Bloomberg Línea — El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, endureció la política exterior hacia Cuba a través de un memorándum publicado el 30 de junio, que fue cuestionado por el Gobierno de la isla.
El documento, entre otras, pone fin a las transacciones económicas con entidades asociadas al Gobierno o al Ejército de Cuba.
“Las transacciones financieras directas o indirectas con entidades controladas por los militares cubanos, como el Grupo de Administración Empresarial SA (GAESA) y sus afiliadas, están prohibidas”, dice el memorándum.
Trump tomó esta medida durante su primer mandato presidencial, aunque Joe Biden revocó la orden cuando lo sucedió en la Casa Blanca.
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El presidente estadounidense además se comprometió a hacer efectiva “la prohibición legal del turismo estadounidense a Cuba”, mediante auditorías periódicas y el mantenimiento obligatorio de registros de todas las transacciones relacionadas con viajes durante al menos cinco años.
Ahora mismo, los ciudadanos estadounidenses pueden viajar a Cuba para realizar actividades humanitarias, por ejemplo, pero no a vacacionar.
Trump, que semanas atrás ordenó suspensiones parciales al ingreso de cubanos y ciudadanos provenientes de otros seis países a Estados Unidos, descartó restablecer la política “Wet feet, dry feet” (que traduce “pies mojados, pies secos”), revocada por Barack Obama al final de su mandato, en 2017.
La medida permitía a los migrantes cubanos que arribaban a Estados Unidos irregularmente permanecer en el país, gracias a la obtención de la residencia en cuestión de un año.

El Gobierno Trump manifestó en el memorándum que se “opone” a los llamados en las Naciones Unidas y otros foros internacionales para que Estados Unidos levante el embargo económico a Cuba.
Incluso citó una promesa de campaña: “Como presidente, volveré a apoyar al pueblo de Cuba en su larga búsqueda de justicia, libertad y autonomía”.
En ese contexto, otra medida anunciada fue exigir la revisión de los abusos a los derechos humanos en la isla, “incluidas las detenciones ilegales y los tratos inhumanos”, así como la presentación de un “informe sobre los fugitivos de la justicia estadounidense que viven en Cuba”.
Los reparos de Cuba a la política de Trump
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, calificó en X al memorándum presidencial de Trump como una “una conducta criminal y violatoria de los derechos humanos de toda una nación”, a la par que atribuyó la falta de desarrollo en la isla al “obstáculo” que le ha impuesto Estados Unidos.
Venezuela también criticó a la administración Trump, acción que fue agradecida por Rodríguez.
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“Agradecemos al gobierno y pueblo de Venezuela por su rechazo al nuevo Memorando Presidencial del gobierno de EE.UU. contra Cuba que recrudece el bloqueo genocida al pueblo cubano”, publicó en X.
Además de las medidas en mención, cuando Trump regresó a la Casa Blanca, Estados Unidos incluyó a Cuba como estado patrocinador del terrorismo y citó su falta de cooperación para compartir suficiente información policial con Estados Unidos respecto a este tema.