Bloomberg — Boeing Co. (BA) dijo que el director financiero Brian West, que ayudó a orquestar una de las mayores ampliaciones de capital en la historia corporativa de EE.UU. el año pasado para estabilizar al fabricante de aviones afectado por la crisis, va a dimitir.
West dejará el cargo a mediados de agosto y será reemplazado por el exejecutivo de Lockheed Martin Corp., Jesús “Jay” Malavé. West seguirá siendo asesor del director ejecutivo Kelly Ortberg, según informó Boeing en un comunicado el lunes.
Ambos movimientos son efectivos a partir del 15 de agosto, dijo la compañía.
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El cambio de liderazgo marca el cambio de personal de más alto perfil desde que Ortberg asumió el papel principal en el fabricante de aviones el año pasado. West ayudó a Ortberg a sortear una restricción de capital y evitar una posible rebaja de la calificación a la categoría de “basura”, provocada por una huelga el año pasado y una fuerte ralentización de la producción tras un accidente casi catastrófico.
“Simplemente sentí que era el momento adecuado para pasar el testigo”, dijo West en una entrevista. “El balance es mucho más sólido, el rendimiento operativo es mejor, las perspectivas son muy alentadoras”.
Las acciones de Boeing subieron un 0,3% tras el cierre de la sesión ordinaria en Nueva York, recortando una pérdida anterior del 2,3%. La acción ha ganado un 18% en lo que va de año.
West, socio desde hace mucho tiempo del exdirector ejecutivo de Boeing, Dave Calhoun, en General Electric Co., supervisó las finanzas de la empresa mientras esta enfrentaba los reveses de calidad y proveedores posteriores al Covid.
West fue fundamental para reforzar las reservas de efectivo de Boeing con una venta de acciones por valor de US$24.000 millones el año pasado, una cifra casi récord para una empresa que cotiza en bolsa. Este año, aumentó sus reservas supervisando la subasta de la unidad de Jeppesen y otros activos digitales por US$10.600 millones.
En total, Boeing ha recaudado más de US$44.000 millones en deuda y capital para reforzar su balance desde que un fuerte accidente en un 737 Max en vuelo a principios de 2024 desencadenara investigaciones federales y una revisión de la cúpula directiva. La empresa ha comenzado a intensificar el trabajo en sus fábricas bajo la estrecha supervisión de los reguladores estadounidenses, un paso clave para generar un flujo de caja positivo y, finalmente, beneficios.
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Ortberg y Malave coincidieron brevemente a finales de la década pasada en United Technologies Corp, el fabricante aeroespacial ahora conocido como RTX Corp. Ortberg dirigió la división Collins Aerospace, mientras que Malave fue vicepresidente y director financiero de su división Carrier.
Tras su paso por L3Harris y Lockheed, Malave obtuvo el apoyo de la comunidad de analistas, y se le consideraba uno de los principales candidatos para el puesto de director financiero de Boeing una vez que West estuviera listo para dimitir. Malave dejó Lockheed Martin días antes de la presentación de resultados de abril, informando a la compañía que estaba “buscando otras oportunidades”, según un comunicado de la empresa de defensa.
Las responsabilidades de Malave incluirán dirigir la estrategia financiera de Boeing, la planificación empresarial a largo plazo, las relaciones con los inversores, las operaciones de tesorería, contraloría y auditoría, así como la unidad responsable de sus participaciones inmobiliarias globales. Dependerá de Ortberg y formará parte del consejo ejecutivo de la empresa.
“Estamos en un camino agradable, constante y predecible hacia la recuperación, sin presionar demasiado”, dijo West. “Ha resultado un poco mejor de lo que esperábamos”.
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