyecto.
“No estoy contento con Boeing”, dijo Trump a los periodistas más tarde el miércoles a bordo del Air Force One, a su vez un avión de Boeing. “Lleva mucho tiempo hacerlo, ya saben Air Force One, dimos ese contrato hace mucho tiempo”.
“Puede que hagamos otra cosa. Puede que vayamos y compremos un avión, o consigamos un avión”, añadió, diciendo que no consideraría comprar una nave de Airbus SE, el competidor europeo de Boeing.
Trump añadió que podría “comprar uno usado y convertirlo. Podría comprar uno de otro país, tal vez”.
Sin embargo, el esfuerzo se ha visto acosado por los retrasos. El primero de los 747 debería haber estado listo para transportar a Trump al comienzo de su segundo mandato, pero Boeing ha tenido que lidiar con las complicaciones técnicas de adaptar dos aviones existentes, así como con la escasez de piezas y la rotación de trabajadores. Para que el proyecto saliera más barato, la Casa Blanca de Trump aceptó renunciar a algunas características, como la capacidad de repostar el jumbo cuatrimotor en pleno vuelo.
Durante el fin de semana, Trump dedicó tiempo a recorrer un avión Boeing 747 aparcado en el aeropuerto internacional de Palm Beach que, según los datos de registro, había pertenecido anteriormente a la familia real qatarí.
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El New York Times informó el miércoles de que los ayudantes habían discutido si se podría adquirir un avión de lujo y reacondicionarlo mientras Boeing continuaba con la construcción. Pero hacerlo significaría probablemente sacrificar importantes medidas de comunicación y seguridad.
Las acciones de Boeing cayeron hasta un 1,7% tras el informe del Times a primera hora del miércoles.
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