Bloomberg — La Casa Blanca está cumpliendo sus amenazas de despedir a miles de trabajadores federales en medio de un cierre gubernamental que ya va por su décimo día, con recortes de empleos en todas las agencias federales, incluidos los departamentos de Salud y Servicios Humanos, Seguridad Nacional y Comercio.
Los despidos marcan las primeras reducciones masivas de empleados federales durante un período de falta de financiamiento en la historia moderna, y van más allá de las suspensiones temporales que han caracterizado los cierres temporales anteriores. La medida eleva la tensión en un enfrentamiento de varias semanas con los demócratas sobre la financiación federal y los subsidios a la atención médica.
Ver más: Trump anuncia un arancel adicional del 100% a China y nuevos controles a exportaciones
El director de Presupuesto de la Casa Blanca, Russell Vought, anunció los recortes el viernes mediante una breve publicación en redes sociales. Si bien un alto funcionario de la Casa Blanca afirmó que miles de trabajadores se ven afectados, el alcance total de los recortes no quedó claro de inmediato.
Los sindicatos que representan a cientos de miles de trabajadores federales pidieron el viernes a un juez que detenga inmediatamente los despidos masivos. La petición de emergencia a un juez federal de San Francisco pretende prohibir a la Oficina de Gestión y Presupuesto que ordene a los funcionarios llevar a cabo los despidos e impedir que las agencias emitan avisos de despidos antes de que el juez celebre una vista el 16 de octubre.
Portavoces del HHS, el DHS, el Departamento de Educación y el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano confirmaron que los trabajadores de esas agencias se encuentran entre los afectados por los despidos. Los trabajadores del Departamento de Comercio también fueron despedidos, según un funcionario estadounidense. Un sindicato que representa a los trabajadores de la Agencia de Protección Medioambiental dijo que los empleados de esa agencia se vieron afectados.
El líder de la mayoría en el Senado, John Thune, trató de echar la culpa de los despidos a los demócratas.
“Para su crédito, la Casa Blanca lleva 10 días sin hacer nada con la esperanza de que suficientes demócratas del Senado entren en razón y hagan lo correcto y financien al gobierno”, dijo Thune el viernes antes de que se anunciaran los despidos.
En los días previos al anuncio, algunos republicanos del Congreso instaron a la Casa Blanca a esperar, diciendo que eso diluye su mensaje de que son los republicanos quienes defienden a los trabajadores federales.
Susan Collins, de Maine, líder del panel de asignaciones del Senado, se convirtió en la primera republicana en oponerse públicamente a los movimientos de Vought sin dejar de culpar del cierre a los demócratas.
Ver más: Trump reaviva amenazas a China y golpea a Wall Street, petróleo y monedas de América Latina
“Los despidos arbitrarios provocan una falta de personal suficiente necesario para llevar a cabo la misión de la agencia y para ofrecer programas esenciales, y causan perjuicios a las familias de Maine y de todo nuestro país”, dijo Collins en un comunicado.
Los demócratas argumentan que gastar dinero para realizar despidos durante un cierre es ilegal.
El líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, trató de calificar los despidos como una afrenta contra los trabajadores estadounidenses que siembra un “caos deliberado”.
“Seamos francos: nadie está obligando a Trump y a Vought a hacer esto”, dijo Schumer en una declaración el viernes. “No tienen que hacerlo; quieren hacerlo”.
Los recortes de empleo se producen horas antes de que venza el plazo judicial para que el Departamento de Justicia presente un informe detallando cualquier plan para despedir a trabajadores durante el cierre. El 16 de octubre está prevista una vista sobre una petición de los sindicatos de trabajadores federales para que se dicte una orden que bloquee los despidos.
Más de dos tercios de los empleados federales civiles han permanecido en sus puestos de trabajo durante este cierre, ya sea como trabajadores esenciales o en funciones que reciben financiación a más largo plazo, y el resto ha sido enviado a casa. La gran mayoría de los empleados federales no reciben sueldo.
Reducción de personal federal
La última medida recuerda a los esfuerzos de Elon Musk a través del Departamento de Eficiencia Gubernamental a principios de este año para recortar la plantilla federal. El CEO de Tesla Inc. (TSLA) desmanteló la plantilla federal mediante renuncias voluntarias, jubilaciones y despidos selectivos de empleados en período de prueba.
Ver más: El petróleo cae más de un 4% ante nuevas tensiones comerciales entre EE.UU. y China
Alrededor de 150.000 de las salidas voluntarias entraron en vigor con el inicio del nuevo año fiscal el 1 de octubre, pero otras reducciones de personal se han visto obstaculizadas por impugnaciones judiciales.
Las eliminaciones de empleos del viernes marcan el último esfuerzo de Trump para hacer que el cierre sea lo más doloroso posible para los distritos demócratas, al tiempo que considera sus propias prioridades como servicios esenciales.
Horas después del cierre, a principios de este mes, la administración Trump puso en pausa US$18.000 millones en gastos de infraestructura en la ciudad de Nueva York, US$2.000 millones para el tránsito de Chicago y US$8.000 millones para proyectos de energía verde en 16 estados, todos los cuales votaron por la demócrata Kamala Harris en las elecciones presidenciales del año pasado.
La Casa Blanca ha admitido previamente que los recortes de empleos de DOGE presentaban riesgos políticos. Trump ha reflexionado sobre la falta de popularidad política de los esfuerzos de Musk, y el secretario de Comercio, Howard Lutnick, afirmó que DOGE logró que su intento de recortar el gasto federal fracasara al comenzar con despidos masivos, en lugar de buscar eficiencias.
Esta táctica le da a Trump la oportunidad de hablar con firmeza a su base MAGA. A menudo ha ridiculizado al personal federal por estar repleto de burócratas que, según él, se oponen a su agenda. Pero también deja menos margen para que los republicanos culpen a los demócratas de las consecuencias más duraderas de un cierre gubernamental.
En el Capitolio, las conversaciones bipartidistas han continuado con altibajos, con un puñado de demócratas cruzando las líneas partidarias para apoyar proyectos de ley de gasto a corto plazo. Sin embargo, los líderes del partido siguen divididos sobre si vincular la extensión de los subsidios de la Ley de Atención Médica Asequible a la reapertura del gobierno.
Los demócratas advirtieron que las acciones de Vought dificultarán aún más un acuerdo para poner fin al cierre, ya que erosionan aún más la confianza. Revertir los recortes y despidos se convertirá en una exigencia demócrata como parte de cualquier acuerdo para detener el cierre.
Con la colaboración de Catherine Lucey, Zoe Tillman, Ellen M. Gilmer, Josh Eidelson, Liam Knox y Katy O’Donnell.
Lea más en Bloomberg.com
