Bloomberg — El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, siguió los pasos de otros líderes europeos al optar por no pronunciarse sobre las crecientes tensiones entre el presidente estadounidense Donald Trump y Venezuela, en medio del despliegue militar estadounidense en la región.
Sánchez abandonó temprano el domingo la cumbre de la Unión Europea, el Caribe y América Latina en Santa Marta, Colombia.
La reunión del grupo de 60 países, que tiene como objetivo promover los lazos comerciales y las inversiones, se ha visto empañada por la escasa asistencia, con la participación de tan solo nueve jefes de Estado o de Gobierno, entre ellos Gustavo Petro de Colombia y Luiz Inácio Lula da Silva de Brasil.
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La cumbre anual UE-CELAC es la reunión de más alto nivel entre dos bloques que, en conjunto, representan el 21% del PIB mundial y el 14% de la población global. Si bien ambas regiones buscan reforzar su independencia frente al dominio de Estados Unidos y China, líderes como Lula y Petro esperaban que la reunión culminara en una declaración conjunta que criticara las amenazas estadounidenses contra el presidente venezolano Nicolás Maduro.
“La amenaza del uso de la fuerza militar se ha vuelto una vez más parte de la vida cotidiana en América Latina y el Caribe”, dijo Lula. “Se están reciclando viejas maniobras retóricas para justificar intervenciones ilegales”.
El presidente del Consejo Europeo, António Costa, también lanzó una vaga advertencia sobre las “amenazas al derecho internacional y a los valores fundamentales de la Carta de las Naciones Unidas, como la soberanía y la integridad territorial”.
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Sánchez, el líder de la UE más destacado presente en Santa Marta, evitó el tema. Durante un discurso a puerta cerrada ante los delegados, instó a los países de la región a “resolver sus disputas por medios pacíficos”, según un vídeo enviado a la prensa.
Anteriormente, había eludido la cuestión de las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela en sus declaraciones a la prensa durante la cumbre climática de Brasil la semana pasada.
“Esto es simplemente un conflicto entre Venezuela y Estados Unidos”, declaró a su llegada el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Johann Wadephul, quien asistió en representación del canciller Friedrich Merz. “Creo que el diálogo es la solución a este conflicto”. El primer ministro neerlandés, Dick Schoof, advirtió sobre el riesgo de una mayor escalada en la región del Caribe.
En una publicación en X, Petro afirmó que “fuerzas ajenas a la paz de las Américas han tratado de hacer fracasar la cumbre CELAC-Europa”, mientras que Lula declaró a periodistas en Belém, Brasil, el martes, que la reunión “solo tiene sentido en este momento si vamos a abordar el tema de los buques de guerra estadounidenses en aguas latinoamericanas”.
En los últimos dos meses, Estados Unidos ha atacado más de una docena de embarcaciones frente a las costas de Venezuela, causando la muerte de más de 60 personas a quienes Washington acusa de ser narcoterroristas que introducían drogas en Estados Unidos.
Continúan las conversaciones sobre los próximos pasos, incluyendo posibles ataques terrestres contra Venezuela e impulsando un cambio de régimen. En una entrevista reciente, al preguntársele si los días de Maduro como presidente estaban contados, Trump respondió: “Creo que sí”.
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