Bloomberg — El presidente Donald Trump dijo que habló con el primer ministro canadiense, Mark Carney, y que ambos se reunirán después de las elecciones de Canadá, en medio de una intensificación de la guerra arancelaria entre los aliados vecinos y principales socios comerciales.
“Fue una llamada extremadamente productiva, estamos de acuerdo en muchas cosas y nos reuniremos inmediatamente después de las próximas elecciones de Canadá para trabajar en elementos de política, negocios y todos los demás factores, que terminarán siendo grandiosos tanto para Estados Unidos de América como para Canadá”, dijo Trump en un post en su plataforma de redes sociales el viernes.
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El post de Trump llamaba al líder canadiense “Primer Ministro Carney”, una ruptura con su práctica de los últimos meses, cuando se burlaba repetidamente del predecesor de Carney, Justin Trudeau, como “Gobernador Trudeau”.
Carney emitió un comunicado en el que afirmaba que habían acordado iniciar “negociaciones exhaustivas sobre una nueva relación económica y de seguridad” después de las elecciones nacionales canadienses del 28 de abril.
Pero el líder canadiense también reiteró que su gobierno planea poner en marcha aranceles de represalia después de que la administración estadounidense desvele sus nuevos impuestos a la importación el 2 de abril, que Trump ha calificado de “Día de la Liberación”.

Mientras tanto, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, y el ministro de Comercio canadiense, Dominic LeBlanc, “intensificarán” sus conversaciones para “abordar las preocupaciones inmediatas”, dijo la oficina del primer ministro.
El dólar canadiense saltó inmediatamente tras la publicación de Trump, subiendo hasta 1,4277 dólares canadienses por dólar estadounidense.
La llamada entre los dos líderes fue la primera desde que Carney asumió el máximo cargo político de Canadá el 14 de marzo. Se produjo días después de que Trump anunciara un arancel del 25% sobre los automóviles y las piezas de automóviles importados, que Carney calificó de “ataque directo” a los trabajadores canadienses del sector del automóvil y de violación del acuerdo comercial entre Estados Unidos, México y Canadá, conocido como USMCA, que Trump negoció durante su primer mandato en la Casa Blanca.
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La guerra comercial de Trump contra Canadá y México, junto con las repetidas sugerencias de que Canadá debería convertirse en el 51º Estado de EE.UU., han resquebrajado los lazos entre los dos vecinos norteamericanos. La campaña electoral canadiense se ha convertido en una contienda en la que las amenazas estadounidenses contra la economía y la soberanía de Canadá se han convertido en el tema dominante.

El Partido Liberal de Carney tiene una ligera ventaja sobre el Partido Conservador en varios sondeos recientes, pero sigue siendo una carrera muy reñida.
El primer ministro dijo el jueves que EE.UU. “ya no es un socio fiable” y que la relación entre EE.UU. y Canadá será diferente en el futuro debido a las acciones de Trump.
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“La antigua relación que teníamos con Estados Unidos, basada en la profundización de la integración de nuestras economías y en una estrecha cooperación en materia de seguridad y militar, se ha acabado”, dijo.
El principal oponente político de Carney, el líder conservador Pierre Poilievre, se presenta con lo que él llama una agenda de “Canadá primero” y dijo que Canadá necesita “ser fuerte por nosotros mismos frente a la amenaza estadounidense”. Los liberales bajo Trudeau han hecho a Canadá más vulnerable a la agresión estadounidense al debilitar la economía, ha dicho Poilievre.

Los aranceles de Trump a los automóviles, anunciados el miércoles y que entrarán en vigor la próxima semana, supondrían un duro golpe para la industria manufacturera canadiense. Canadá envió casi 50.000 millones de dólares canadienses (US$35.000 millones) en vehículos al mercado estadounidense el año pasado, lo que convierte a los automóviles en una de sus exportaciones más importantes.
Trump ya ha anunciado amplios aranceles del 25% sobre los productos importados de Canadá -con un gravamen menor del 10% sobre la energía-, aunque concedió una exención a corto plazo para los artículos enviados en el marco del USMCA. Y Trump ha amenazado con imponer más aranceles sectoriales a productos de los que Canadá es uno de los principales exportadores, incluida la madera. También planea aranceles recíprocos globales no especificados, que se darán a conocer el 2 de abril.
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Canadá ya ha aplicado impuestos de represalia a la importación del 25% sobre unos 60.000 millones de dólares canadienses (US$41.900 millones) en bienes estadounidenses hasta la fecha, y ha amenazado con aranceles sobre otros 95.000 millones de dólares canadienses, si fuera necesario.
Los canadienses también boicotean cada vez más los productos estadounidenses, lo que ha provocado las advertencias de varias empresas estadounidenses sobre el creciente sentimiento antiamericano de los consumidores al norte de la frontera.
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