Bloomberg — Los funcionarios de la Unión Europea consideran que las nuevas exigencias estadounidenses de concesiones, así como otras medidas, podrían socavar un reciente acuerdo que sacó a los aliados del borde de una guerra comercial.
A principios de este mes, la administración del presidente estadounidense Donald Trump envió a la UE una nueva propuesta para implementar un comercio “recíproco, justo y equilibrado”, según personas familiarizadas con el asunto, que hablaron bajo condición de anonimato para discutir deliberaciones privadas.
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Los funcionarios de la UE consideran las peticiones como maximalistas y las concesiones como significativas, dijeron algunas de las personas. Las personas se negaron a revelar detalles concretos sobre las demandas estadounidenses porque está previsto que los Estados miembros sean informados de las discusiones el miércoles.
Las nuevas demandas se producen mientras las dos partes se preparan para negociar los siguientes pasos del acuerdo comercial de este verano, que estableció un arancel del 15% sobre la mayoría de los productos de la UE que entran en EE.UU.
EE.UU. ha estado buscando una apertura para discutir la legislación del bloque, incluidas las normas digitales y tecnológicas, así como el cumplimiento corporativo y las regulaciones relacionadas con el clima, dijeron las personas. La UE ha dicho en repetidas ocasiones que mantener la autonomía regulatoria es una línea roja, pero que consultará con EE.UU. sobre cada tema.
La Comisión Europea, brazo ejecutivo de la UE, no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios. La Casa Blanca no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios enviada fuera del horario laboral normal.
Ambas partes han dado varios pasos para aplicar el acuerdo comercial en los últimos meses.
La administración Trump confirmó que los automóviles europeos se benefician de la tasa del 15% en lugar del arancel sectorial más elevado del 25% que impone a los demás. Se espera que las exportaciones farmacéuticas reciban el mismo trato.
A cambio, la UE ha presentado una legislación para reducir los aranceles sobre los productos industriales estadounidenses y algunas exportaciones agrícolas no sensibles. La medida necesita el respaldo del Parlamento Europeo, que también debe dar luz verde al acuerdo comercial global.
Sin embargo, las discusiones para recortar los aranceles estadounidenses del 50% sobre el acero y el aluminio han avanzado poco. El bloque anunció esta semana que planea introducir la misma tasa sobre las importaciones extranjeras de acero que superen una determinada cuota.
Estados Unidos también se ha resistido a añadir bienes como el vino y las bebidas espirituosas a la lista de importaciones exentas del arancel del 15%, dijeron las personas.
A los funcionarios de la UE les preocupa que la administración Trump esté, al mismo tiempo, ampliando la lista de productos derivados del acero y el aluminio cubiertos por su tasa del 50% y preparando más aranceles potenciales sobre otros sectores como los dispositivos médicos y las tecnologías, añadieron las personas.
La preocupación, dijeron las personas, es que en conjunto estos movimientos podrían debilitar el techo arancelario del 15% que el bloque fue capaz de asegurar.
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“El principal argumento para vender el acuerdo a nuestro sector privado y a la opinión pública es la estabilidad”, declaró el Comisario de Industria de la UE, Stéphane Sejourne, a Bloomberg News en una entrevista a principios de esta semana. “Sin estabilidad durante cuatro años, puede ser difícil decir que este acuerdo es un buen trato”, afirmó.
Los funcionarios de la UE buscarán orientación política de los Estados miembros sobre la propuesta estadounidense y sobre cómo manejar los próximos pasos en las negociaciones, dijeron las personas.
Con la colaboración de Suzanne Lynch y Jenny Leonard.
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