Bloomberg — A los líderes europeos les preocupa cada vez más que Rusia monte una nueva ofensiva sobre Ucrania mientras se sientan con el presidente Volodymyr Zelenskiy para discutir las garantías de seguridad para su país.
En la reunión de su consejo de seguridad en Toulon la semana pasada, funcionarios alemanes y franceses discutieron sobre las tropas rusas que se concentran en las afueras de Pokrovsk, un bastión ucraniano en la región oriental de Donetsk, según personas familiarizadas con el asunto que pidieron no ser nombradas.
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Zelenskiy dijo el viernes que Rusia había reubicado a 100.000 soldados en la línea del frente a las afueras de la ciudad, que las fuerzas del Kremlin han intentado cercar y tomar sin éxito durante más de un año.
La captura de Pokrovsk abriría el camino a un asalto ruso a las ciudades mucho más grandes de Kramatorsk y Sloviansk, ya que Moscú busca el control de toda la región de Donetsk.
Las crecientes preocupaciones se producen cuando la reunión de la llamada coalición de los dispuestos en la capital francesa tendrá como objetivo finalizar las discusiones a nivel europeo sobre las garantías de seguridad para la Ucrania de la posguerra, dijeron personas familiarizadas con los planes. Los líderes también hablarán con Donald Trump.
Es probable que los europeos quieran extraer compromisos concretos sobre la contribución estadounidense a esas garantías y presionar a Washington para que endurezca las sanciones contra Rusia, ya que Putin no da señales de querer reunirse con Zelenskiy a corto plazo, dijeron las personas.
Los franceses quieren que la reunión transmita el mensaje de que Europa ha hecho su parte para apoyar a Ucrania y que depende del presidente estadounidense cumplir su amenaza de aumentar la presión sobre el Kremlin. El presidente Emmanuel Macron dijo el miércoles, junto a Zelenskiy en París, que Europa está dispuesta a ofrecer garantías de seguridad a Kiev.
El enviado especial de EEUU, Steve Witkoff, y Zelenskiy participaron en persona en la reunión junto con los primeros ministros holandés, danés, belga y polaco. También estuvieron presentes el presidente finlandés, Alexander Stubb, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa. Otros líderes se unieron por videoconferencia.
A pesar de los recientes esfuerzos de Trump por negociar el fin de la invasión rusa a gran escala, incluida una reunión con Putin en Alaska el mes pasado, Moscú no ha mostrado voluntad de comprometerse a un alto el fuego. Aunque el presidente estadounidense ha amenazado con imponer sanciones para presionar a Rusia, hasta ahora no ha llegado a imponerlas.
Garantías en discusión
Mientras tanto, los europeos han tomado la iniciativa en la discusión de posibles garantías de seguridad para Ucrania. Eso podría implicar el envío de soldados a Ucrania una vez finalizadas las hostilidades, una perspectiva que aún divide a muchos aliados europeos y que Rusia ha dicho que no puede tolerar. Trump ha descartado el despliegue de tropas estadounidenses, pero ha dicho que su país podría proporcionar un respaldo en forma de apoyo aéreo y de inteligencia.
“Ucrania va a tener que estar de acuerdo con cualquiera que sea la arquitectura de seguridad”, dijo el embajador estadounidense ante la OTAN, Matthew G Whitaker, en una entrevista en Bled, Eslovenia, el martes. Sin embargo, Rusia también “tendrá que estar cómoda”, añadió.
Una vez que Europa concluya sus conversaciones sobre las garantías, los líderes podrán comprometerse colectivamente “de forma aún más intensa” con EEUU, declaró el miércoles el secretario general de la OTAN, Mark Rutte. Obtener claridad sobre esa cuestión sería “extremadamente importante” antes de cualquier reunión en la que participen Putin y Zelenskiy, dijo.
Aún así, un alto diplomático europeo dijo que el impulso visto a principios del mes pasado en los esfuerzos diplomáticos se ha reducido, con las negociaciones estancadas mientras Rusia se prepara para seguir atacando el territorio ucraniano.
La machacona campaña ofensiva estival rusa no se ha traducido aún en ganancias territoriales significativas para el Kremlin. Las tropas de Moscú han avanzado lentamente, capturando 2.033 kilómetros cuadrados (785 millas cuadradas) en mayo-agosto o el 0,3% de la superficie total de Ucrania.
Rusia también ha intensificado los ataques aéreos en medio de los esfuerzos de Trump por poner fin a la invasión. Julio se convirtió en el mes más mortífero para los civiles en Ucrania desde mayo de 2022, ya que 589 murieron y 1.152 resultaron heridos, según la ONU. El último ataque ruso contra Kiev, el 28 de agosto, mató al menos a 25 personas, según las autoridades locales.
En ausencia de cualquier señal de que Rusia planee poner fin a su guerra, Zelenskiy y sus partidarios extranjeros están trabajando en reforzar el ejército ucraniano - un esfuerzo que el canciller Friedrich Merz describió como “la garantía de seguridad más importante que podemos dar”.
Alemania seguirá entrenando a los soldados ucranianos y se ofrecerá a reforzar las capacidades de defensa aérea del país en un 20% cada año, según declaró un funcionario del gobierno.
Berlín también planea apoyar el desarrollo de misiles de crucero, que se fabricarán en Ucrania con apoyo financiero y tecnológico alemán, y proporcionar equipamiento para cuatro brigadas de infantería mecanizada de 480 vehículos de infantería al año, añadió el funcionario.
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Cualquier pregunta sobre las tropas extranjeras en Ucrania no podrá responderse hasta que se alcance un alto el fuego, dijo Merz. Subrayó que la tarea de reforzar el ejército de Kiev debe continuar a lo largo de cualquier negociación de paz con Rusia.
“Ucrania debe ser capaz de defenderse a largo plazo”, dijo el canciller alemán. “Queremos ayudarla a hacerlo, tanto ahora como en el futuro”.
Con la colaboración de Donato Paolo Mancini, Arne Delfs, Michael Nienaber, Aliaksandr Kudrytski, Alex Kokcharov (Analista), Max Ramsay, Andrea Dudik y Flavia Krause-Jackson.
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