Bloomberg — Shell Plc (SHEL) dijo que no tiene intención de hacer una oferta de adquisición por BP Plc (BP), refutando un informe anterior de que dos de las mayores compañías europeas estaban en conversaciones activas de fusión.
El anuncio acalla las especulaciones de que las dos grandes petroleras del Reino Unido acabarían combinándose, tras varios años de malos resultados de BP y la creciente presión del accionista activista Elliot Investment Management. La declaración de Shell significa que está sujeta al Código de Adquisiciones del Reino Unido, que le impide en gran medida presentar una oferta por BP durante seis meses.
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“En respuesta a las recientes especulaciones de los medios de comunicación, Shell desea aclarar que no ha estado considerando activamente hacer una oferta por BP”, dijo en un comunicado el jueves. La compañía “no se ha puesto en contacto con BP ni ha mantenido conversaciones con ella en relación con una posible oferta”.
Las acciones de BP subieron hasta un 10% en Nueva York el miércoles después de que el Wall Street Journal informara de que la empresa estaba en las primeras fases de las conversaciones para una adquisición con su mayor rival. Las acciones recortaron las ganancias cuando Shell desestimó rápidamente el informe calificándolo de “especulación del mercado”.
El prolongado periodo de bajo rendimiento de BP se debe en gran parte a una estrategia de cero neto adoptada por el exCEO Bernard Looney. Éste abandonó la empresa en 2023 por su conducta personal, dejando a su sucesor, Murray Auchincloss, lidiar con una estrategia de energía limpia que fracasaba.
Auchincloss anunció un “reseteo” en febrero que incluía un giro de nuevo hacia el petróleo y el gas, una reducción de la recompra de acciones y promesas de vender activos y amortizar deuda. La nueva estrategia tuvo una acogida tibia por parte de muchos inversores y no fue lo suficientemente lejos para Elliott, que ha seguido presionando para que se produzca un cambio más radical.
Con este telón de fondo, BP empezó a verse cada vez más como un objetivo potencial de adquisición. Aunque ninguna empresa presentó una oferta, se decía que varios de los pares y rivales de BP estaban valorando la situación a puerta cerrada.

Bloomberg informó en mayo de que Shell había estado estudiando las ventajas de una adquisición, pero que estaba esperando a que se produjeran nuevos descensos de las acciones y del precio del petróleo antes de decidir si iba a presentar una oferta. La principal petrolera de Abu Dhabi ha evaluado si podría comprar algunos de los activos clave de BP en caso de que la firma británica decidiera disolverse o se viera presionada para desprenderse de más unidades, según informó Bloomberg a principios de junio.
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Aunque la declaración de Shell apaga la mayoría de las especulaciones de adquisición relacionadas con BP, el statu quo de seis meses en virtud de las normas británicas sobre adquisiciones no es absoluto. Podría terminar antes de tiempo bajo un número limitado de circunstancias excepcionales, incluyendo si BP recibe una oferta de otro pretendiente o invita a un nuevo acercamiento, o hay un “cambio material” de circunstancias.
Y los grandes cambios en BP van a continuar. La empresa está buscando un nuevo presidente del consejo después de que Helge Lund anunciara en abril su intención de dimitir. El papel de Lund como respaldo clave de la estrategia “Net Zero” le convirtió en el centro de las críticas de Elliott, que sigue siendo uno de los mayores accionistas de BP.
Con la colaboración de Aaron Kirchfeld y Phil Kuntz.
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