Bloomberg Línea — Desde declarar la emergencia nacional en la frontera sur con México hasta retirar de nuevo a EE.UU. del Acuerdo Climático de París, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha enlistado en el acto de toma de posesión en Washington DC de este lunes 20 de enero sus primeras acciones en la Presidencia de la mayor economía del mundo, pero no ha profundizado en el polémico asunto de los aranceles.
En un discurso en el que ha dicho que buscará “restaurar la integridad del Gobierno de EE.UU.”, Trump se ha mostrado como un líder mediador en cuanto a las confrontaciones bélicas, diciendo que su legado será el de un “pacificador y unificador”, pero ha vuelto a traer a la mesa varias retóricas que podrían sacudir el tablero geopolítico.
No obstante, el asunto de los aranceles no ha sido profundizado por el mandatario estadounidense en su discurso y no se ha referido a acciones concretas, pese a ser uno de los temas más recurrentes en campaña en medio del pulso comercial con China. “En vez de poner impuestos a nuestras ciudades, pondremos impuestos a otros países para enriquecernos”, dijo el presidente Trump.
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El plan de Trump implica imponer aranceles del 60% a las importaciones de China, así como un 25% a las de Canadá y México para presionar medidas que pongan freno a la migración irregular y al tráfico de drogas, en medio de la crisis que enfrenta el país por el fentanilo.
Según un informe de la agencia Moody’s, Latinoamérica absorbería el choque real y financiero de las políticas arancelarias de Donald Trump a través de un menor crecimiento económico y una alta inflación en los países afectados, aunque Argentina y Colombia podrían ayudar a nivelar los impactos.
El tema migratorio ha sido uno los principales ejes de las anunciadas políticas de Trump en la toma de posesión, una jornada en la que ha dicho que quiere hacer “realidad” el sueño de Martin Luther King Jr.
“No voy a descansar hasta devolver esa América segura y próspera que nos merecemos, que nuestros hijos merecen. Esa va a ser la era de oro de América”, apuntó.
Trump confirmó durante de su discurso de toma de posesión que declarará la emergencia nacional en la frontera sur y que retornará la política de “Remain in Mexico”, al mismo tiempo que consideró que recibe un Estado frágil y que no consigue gerenciar una pequeña crisis doméstica.
“Se detendrá inmediatamente toda entrada ilegal, y comenzaremos el proceso de devolver a millones y millones de extranjeros criminales a los lugares de donde vinieron”, dijo Trump en su discurso.
“Restableceremos mi política de ‘Quédate en México’, pondré fin a la práctica de captura y liberación y enviaré tropas a la frontera sur para repeler la desastrosa invasión de nuestro país”, añadió.
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Asimismo, expresó que busca invocar la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 contra las pandillas. “Dirigiré a nuestro Gobierno para que utilice todo el poder de las fuerzas federales y estatales para eliminar la presencia de pandillas extranjeras y redes criminales que traen devastación a Estados Unidos”, apuntó.
El líder republicano ha prometido que la soberanía del país “será restablecida” y que “reinstaurará la seguridad”.
“Se reequilibrará la balanza de la justicia. Se pondrá fin al uso político despiadado, violento e injusto del Departamento de Justicia y de nuestro Gobierno. Nuestra máxima prioridad será crear una nación orgullosa, próspera y libre”, dijo.
Donald Trump ha insistido nuevamente en que renombrará el Golfo de México como “Golfo de América” y que EE.UU. tomará de nuevo el control del Canal de Panamá, al considerar que se le están cobrando tarifas excesivas a los buques estadounidenses y que China está operando la vía oceánica.
Otras políticas anunciadas por el mandatario estadounidense incluyen declarar una emergencia nacional energética, al mismo tiempo que impulsa la producción de petróleo en EE.UU., y retirar de nuevo a EE.UU. del Acuerdo Climático de París.
“Declararé una emergencia energética nacional y vamos a perforar, perforar, perforar. Reduciremos los precios, llenaremos nuestras reservas estratégicas hasta el tope y exportaremos energía estadounidense por todo el mundo. Volveremos a ser una nación rica”, según Trump.
“Vamos a vencer como nunca antes (...) seremos una nación como ninguna otra. Seremos prósperos, fuertes, orgullosos”, expresó el líder republicano ante los líderes mundiales convocados en la toma de posesión.
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