Bloomberg — El presidente Donald Trump expresó su esperanza de poder resolver las diferencias con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sobre su relación comercial antes de la fecha límite del viernes para que entren en vigor los aranceles del 30%.
Trump reiteró este domingo su opinión de que las posibilidades de llegar a un acuerdo son “probablemente del 50-50”, mientras se reunía con von der Leyen en su complejo de golf de Turnberry, en el oeste de Escocia, y añadió que “probablemente sabremos en una hora” si se puede alcanzar un pacto.
Los líderes hablaron con los periodistas antes de una discusión a puerta cerrada. Von der Leyen se mostró de acuerdo con las posibilidades de Trump de alcanzar un pacto y Trump indicó que Europa no recibiría una tasa arancelaria inferior al 15%.
Good to be in Scotland to meet @POTUS for discussions on transatlantic trade today.
— Ursula von der Leyen (@vonderleyen) July 27, 2025
The EU-US trade relationship is the world’s biggest.
I look forward to our talks ↓ https://t.co/pMWoCCwycn
El presidente estadounidense dijo que los productos farmacéuticos no formarían parte de un marco comercial con la UE, afirmando que “tenemos que hacer que se construyan, que se fabriquen en Estados Unidos”.
Lo que está en juego en las conversaciones difícilmente podría ser mayor para von der Leyen. Sin embargo, tras meses de conversaciones y diplomacia itinerante, cerrar un acuerdo depende sobre todo de Trump.
El presidente estadounidense dijo que aún quedan tres o cuatro puntos de fricción con la Unión Europea, siendo el principal la “equidad”. Dijo que le gustaría que el bloque abriera sus mercados a más productos estadounidenses, incluidos automóviles y exportaciones agrícolas. No se concederá ninguna prórroga a su plazo del 1 de agosto, dijo Trump.
“Se le conoce como un duro negociador y hacedor de tratos”, dijo von der Leyen, añadiendo que un acuerdo comercial sería el “mayor” golpe para ambos dado el tamaño de sus economías.
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Abordado por Sky News mientras jugaba al golf el domingo, Trump repitió su reciente valoración de que las posibilidades de un acuerdo con la UE son “50-50”.
Se esperaba que los embajadores de la UE, que han estado de visita en Groenlandia este fin de semana, fueran informados antes de la reunión. Los funcionarios de la UE han advertido en repetidas ocasiones que un acuerdo depende en última instancia de Trump, lo que hace que el resultado sea difícil de predecir. El presidente estadounidense negoció recientemente con Japón y pareció cambiar sobre la marcha algunos términos finales antes de que finalmente se llegara a un acuerdo.
“Se han mantenido intensas negociaciones a nivel técnico y político”, dijo Paula Pinho, portavoz del presidente de la Comisión. “Los líderes harán ahora balance y estudiarán las posibilidades de lograr un resultado equilibrado que proporcione estabilidad y previsibilidad a las empresas y los consumidores de ambos lados del Atlántico”.
La UE y EE.UU. se han centrado en un acuerdo que supondría para la UE aranceles del 15% en la mayor parte de su comercio con EE.UU.. Se prevén exenciones limitadas para la aviación, algunos dispositivos médicos y medicamentos genéricos, varias bebidas espirituosas y un conjunto específico de equipos de fabricación que EE.UU. necesita, según informó anteriormente Bloomberg.
Además del gravamen universal, el Presidente estadounidense ha impuesto un 25% a los automóviles y las piezas de recambio, y el doble al acero y el aluminio. También ha amenazado con imponer nuevos aranceles a los productos farmacéuticos y los semiconductores a partir del mes que viene, y recientemente ha anunciado un arancel del 50% sobre el cobre.
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La UE espera el mismo techo del 15% para algunos sectores que podrían ser objeto de futuros aranceles, entre ellos el farmacéutico, según personas familiarizadas con el asunto. Pero ese es uno de los puntos clave en los que la posición de Trump será crucial para sellar un acuerdo, añadieron estas personas.
“Veremos si llegamos a un acuerdo”, dijo Trump a su llegada a Escocia el viernes. “Ursula estará aquí, una mujer muy respetada. Así que esperamos eso”.
Trump reiteró que cree que hay “un 50-50 de posibilidades” de llegar a un acuerdo con la UE, y dijo que había puntos de fricción en “tal vez 20 cosas diferentes” que no quiso detallar públicamente.
Trump dio posibilidades similares de un acuerdo antes de salir de Washington, pero también dijo que la UE tenía “bastantes posibilidades” de llegar a un acuerdo.
El presidente estadounidense anunció aranceles a casi todos sus socios comerciales en abril, declarando su intención de recuperar la fabricación nacional, pagar una enorme ampliación de la rebaja fiscal y evitar que el resto del mundo -como Trump lo ha caracterizado- se aproveche de Estados Unidos.
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Lutnick dijo que no hay margen de maniobra en la última fecha límite de la administración, el 1 de agosto, para acuerdos que eviten o reduzcan esos gravámenes, aunque Trump está dispuesto a seguir negociando después de esa fecha.
“No hay prórrogas, no hay más periodos de gracia”, dijo Lutnick en Fox News. “El 1 de agosto, los aranceles están fijados, entrarán en vigor”.
Además de los gravámenes, cualquier acuerdo cubriría las barreras no arancelarias, la cooperación en asuntos de seguridad económica y las compras estratégicas de la UE en sectores como la energía y los chips de inteligencia artificial, informó Bloomberg anteriormente. El bloque también ha ofrecido eliminar los aranceles sobre muchos bienes industriales e importaciones agrícolas no sensibles.
Los términos de cualquier acuerdo inicial, que probablemente adoptará la forma de una breve declaración conjunta si se llega a un acuerdo, deberán ser aprobados por los Estados miembros, dijeron algunas de estas personas. La declaración se consideraría un paso previo a conversaciones más detalladas.
Debido a la incertidumbre existente, la UE ha esbozado paralelamente contramedidas en caso de que no haya acuerdo. En caso de que no se alcance un acuerdo, o si Trump cumple su amenaza de imponer esa tasa a la mayoría de las exportaciones del bloque después del 1 de agosto o en el futuro, la UE impondría rápidamente aranceles de hasta el 30% a las exportaciones estadounidenses por valor de unos 100.000 millones de euros (US$117.000 millones) en bienes como aviones de Boeing Co, coches fabricados en EE.UU. y whisky bourbon. El paquete también incluye algunas restricciones a la exportación de chatarra.
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En ausencia de un acuerdo, el bloque también está preparado para seguir adelante con su instrumento anti-coerción, una potente herramienta que eventualmente le permitiría dirigirse a otras áreas como el acceso al mercado, los servicios y las restricciones a los contratos públicos, siempre que una mayoría de los Estados miembros respalde su uso.
Aunque Trump no vinculó explícitamente las negociaciones a asuntos no comerciales el viernes, sugirió que planeaba plantear su preocupación por los flujos migratorios. Trump ha impuesto estrictas políticas antiinmigración desde que regresó al cargo, llevando a cabo un esfuerzo de deportación masiva de quienes se encuentran en Estados Unidos de forma ilegal, al tiempo que ha estrechado las vías para trasladarse legalmente a Estados Unidos.
“Hay que detener esta horrible invasión que está ocurriendo en Europa, en muchos países de Europa”, dijo Trump, añadiendo que creía que “la inmigración está matando a Europa”.
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