Bloomberg — Está previsto que la Unión Europea y Canadá suscriban este lunes una asociación sobre seguridad y defensa en una cumbre en la que se iniciarán una serie de debates sobre cómo estrechar su colaboración.
Mark Carney, primer ministro de Canadá, aterrizó en Bruselas a última hora del domingo para asistir a las reuniones, y uno de los objetivos de su gobierno es que su país participe en SAFE (por sus siglas en inglés, Acción de Seguridad para Europa), este fondo conjunto de préstamos para adquisiciones militares de la UE, que asciende a 150.000 millones de euros (US$173.000).
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Dicho acuerdo prepararía el escenario para que Canadá y los miembros de la Unión Europea se asocien en la compra de material de defensa, lo que agilizaría y abarataría el acceso a municiones y permitiría agrupar los recursos para la adquisición de sistemas de defensa onerosos y complejos, a la espera de nuevas negociaciones, según informaron el domingo funcionarios del gobierno canadiense.
Carney ganó las elecciones en abril con la promesa de reforzar la posición global y económica de Canadá mediante el establecimiento de lazos comerciales y de seguridad más fuertes con aliados no estadounidenses, después de que el presidente Donald Trump desatara una guerra comercial mundial e hiciera amenazas contra la soberanía de Canadá.
La Unión Europea también mantiene conversaciones con otros países en materia de comercio y defensa, en respuesta a los indicios de Trump de que retirará a EE.UU. de su papel de protector en materia de seguridad europea.
El bloque de 27 miembros anunció una alianza de seguridad con el Reino Unido en mayo, cinco años después del Brexit, lo que sumó esfuerzos diplomáticos multilaterales en medio de las guerras en Ucrania y Oriente Medio. Carney tuvo un lugar privilegiado en el Brexit como gobernador del Banco de Inglaterra.
Carney se reunirá este lunes con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa. Tienen previsto publicar una declaración conjunta con una ambiciosa lista de áreas en las que Canadá y la UE podrán coordinarse en años venideros.
Ambas partes iniciarán negociaciones para un acuerdo comercial digital, según declaró un alto funcionario de la UE en una sesión informativa el viernes. El comercio de bienes entre Canadá y la UE aumentó un 64%, hasta alcanzar los €76.000 millones (US$87.733 millones), el año pasado desde que se acordó provisionalmente su acuerdo comercial, conocido como CETA, en 2017, según la UE.
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Podrían hacer más con el acuerdo existente, introduciendo ajustes como mejorar el reconocimiento mutuo en normas y regulaciones, dijo el domingo un funcionario canadiense.
El acceso canadiense a la SAFE, la primera parte del plan “ReArm” de €800.000 millones (US$923.512 millones) propuesto por la UE, requiere la negociación de un tratado posterior. Esto permitiría a los contratistas canadienses participar en dicho proyecto, ampliando así sus mercados.
Canadá no podría acceder a los préstamos de la UE, pero sí podría negociar acuerdos conjuntos con los estados europeos, según informaron las autoridades.
El martes, Carney y otros líderes mundiales se reunirán en La Haya para la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), donde los aliados negocian el objetivo de destinar el 5% de su PIB (Producto Interno Bruto) a defensa y gastos relacionados, frente al 2%. Carney se comprometió a principios de junio a que Canadá alcanzaría el 2% en el presente ejercicio fiscal.
Sin embargo, España obtuvo una exención de ese objetivo, informó Bloomberg el domingo.
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