Bloomberg Línea — La salida escalonada de Telefónica SA (TEF) de varios mercados latinoamericanos sería un reflejo de los errores en la estrategia y las presiones financieras a las que se enfrentan las firmas de telecomunicaciones en la región, donde la reducción de competidores podría afectar inicialmente la dinámica del mercado.
Telefónica Hispam inició un proceso de desinversión en Latinoamérica en 2019, en el marco de su plan estratégico para concentrarse en mercados clave para la operación como España, Alemania, Reino Unido y Brasil.
En Argentina, Telefónica informó la venta de su unidad local a Telecom Argentina (TEO), en Colombia pactó la cesión total de sus participaciones a Millicom; y en Perú comunicó la venta de su empresa al Grupo Integra Tec, del empresario argentino José Luis Manzano.
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“A largo plazo, el mercado podría absorber estos cambios, pero el proceso de ajuste podría ser complejo debido a factores como la inestabilidad política y económica en la región”, dijo a Bloomberg Línea Erick Rincón, director del Tic-Tank de la Universidad del Rosario, en Bogotá.
Si bien la venta de activos en Colombia a Millicom (Tigo) podría impulsar la competencia y fomentar inversiones en infraestructura y tecnologías como 5G, la reducción de competidores podría afectar la dinámica del mercado, especialmente si otros actores no llenan el vacío de manera efectiva. En Perú, la venta de la filial de Telefónica también representaría un cambio significativo en el mercado local.
Aunque este proceso puede generar incertidumbre, a largo plazo podría impulsar una mayor competencia y mejores servicios para los consumidores. Sin embargo, la clave para el éxito de estos nuevos actores radica en su capacidad para adaptarse a las condiciones locales y ofrecer modelos de negocio sostenibles.
Erick Rincón, director del Tic-Tank de la Universidad del Rosario.
A pesar de los desafíos, la desinversión de Telefónica abriría oportunidades para que otros jugadores consoliden su posición en el mercado. “Empresas como Millicom (Tigo) y América Móvil (Claro) están bien posicionadas para adquirir activos y expandir su presencia en la región”, dijo el analista Rincón.
El foco es Europa
La salida de Telefónica de Latinoamérica es un proceso que refleja una estrategia de reestructuración global, enfocada en reducir la exposición a mercados volátiles y concentrarse en regiones más rentables.
Según Rincón, en Latinoamérica la inestabilidad política, la inseguridad jurídica y la volatilidad cambiaria han complicado las operaciones de Telefónica, lo que ha llevado a una pérdida progresiva de competitividad frente a otros actores como América Móvil (AMX)., del millonario mexicano Carlos Slim.
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Esta decisión responde a desafíos financieros significativos, incluyendo una deuda considerable que ha presionado a la empresa a vender activos no estratégicos. En América Latina, el problema para Telefónica es que la región ya no le genera los ingresos esperados y sus operaciones allí le están causando más pérdidas que ganancias, según el analista del sector y presidente de Digital Policy & Law, Jorge Fernando Negrete.
Es por esto que el nuevo presidente de Telefónica, Marc Murtra, expresó ante los accionistas del grupo en una reciente junta general que las tres prioridades de la compañía son “Europa, Europa y Europa”.
No obstante, Negret dijo que en Latinoamérica probablemente Telefónica mantendrá la apuesta por mercados como Brasil, con su filial Vivo, por su escala y rentabilidad.

El economista Jorge Bravo se refiere a otros factores como la falta de adaptabilidad y la ausencia de inversiones por parte de Telefónica, pues según opina en una columna para DPL la empresa no ajustó su modelo para operar de manera sostenible y en mercados como México apeló a “una estrategia beligerante en la regulación” contra su competidor América Móvil.
Telefónica perdió 49 millones de euros en 2024, un 94,5% menos en comparación al 2023. En su unidad Hispam, ingresó 9.032 millones de euros, un 7,8% más. Las pérdidas de la firma de telecomunicaciones se asociaron a un deterioro de activos de 2.000 millones de euros, especialmente en Hispanoamérica, que se han distribuido en Argentina (1.274 millones), Chile (397 millones), Telefónica Tech (243 millones) y Perú (108 millones).
Bloomberg Línea buscó una entrevista con Telefónica, pero no recibió respuesta.
Desafíos financieros para las compañías telco

La salida de Telefónica de Latinoamérica también reflejaría el nuevo escenario al que se enfrenta el sector de telecomunicaciones, que ya no genera los ingresos de antes y ahora carga el peso de una regulación mayor.
Los precios del espectro se han disparado y las regulaciones en competencia económica son “extremas”, tanto a nivel nacional como local, dijo el analista Fernando Negrete. “Cualquier alcalde pensaba que era una mina de oro el despliegue de una radio base o de fibra óptica sin comprender que esto era parte de una sociedad digital”, apuntó.
Incluso en Europa, las compañías del sector se estarían enfrentando a una sobreregulación en materia de competencia económica. Además, la fragmentación del mercado estaría impidiendo lograr una mayor escala, ya que hay más de 60 operadores en Europa, mientras que en EE.UU. solo hay tres.
Es una retirada colapsante, como cuando es una guerra, con caídos, con pérdidas. Pero es una retirada real que hacen de América Latina, salvo Brasil, Ecuador y Chile, donde todavía no sabemos qué va a pasar, y México, en donde sigue como un operador virtual.
Jorge Fernando Negrete, presidente de Digital Policy & Law
Lucas Gallitto, director para América Latina en la patronal mundial de operadores GSMA, dijo a Bloomberg Línea que si bien la región es heterogénea y es difícil generalizar, el panorama financiero para las telco “es desafiante”.
En los últimos años, la cantidad de operadores en la región se redujo. Además, “se han dado situaciones de devolución de espectro, operadores con infraestructura propia reconvertidos en operadores virtuales, cierres de operaciones y rescates o reestructuraciones financieras”.
La consolidación a través de fusiones y adquisiciones puede ayudar a los operadores a alcanzar economías de escala, dijo Gallitto.
Al mismo tiempo, esto puede intensificar la inversión y mejorar la calidad de los servicios, siempre que se realice bajo un marco regulatorio que promueva la competencia y la eficiencia.
En este sentido, citó el ejemplo de Brasil, que hace algunos años consolidó su mercado y logró un despliegue acelerado del 5G.
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Los desafíos que restan para los operadores
A pesar de los desafíos de Telefónica en la región, los analistas consideran que hay un grupo de operadores que mantienen su rumbo de expansión, como es el caso de Entel (Chile y Perú), Liberty (Caribe y Centroamérica), Millicom/Tigo (Centroamérica, Paraguay, Colombia), y América Móvil.
Según Negrete, estas empresas se caracterizan por reinvertir en el sector y por “no querer sacar las utilidades rápido”, ya que ven a más largo plazo.
A su juicio, la reconfiguración del sector telco en Latinoamérica será rápida, a medida que Telefónica se sigue desprendiendo de sus activos.
“Se demostró que sí había posibilidad de vender pronto, no sé por qué no lo habían hecho. Entró en Mutra y en menos de tres meses ya vendió Argentina, Perú, Colombia. Mutra tiene prisa, tiene urgencia, no puede esperar decisiones, está tomando el toro por los cuernos”, remató Negrete.
En su opinión, Telefónica está vendiendo correctamente: no está esperando obtener precios extraordinarios ni hacer “la venta de su vida”, sino que entiende la urgencia de entregar resultados financieros pronto y, por ello, está llevando a cabo un proceso de venta en “condiciones justas” y adecuadas para la región.
Para las empresas que siguen en el mercado telco, el gran reto será buscar la sostenibilidad, por lo que Lucas Gallitto cree que es necesario impulsar acuerdos entre operadores y plataformas que permitan hacer un uso más eficiente de las redes.
“El tráfico en las redes crece de forma acelerada año tras año (se multiplicó x14 entre 2016 y 2023) y seguirá haciéndolo. El 70% de ese tráfico en América Latina es generado por tres grandes plataformas (Meta, Google y TikTok) que no enfrentan ninguna señal de precio para ser eficientes en la gestión de su tráfico”, manifestó el ejecutivo de GSMA.
Sumado a esto, considera que los altos precios del espectro, los impuestos y tasas sectoriales específicas también son cargas financieras que deberían revisarse a la luz de los objetivos de inclusión digital y conectividad universal de los gobiernos.