Bloomberg — Ahora que China y Canadá ya están respondiendo a los aranceles del presidente Donald Trump y hay preocupaciones sobre más represalias en camino, los comerciantes agrícolas ahora están atentos a posibles cancelaciones de contratos que pondrían en riesgo aproximadamente 12 millones de toneladas de ventas de cultivos estadounidenses.
El problema se origina en las llamadas ventas pendientes de granos, o exportaciones de cultivos que han sido reservadas, pero aún no se han enviado. Los gravámenes sobre los productos estadounidenses tienen el potencial de llevar a la cancelación de contratos si el costo de los cargamentos para los compradores extranjeros aumenta y la incertidumbre sobre la política comercial crea mayores riesgos.
Vea más: Recesión e inflación: Cámaras advierten riesgos para México y EE.UU. por los aranceles de Trump
Pekín ya ha promulgado contramedidas sobre una serie de productos agrícolas y Canadá también ha contraatacado, incluso sobre productos alimentarios. México tiene previsto hacer un anuncio el domingo.
“El riesgo es que México cancele el maíz estadounidense”, dijo Pat Boova, director de International Agribusiness Group LLC. “México podría poner sus propios aranceles a la importación - eso podría reducir la ventaja de carga de EE.UU. Es cuestión de lo feroz que se vuelva la guerra comercial”.
Hay 7,8 millones de toneladas de ventas pendientes de maíz a México para la actual campaña. Otros 4 millones de toneladas de soja, trigo y sorgo para esta campaña tampoco se habían enviado a China, Canadá y México a fecha de 20 de febrero, según los datos más recientes disponibles del Departamento de Agricultura estadounidense.
México es el mayor comprador de maíz estadounidense, con compras el año pasado valoradas en US$5.600 millones. Normalmente, la frontera compartida entre los dos países reduce los costes de transporte, lo que hace que a México le resulte más barato abastecerse en EE UU. La posibilidad de aranceles de represalia sobre el maíz estadounidense podría cambiar esa dinámica.
Hasta el 20 de febrero, México se había comprometido a comprar 17,6 millones de toneladas de maíz estadounidense esta temporada. Eso es un récord, pero sigue siendo alrededor de un 30% menos de lo que el USDA espera que el país importe este año - lo que significa que México probablemente tendrá que abastecerse más de EE.UU. o de otros lugares, como Brasil, de donde ha comprado en el pasado.
“México es un poco un comodín, ya que normalmente aceptará importaciones de grano estadounidense durante toda la temporada, pero no tiene muchas opciones”, dijo Matt Campbell, consultor de gestión de riesgos en la correduría de futuros y opciones StoneX. La continuación de las tensiones comerciales hasta la temporada de cosecha de otoño aumentaría los riesgos para los envíos estadounidenses y “podría perjudicar muy fácilmente la demanda de la nueva cosecha”, dijo.
Mientras tanto, los contratos chinos para la soja estadounidense “podrían estar en la cuerda floja”, pero no hay “una cantidad masiva de ventas sin embarcar, por lo que no es tan malo como podría ser”, dijo Campbell.
Lea más: Trump analiza exenciones para los aranceles a productos agrícolas de México y Canadá
China podría dejar caer algunos cargamentos “para obtener algún impacto en los titulares”, pero los compradores no han comprado mucho todavía y podrían optar por trasladar los contratos existentes al próximo año, “con la esperanza de que tengamos un acuerdo para entonces”, dijo Arlan Suderman, economista jefe de materias primas de StoneX.
También está previsto que se envíen más de medio millón de pacas de algodón a China y México. México podría cancelar algunas balas, pero es probable que se mantenga la demanda, ya que el algodón estadounidense es “ahora el más barato del mundo”, dijo Louis Barbera, socio gerente de VLM Commodities. Los futuros del algodón en Nueva York se desplomaron el martes hasta el precio intradía más bajo desde agosto de 2020 después de que China anunciara sus gravámenes de represalia.
Lea más en Bloomberg.com
