Bloomberg — Un senador estadounidense dijo que China debe detener el flujo de ingredientes de fentanilo a EE.UU. antes de cualquier negociación comercial, una exigencia que enturbia la perspectiva de unas inminentes conversaciones de los líderes para aliviar las tensiones entre las dos mayores economías del mundo.
Steve Daines, un estrecho aliado del presidente Donald Trump, expuso la condición en reuniones con funcionarios chinos en Pekín durante el fin de semana. El legislador republicano dijo que espera que se celebre una reunión de líderes antes de finales de año, aunque Trump dijo previamente que ocurriría pronto.
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“Será difícil tener cualquier conversación sobre aranceles y barreras no arancelarias hasta que se resuelva el asunto del precursor del fentanilo”, dijo Daines en una entrevista telefónica con Bloomberg News el domingo.
El senador de Montana, que fue intermediario de Trump durante su primera guerra comercial con China, se reunió con líderes chinos, incluido el primer ministro Li Qiang, durante el fin de semana. No se reunió con el presidente Xi Jinping, que en 2023 se sentó con el entonces líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, que encabezó una delegación bipartidista a Pekín, y con el gobernador de California, Gavin Newsom, en ocasiones separadas.
Aunque calificó su conversación con Li de constructiva, Daines hizo hincapié en una petición que Pekín puede encontrar difícil de cumplir a pocos días de nuevas acciones comerciales estadounidenses.
“Dejé claro que el presidente Trump necesita ver que China toma medidas decisivas para detener el flujo de precursores de fentanilo, no para ralentizar el flujo, sino para detenerlo”, dijo Daines.
Eso contrasta con la afirmación de China de que ya ha tomado medidas enérgicas contra el comercio de fentanilo. Pekín dijo a principios de este mes que había hecho todo lo posible por EE.UU. y que Washington debería haber dado las gracias en lugar de imponer gravámenes a las importaciones chinas.
“El calendario está trabajando en contra de una reunión”, dijo Dexter Roberts, miembro senior no residente del Atlantic Council Global China Hub e instructor de política china en la Universidad de Montana. “A medida que aumentan los aranceles por ambas partes, la probabilidad de una reunión Xi-Trump no hace más que desvanecerse”.
Funcionarios del Partido Comunista se reunieron con Daines y directores ejecutivos mundiales días antes de la fecha límite del 1 de abril para una revisión estadounidense del cumplimiento comercial de Pekín y de los planes de Trump de imponer aranceles recíprocos a nivel mundial un día después.
Es probable que China tome represalias contra cualquier nuevo freno comercial de EE.UU., como hizo después de que Trump impusiera un nuevo arancel del 10% a los productos chinos en febrero y añadiera otro 10% en marzo. China contraatacó con gravámenes a una serie de productos agrícolas estadounidenses y suspendió las importaciones de soja de tres entidades estadounidenses.
Visita de Xi
El presidente estadounidense ha señalado repetidamente su voluntad de reunirse con Xi, afirmando la semana pasada que el líder chino visitará Washington en un “futuro no muy lejano”, aunque Pekín respondió diciendo que no tenía “ninguna información” que compartir.
El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, disipó los rumores sobre la idea de una inminente reunión Xi-Trump, diciendo que requeriría una razón y que no había ninguna prevista.
“Hay un deseo por ambas partes de tener la reunión de alto nivel. Simplemente no hay una fecha todavía”, dijo Daines.
Wu Xinbo, director del Centro de Estudios Americanos de la Universidad de Fudan, en Shanghái, dijo que la visita de Daines es un paso positivo para los lazos bilaterales, incluso si una reunión Xi-Trump no está en el horizonte.
“Lo urgente es que las dos partes empiecen a hablar y a negociar en la próxima semana o dos, para evitar una mayor escalada de las tensiones a principios de abril”, dijo Wu. “La cumbre será el resultado del proceso y no el comienzo del mismo”.
Funcionarios chinos han dicho que EE.UU. no ha esbozado los pasos detallados que espera dar para remediar su papel en el comercio ilegal de fentanilo, que Trump citó como motivo de los aranceles. El equipo de Trump rechazó esa afirmación, diciendo que esperan que el periódico Diario del Pueblo publique un artículo en primera página condenando el comercio de fentanilo y que Pekín aplique la pena de muerte a los contrabandistas.
Reunión con el director general
Li afirmó durante su reunión con Daines el domingo que el desarrollo y la prosperidad de ningún país pueden lograrse imponiendo aranceles, sino sólo mediante la apertura y la cooperación, según la agencia oficial de noticias Xinhua. Li reiteró que no hay ganador en una guerra comercial y dijo que esperaba que EE.UU. y China pudieran comunicarse con franqueza, crear confianza y profundizar en la cooperación práctica.
A Daines, que trabajó en China y Hong Kong en la década de 1990 como ejecutivo de Procter & Gamble Co. (PG), se unieron en su reunión con el número 2 chino altos ejecutivos estadounidenses de visita en Pekín para el Foro anual de Desarrollo de China. Entre ellos se encontraban el CEO de FedEx Corp. (FDX), Raj Subramaniam; y Brendan Nelson, vicepresidente senior de Boeing Co. (BA), junto con altos cargos de Cargill Inc, Pfizer Inc (PFE) y Qualcomm Inc. (QCOM).
El viceprimer ministro chino, He Lifeng, se reunió el domingo con responsables de multinacionales como Apple Inc (AAPL), Brookfield Corp (BN), Medtronic Plc (MDT), Mastercard Inc (MA), Eli Lilly & Co (LLY) y Corning Inc, según un comunicado. El funcionario chino dijo que su país da la bienvenida a la empresa para ampliar la inversión y se comprometió a mejorar el entorno empresarial.
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Además del fentanilo, Daines dijo que también planteó la cuestión de las licencias de exportación caducadas para los productores estadounidenses de carne de vacuno que requieren renovación.
Daines también dijo que le gustaría organizar una delegación bipartidista de senadores estadounidenses a China a finales de este año, después de que David Perdue sea confirmado como embajador en el país. Perdue trabajó una vez en Singapur y Hong Kong ayudando a las empresas estadounidenses a conseguir mano de obra barata en los países asiáticos antes de pasarse a la política.
Con la colaboración de Philip Glamann.
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