Bloomberg — Johnson & Johnson (JNJ) mantiene estables sus perspectivas de ganancias a pesar de que el presidente Donald Trump avanza decididamente hacia la imposición de aranceles a la industria farmacéutica.
La investigación de la administración sobre las importaciones de medicamentos anunciada el lunes, ampliamente vista como un primer paso hacia la imposición de gravámenes a la industria, en realidad podría ser beneficiosa, dijo el CFO de J&J, Joe Wolk, en una entrevista. Es probable que la investigación demuestre que la mayoría de los medicamentos enviados a EE.UU. son genéricos baratos, no las terapias innovadoras que vende J&J, dijo.
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“En algunos aspectos, podría ser una buena noticia”, dijo. “Lo último que alguien quiere es negar a un paciente de cáncer la terapéutica oncológica que le ayudará no sólo a hacer frente a la enfermedad, sino a vencerla”.
Es probable que el espectro de los aranceles ensombrezca lo que fue un trimestre positivo para J&J. Los beneficios ajustados de la empresa aumentaron un 2,2% hasta los US$2,77 por acción, superando las estimaciones medias de los analistas. Los ingresos de US$21.900 millones también superaron las expectativas de Wall Street.
La empresa espera unos beneficios ajustados para todo el año de entre US$10,50 y US$10,70 por acción, lo que incluye un cargo de 25 centavos por acción para reflejar su reciente adquisición por casi US$15.000 millones del fabricante de fármacos contra la depresión biopolar Intra-Cellular Therapies Inc. (ITCI).
Las acciones de J&J subieron menos de un 1% en las operaciones previas a la comercialización en EE.UU. tras la publicación de los resultados. Antes del martes, las acciones habían avanzado un 6,7% en 2025.
Patentes y pleitos
J&J está luchando contra un precipicio de patentes multimillonario, ya que su segundo medicamento más importante, el tratamiento para la psoriasis Stelara, se enfrenta a la competencia de otras marcas en EE.UU. y Europa. La empresa cuenta con medicamentos más nuevos, como Darzalex, su tratamiento más vendido contra el cáncer de sangre, y el tratamiento autoinmunitario Tremfya, para compensar el declive. La empresa también se enfrenta a un futuro incierto en los tribunales después de que un juez federal rechazara su plan para llegar a un acuerdo en miles de demandas relacionadas con el talco a finales del mes pasado.
Darzalex superó las estimaciones en el trimestre, aportando US$3.200 millones, y Tremfya superó las expectativas con US$956 millones en ventas. Los dispositivos médicos de la empresa aportaron US$8.000 millones en el trimestre, por debajo de las previsiones.
Wall Street se ha centrado en las posibles consecuencias de los aranceles impuestos a la industria farmacéutica, a la que Trump ha acusado de trasladar peligrosamente su fabricación al extranjero y de cobrar en exceso en EE.UU. Aunque los medicamentos quedaron exentos de la lista inicial de aranceles del presidente, la administración ha prometido imponer gravámenes al sector en los próximos meses.
Wolk argumentó que la investigación del Departamento de Comercio sobre las importaciones de medicamentos podría aislar a la compañía del peso de futuros aranceles al demostrar que no son una amenaza para la seguridad nacional, pero no todo el mundo comparte su optimismo.
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La escala global de J&J y su dependencia de los dispositivos médicos, que también se verían afectados por los aranceles, podrían hacerla especialmente expuesta, según los analistas.
La compañía dijo el mes pasado que invertiría más de US$55.000 millones en el país en los próximos cuatro años, uniéndose a otras empresas que han prometido gastar más en EE.UU. desde la toma de posesión de Trump. J&J no reveló cómo asignaría el total, diciendo que se repartiría entre la fabricación, el gasto en I+D y las inversiones en tecnología.
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