Bloomberg — El CEO de Citadel, Ken Griffin, dijo que la guerra comercial del presidente Donald Trump ha desbaratado los planes de los líderes empresariales de pasar los próximos cuatro años centrados en el crecimiento.
Los CEO habían estado esperando una larga temporada sin tener que navegar por nuevas regulaciones, dijo Griffin el miércoles en la Cumbre de la Economía Mundial de Semafor.
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“Desafortunadamente, la guerra comercial, derivó en un lugar sin sentido, significa que estamos pasando tiempo pensando en las cadenas de suministro”, dijo Griffin en una entrevista que evaluó el mandato de Trump como “mixto” hasta ahora.
Griffin había criticado anteriormente los aranceles de Trump, aunque dijo estar de acuerdo con la valoración del presidente sobre los problemas a los que se enfrenta EE.UU. El miércoles, Griffin dijo que las políticas de inmigración de Trump y sus esfuerzos por reducir el despilfarro gubernamental fueron grandes victorias para la administración.
“El presidente Trump tiene un sentido increíblemente bueno de dónde están los problemas”, dijo Griffin. “Pero nos estamos moviendo demasiado rápido, nos estamos moviendo demasiado al azar, y estamos rompiendo muchos cristales al tratar de resolver algunos problemas muy reales”.
Los aranceles globales del presidente, más duros de lo esperado, algunos de los cuales pausó, han sacudido varios sectores del mercado, al igual que sus comentarios amenazando la independencia de la Reserva Federal. El S&P 500 se desplomó un 10% este año hasta el martes, aunque repuntó el miércoles después de que Trump dijera que no pensaba despedir al presidente de la Fed, Jerome Powell.
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Griffin, de 56 años, advirtió de que EE.UU. está poniendo su marca “en peligro” y dijo que los aranceles de Trump podrían ser contraproducentes. Esos gravámenes incluyen un arancel básico del 10% para la mayoría de los países y del 25% sobre las importaciones de acero y aluminio.
“La gente no va a correr a construir la fabricación en Estados Unidos”, dijo Griffin sobre los aranceles. “Con la volatilidad de la política, en realidad se socava el propio objetivo que se intenta alcanzar”.
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