Bloomberg — El Congreso de Estados Unidos certificó la victoria electoral presidencial de Donald Trump el lunes sin disputas y con su oponente demócrata derrotada, Kamala Harris, presidiendo, reanudando un ritual de democracia cuatro años después de que un ataque de una multitud en el Capitolio de los EE.UU. empañara el conteo de votos con violencia.
El legado de la insurrección del 6 de enero de 2021 marcó el día con fortificaciones adicionales erigidas alrededor del Capitolio, incluidas vallas de seguridad altas y entradas cerradas, escuadrones antibombas deambulando por el edificio, francotiradores posicionados en todo el complejo y policías locales desde lugares tan lejanos como la ciudad de Nueva York reforzando la seguridad.
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Sin embargo, el ambiente fuera del Capitolio era tranquilo, ya que las zonas estaban cubiertas de fuertes nevadas. Una tormenta masiva cerró la mayor parte del gobierno federal, así como negocios y escuelas en la región de la capital. Había pocos vehículos o personas en las calles.
Harris aludió indirectamente a la insurrección, diciendo que consideraba su papel constitucionalmente al frente de la ceremonia de conteo de votos como una “obligación sagrada” de su cargo como vicepresidenta.
“La transferencia pacífica del poder es uno de los principios más fundamentales de la democracia estadounidense”, dijo Harris en un video publicado en línea poco antes. “Como hemos visto, nuestra democracia puede ser frágil”.
En el Capitolio, Harris recibió certificados de cada estado de EE.UU. uno por uno y los pasó a un grupo alterno de miembros de la Cámara de Representantes y el Senado, quienes los declararon “regulares en forma y auténticos” antes de leer el voto presidencial y vicepresidencial de cada estado. Ningún legislador demócrata se opuso, en contraste con hace cuatro años, cuando grupos de republicanos forzaron debates prolongados sobre las victorias electorales de Biden en varios estados.
Harris esbozó una sonrisa y asintió mientras los republicanos vitoreaban y aplaudían su anuncio de que Trump había ganado un total de 312 votos electorales.
El entonces vicepresidente Mike Pence enfureció a Trump y a muchos partidarios de Trump hace cuatro años cuando se negó a usar su papel de presidente para tratar de detener el conteo de votos.
Harris, el presidente Joe Biden y los demócratas hicieron de los acontecimientos del 6 de enero de 2021, y de lo que caracterizaron como un ataque y una amenaza a la democracia, una pieza central de su argumento para los estadounidenses en contra de dar a Trump un segundo mandato.
Sin embargo, Trump ganó la contienda de manera convincente, recibiendo el voto popular y cada uno de los estados electorales clave contra Harris, quien reemplazó a Biden como oponente de Trump después de que los demócratas presionaron al titular para que abandonara la carrera.
Por primera vez, la sesión conjunta del Congreso para certificar formalmente los votos del Colegio Electoral este año fue designada como un “evento especial de seguridad nacional” por el Servicio Secreto de Estados Unidos. La designación permite que se utilice dinero y personal adicionales para reforzar la seguridad alrededor del Capitolio.
Las fuerzas del orden fueron sorprendidas por la violenta manifestación de 2021 que interrumpió la certificación de la victoria de Biden en 2020. Cientos de partidarios de Trump irrumpieron en el Capitolio de Estados Unidos después de escucharlo hablar fuera de la Casa Blanca. Más de 140 policías resultaron heridos en los enfrentamientos, uno de los cuales sufrió un derrame cerebral al día siguiente y murió, y otros cuatro de los cuales se suicidaron más tarde. Un alborotador recibió un disparo y murió.
El asalto a uno de los monumentos más reconocidos de la nación conmocionó al mundo y cientos de alborotadores fueron arrestados.
Trump ha prometido indultar a los condenados por el asalto, a quienes llama “patriotas”.
El Congreso se reúne cada 6 de enero a las 13:00 horas para abrir los certificados sellados de cada estado que contienen un registro de sus votos electorales. Los representantes de ambas cámaras leen los resultados en voz alta y hacen un recuento oficial. El vicepresidente, como presidente del Senado, preside la sesión y declara al ganador.
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