Trump presiona por su plan fiscal para combatir la ansiedad económica previo a elecciones

La aprobación del proyecto de ley fiscal representa la mejor oportunidad política para que el presidente Trump demuestre su enfoque en la economía.

La Cámara de Representantes de EE.UU. se reúne sin elegir presidente
Por Kate Sullivan - Nancy Cook
27 de junio, 2025 | 02:00 AM

Bloomberg — El presidente Donald Trump está dirigiendo su atención hacia la aprobación del principal pilar de su agenda legislativa, al presionar al Congreso para que se apruebe con rapidez un enorme proyecto de ley fiscal que los republicanos confían en que sirva para consolidar su posición de cara a las elecciones de mitad de mandato.

Trump ha pasado los últimos días centrado en asuntos exteriores: el conflicto iraní, el Grupo de los 7 en Canadá y su viaje más reciente a una cumbre de la OTAN en Holanda.

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Tump y Johnson

Pero ahora se centra en una cuestión interna: presionar a los legisladores republicanos para que logren un acuerdo sobre una ley fiscal multimillonaria antes del ambicioso plazo del 4 de julio.

Sus asesores conocen perfectamente que buena parte de su agenda económica está condicionada a la aprobación de la ley fiscal. Sostienen que dicha ley aliviará las preocupaciones económicas de los hogares y animará a las empresas, reticentes a gastar en medio del alza de los aranceles, a realizar inversiones en nuevos equipos e instalaciones.

Ante la frustración del presidente por el hecho de que la Fed no recorte las tasas de interés lo suficientemente rápido, esta legislación ofrece la mejor opción política para que Trump pueda demostrar que está comprometido con la economía, aseguran sus aliados.

Esta legislación evitaría un alza de impuestos programada para el fin de año en ausencia de acción del Congreso. Además, incluye nuevas reducciones de impuestos que Trump promovió durante su campaña electoral, como exenciones fiscales para las propinas, el pago de horas extras y para compradores de automóviles y personas de la tercera edad.

El gobierno de Trump tiene previsto presentar la legislación en un acto en la Casa Blanca elste jueves por la tarde en el que participarán trabajadores de clase media entusiasmados con los recortes fiscales pendientes: camioneros, bomberos, trabajadores de la hostelería y ganaderos, según un funcionario.

Los demócratas están lanzando su propia campaña de mensajes, tachando el “proyecto de ley único y hermoso” de Trump como un regalo a los ricos y a las corporaciones que recorta las prestaciones de Medicaid para compensar los recortes fiscales.

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Los demócratas están ganando hasta ahora la guerra de mensajes, con un 49% de estadounidenses que se oponen a las medidas, frente a un 29% que las apoyan, según un sondeo reciente del Centro de Investigación Pew. Un 21% sigue sin estar seguro.

Ver más: Senadores republicanos planean difundir importantes revisiones a la ley fiscal de Trump

Asuntos prioritarios

Trump está insistiendo a los republicanos para que saquen adelante rápidamente la legislación y no se enzarcen en disputas que han dividido al partido: recortes a las prestaciones sanitarias de Medicaid, reducciones a los créditos fiscales por energía verde y un aumento de la deducción fiscal estatal y local.

Altos funcionarios, incluidos el secretario del Tesoro, Scott Bessent, la jefa de gabinete de la Casa Blanca, Susie Wiles, la secretaria de prensa, Karoline Leavitt, y el director de la Oficina de Gestión y Presupuesto, Russ Vought, han peregrinado al Senado en los últimos días, subrayando el deseo de urgencia del presidente.

Este esfuerzo de “full-court-press” (ejercer presión para obtener un resultado) incluye que el presidente ejerza como su propio director de asuntos legislativos. Un funcionario de la Casa Blanca dijo que continuará reuniéndose con los senadores en la segunda mitad de la semana y haciendo llamadas, también, para mantener el impulso y abordar cualquier preocupación.

“Es realista conseguir que se apruebe antes del 4 de julio”, dijo Marc Short, que fue director de asuntos legislativos de la Casa Blanca durante el primer mandato de Trump. “No va a haber muchos republicanos que permitan una subida de impuestos de US$4 billones y no permitan la financiación de la frontera”.

Aún así, las estrechas mayorías en cada cámara significan que los republicanos deben permanecer unidos.

Ahora mismo, persisten profundas divisiones, con una facción de legisladores de la Cámara amenazando con bloquear el proyecto de ley si no hay una deducción SALT (por sus siglas en inglés, impuesto estatal y locla) lo suficientemente grande, y los moderados preocupados por las repercusiones políticas de recortar la cobertura médica de Medicaid a los hogares de bajos ingresos y las personas con discapacidad.

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Objetivos por venganza

Cualquier republicano que se oponga a la medida puede acabar enfrentándose al bien afinado sentido de la venganza de Trump.

El presidente ya ha señalado al representante Thomas Massie, de Kentucky, que no votó a favor de la versión de la Cámara de Representantes del proyecto de ley.

En los últimos días, Trump ha calificado a Massie de “fuerza negativa” que “MAGA no quiere” y de “simple fanfarrón”. Massie dijo que se oponía a la versión de la Cámara porque no recortaba lo suficiente el gasto.

Los aliados y asesores del presidente Trump parecen decididos a dar un escarmiento a Massie por desafiar al presidente.

James Blair, el subjefe de gabinete de la Casa Blanca, dijo públicamente que esperaba que “Massie esté disfrutando de su último mandato en el Congreso”, y el co-director de la campaña de Trump para 2024, Chris LaCivita, ha hecho gestiones para financiar un candidato a las primarias de Massie.

Una encuesta realizada a mediados de junio por McLaughlin & Associates, que trabajó en la campaña de Trump para 2024, mostró que el 41% de los votantes de las primarias republicanas en Kentucky no aprueban el trabajo que Massie está haciendo en el Congreso, mientras que el 52% lo aprueba, cifras que, según los asesores, muestran una apertura para un aspirante a las primarias.

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