Bloomberg — El presidente Donald Trump dijo que se reuniría con ejecutivos de Hollywood después de sorprender a la industria cinematográfica estadounidense con su plan de imponer un arancel del 100% a las películas realizadas en el extranjero.
“Así que nos reuniremos con la industria”, dijo Trump el lunes por la tarde. “Quiero asegurarme de que estén contentos con ello, porque lo que nos importa son los puestos de trabajo”.
Figuras del cine y entretenimiento trataron el lunes de interpretar la directiva de Trump, publicada en su cuenta de redes sociales el domingo por la noche, en la que afirmaba que la industria cinematográfica estadounidense está “MURIENDO”. También calificó a las películas extranjeras como una amenaza para la seguridad nacional que difunde propaganda extranjera.
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“¡QUEREMOS PELÍCULAS HECHAS EN ESTADOS UNIDOS, OTRA VEZ!”, afirmó Trump.
Las acciones de Netflix Inc. (NFLX), Paramount Global (PARA), Warner Bros. Discovery Inc. (WBD) y otras empresas de medios de comunicación y entretenimiento cayeron. Analistas de Wall Street y Hollywood intentaban discernir qué aspecto de la producción cinematográfica podría estar sujeto a tales aranceles y por qué debería ser objeto de los mismos que otras industrias.
La industria cinematográfica y televisiva de EE.UU. generó US$22.600 millones en exportaciones y obtuvo un superávit comercial de US$15.300 millones, según un informe de la Motion Picture Association de 2023. La industria generó una balanza comercial positiva con todos los principales mercados del mundo, según el informe.
Trump ordenó el domingo al Departamento de Comercio y al Representante de Comercio de EE.UU. que comenzaran “de inmediato” a trabajar en el proceso arancelario.
“Aunque no se ha tomado ninguna decisión definitiva sobre los aranceles a las películas extranjeras, la Administración está estudiando todas las opciones para cumplir la directiva del presidente Trump de salvaguardar la seguridad nacional y económica de nuestro país, al tiempo que se vuelve a hacer grande a Hollywood“, dijo el lunes el portavoz de la Casa Blanca, Kush Desai.
No se proporcionó detalles sobre cómo se elaborarían y aplicarían los impuestos, ni bajo qué autoridad legal se aplicarían, si Trump decide seguir adelante.
Para los aranceles, la Administración podría basarse en el artículo 232 de la Ley de Expansión Comercial, que otorga al Departamento de Comercio 270 días para investigar los supuestos peligros de determinadas importaciones. Al término de la investigación, el presidente podría imponer aranceles. Trump ha utilizado esta autoridad para imponer aranceles a los automóviles y los metales.
Aplicar aranceles a las películas, si Trump decidiera hacerlo, resultaría complicado.
Muchas películas de los estudios de Hollywood implican una producción global, con localizaciones en países extranjeros y trabajos de posproducción que pueden realizarse en cualquier parte del mundo. Tampoco se sabe si el impuesto se aplicaría a las películas ya rodadas, pero aún no estrenadas, o solo a las nuevas producciones.
Stephen Follows, escritor, productor y consultor en creación de contenidos, afirmó que Trump “ha encendido la mecha de un tema que la industria rara vez ha abordado de frente. ¿Qué significa realmente que se tome esta medida en Estados Unidos?”.
Producciones en el extranjero
Muchas películas de Hollywood de gran presupuesto se han rodado parcial o mayoritariamente fuera de EE.UU., atraídas por incentivos fiscales y por el menor costo de la mano de obra, desde los actores y el equipo hasta el trabajo de posproducción. Una de las películas más taquilleras de EE.UU., Avatar, de 2009, se rodó principalmente en Nueva Zelanda, mientras que Avengers: Endgame hizo un uso extensivo de localizaciones internacionales, incluyendo Escocia y el Reino Unido.
La producción cinematográfica se ha convertido en una de las industrias más globalizadas del mundo, según señaló Follows en un boletín. Todos los aspectos de este arte traspasan habitualmente las fronteras. “Y aunque la propuesta de Trump establece una línea clara entre lo extranjero y lo nacional, la realidad moderna del cine es difusa”.
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Trump se habría referido a los incentivos ofrecidos por otros países, que están provocando la “muerte muy rápida” de la industria cinematográfica estadounidense, según afirmó en su publicación en las redes sociales.
“Nuestra industria cinematográfica ha sido diezmada por otros países”, declaró Trump a los periodistas el lunes. “Quiero ayudar a la industria. Pero otros países les están financiando”.
También culpó al gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, al que calificó de “hombre tremendamente incompetente” que “simplemente ha permitido que se lo quiten, ya saben, a Hollywood“.
Hollywood en apuros
El trabajo en el cine y la televisión en EE.UU. se ha contraído en los últimos años por varias razones. Las empresas de medios han recortado gasto para crecer en servicios de streaming. Estos servicios se están expandiendo a nivel mundial y buscan producir más películas para los mercados extranjeros.
De acuerdo con la firma ProdPro, el gasto en producción en EE.UU. cayó 28% entre 2021 y 2024. Mientras tanto, Canadá, Australia y el Reino Unido han visto crecer su industria gracias a incentivos fiscales y menores costos.
El anuncio se dio tras una reunión de Trump en Mar-a-Lago con el actor Jon Voight y su representante Steven Paul, quienes propusieron ampliar o extender incentivos fiscales para la producción de cine y televisión en EE.UU. Aunque no mencionaron aranceles, Trump introdujo la idea durante el encuentro, según fuentes.
En enero, Trump ya había nombrado a Voight, Mel Gibson y Sylvester Stallone como embajadores especiales de su administración en Hollywood, con el objetivo de impulsar el empleo en la industria nacional.
La industria del entretenimiento de EE.UU. genera miles de millones de dólares al año a través de la exportación de películas, programas de televisión y otra propiedad intelectual, según Heeyon Kim, profesora adjunta de estrategia en la Universidad de Cornell.
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En 2024, los mercados internacionales representaron más del 70% de los ingresos totales de taquilla de Hollywood y los aranceles podrían desencadenar represalias de otros países que darían lugar a “miles de millones en pérdidas de ingresos, lo que afectaría no solo a los grandes estudios, sino también a miles de puestos de trabajo en la producción, la comercialización y la distribución”, según Kim.
Esta sería la primera vez que el gobierno de EE.UU. plantea aranceles sobre los servicios, según escribieron analistas de Madison and Wall en una nota, pero jurisdicciones como la UE ya han planteado hacer lo mismo en represalia por los aranceles sobre los productos importados a EE.UU. desde la UE. China ya ha anunciado que “reducirá moderadamente” el número de películas de Hollywood permitidas en el país.
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