Bloomberg — Las sequías y las lluvias intensas en las principales regiones agrícolas de China están generando preocupaciones tempranas sobre las cosechas, justo cuando los conflictos comerciales dificultan las importaciones del país.
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Todavía es demasiado pronto para evaluar cómo podría verse afectada la producción, y aún queda tiempo para que las condiciones mejoren antes de las cosechas. Sin embargo, el clima adverso recuerda que el esfuerzo de Beijing por garantizar la seguridad alimentaria para sus 1.400 millones de ciudadanos sigue estando a merced de factores climáticos cada vez más volátiles debido al calentamiento global.
La amenaza emergente para cultivos básicos como el trigo y el maíz está siendo mitigada en gran medida por las cosechas récord del año pasado, que llenaron los inventarios y deprimieron los precios de muchos productos.
Lo novedoso son las barreras arancelarias impuestas desde marzo a las importaciones de Estados Unidos y Canadá —históricamente dos de los principales proveedores de China— que afectan a una gama de cereales, oleaginosas, proteínas y productos frescos.
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Un tercio de la llanura del norte de China, una importante región productora de maíz y soja, tiene humedad insuficiente para la germinación, según Nick Vita, meteorólogo de Commodity Weather Group. Los agricultores de trigo en la zona también han visto afectado el crecimiento de sus cultivos por la sequía, lo que ha llevado a las autoridades a instar a una irrigación oportuna para mitigar los daños.
Según Donald Keeney, meteorólogo agrícola sénior en Vaisala Oyj (una empresa finlandesa de ciencias ambientales), se espera que la escasez de agua empeore, lo que aumentará el estrés sobre los cultivos de trigo, maíz y cacahuate en la región.
Al mismo tiempo, las lluvias excesivas en las zonas del noreste, donde también se cultivan maíz y soja, han retrasado las labores de preparación para la siembra de primavera en algunas granjas.
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En las provincias centrales y meridionales de Henan, Shaanxi y Guangxi, las autoridades locales están movilizándose para combatir la sequía. Se han asignado fondos especiales y se ha desviado agua de embalses para proteger la producción agrícola, informó el gobierno el lunes.
En Guangxi, la mayor región productora de azúcar de China, la sequía persistente desde el otoño ha afectado gravemente la siembra de caña de azúcar. Las tasas de fracaso en la siembra alcanzan hasta un 30% en algunas zonas, según informó China Merchants Futures Co. la semana pasada.
Las preocupaciones sobre la oferta impulsaron el alza de los futuros del azúcar en Zhengzhou la semana pasada. Sin embargo, se pronostica lluvia en los próximos 10 días, lo que podría ofrecer cierto alivio para la agricultura en la región, incluida la producción de arroz, según Vita de CWG.