Bloomberg — El presidente estadounidense, Donald Trump, volvió a atacar el domingo el desequilibrio comercial automovilístico entre Estados Unidos y Japón, días antes de una visita programada del secretario del Tesoro, Scott Bessent, al país asiático que podría ejercer más presión sobre el Gobierno minoritario.
“Ellos nos venden millones y millones de vehículos al año. Nosotros no les vendemos ningún vehículo porque no aceptan los nuestros. Y tampoco aceptarán gran parte de nuestra agricultura”, dijo Trump a los periodistas en Washington.
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Trump anunció la semana pasada que elevará los aranceles generales sobre Japón al 25% el 1 de agosto, después de que meses de negociaciones entre el principal negociador japonés, Ryosei Akazawa, y los ayudantes de Trump dieran escasos resultados. Bessent, uno de los tres negociadores que lideran los esfuerzos de EE.UU. por alcanzar acuerdos comerciales globales, tiene previsto acudir a Japón para visitar la Exposición Universal de Osaka el 19 de julio, pero hasta ahora no ha habido señales de una reunión comercial al margen.
Alrededor del 80% del superávit comercial de Japón con EE.UU. corresponde a automóviles y piezas de automóviles, y el país ya se ha visto afectado por aranceles sectoriales del 25% sobre los automóviles. Mientras que Trump se ha quejado repetidamente de que los consumidores japoneses no compran automóviles estadounidenses, el primer ministro Shigeru Ishiba ha dicho que los vehículos estadounidenses tienen el volante a la izquierda, son grandes y consumen poco combustible, por lo que son difíciles de vender en el país.
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La visita de Bessent se produce también un día antes de unas elecciones a la Cámara Alta que podrían arrojar un resultado muy duro para el gobierno minoritario de Ishiba. Alrededor del 9% de los ciudadanos afirmaron que las negociaciones arancelarias influirían en su voto, según las encuestas realizadas por la cadena pública NHK.
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