La fusión de Movistar y Tigo en Colombia alerta por posible duopolio y riesgo para competidores

Distintas fuentes advierten que la fusión entre Movistar y Tigo-Une podría crear un duopolio con Claro, aumentando la concentración del mercado. ¿Qué riesgos hay detrás del negocio?

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Sede de Telefónica SA en Madrid, España.
29 de septiembre, 2025 | 05:00 AM

Bloomberg Línea — La posible fusión entre Movistar (Telefónica) y Tigo (Millicom) preocupa en Colombia porque podría reforzar el dominio de solo dos actores y dejar a los operadores pequeños con menos opciones para competir en medio de las presiones financieras en el sector.

En días pasados, la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) emitió un nuevo concepto técnico en el que advierte sobre posibles efectos coordinados entre el ente integrado y Claro, propiedad de América Móvil (AMX), “que podrían impactar precios y el bienestar de los consumidores”.

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Según el acuerdo divulgado en marzo, Telefónica venderá a Millicom el 67,5% que posee en Movistar Colombia por unos US$400 millones. Ahora, el Estado aún debe decidir qué hará con el 32,5% restante que tiene en Colombia Telecomunicaciones (Coltel), que nació de la liquidación de Telecom.

Millicom reiteró su propuesta de comprar en efectivo el 50% que tiene Empresas Públicas de Medellín en Tigo-Une, usando un precio por acción calculado con la misma valoración aplicada en la compra de Coltel.

Ver más: Cómo se reacomoda el sector telco con la salida escalonada de Telefónica de Latinoamérica

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Telefónica, Tigo y Claro no se pronunciaron sobre las eventuales repercusiones de un negocio que podría sacudir la industria de las telcomunicaciones en Colombia.

“De aprobarse la integración por parte de la Superintendencia, resulta innegable que va a haber una situación de mercado donde los dos grandes van a tener más del 85% del mercado”, dijo a Bloomberg Línea Danilo Romero, socio en el bufete de abogados Holland & Knight.

Detalló que en el hipotético caso de que se apruebe la integración, lo fundamental es que los eventuales condicionamientos garanticen que los usuarios no resulten afectados en aspectos como precio, calidad, cobertura o innovación del servicio.

Romero considera que es clave que la entidad incorpore políticas de procompetitividad que fortalezcan la dinámica del sector, permitiendo que coexistan jugadores más pequeños y que otros potenciales actores entren al mercado.

La Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) es la autoridad con la competencia exclusiva para autorizar o rechazar la operación.

“La fusión entre Tigo-UNE y Telefónica (Movistar) en Colombia podría efectivamente generar un duopolio junto con Claro”, según Erick Rincón, abogado y director del think tank del Centro de Pensamiento para Innovar de la Universidad del Rosario. “Colombia podría convertirse en uno de los países con mayor concentración de mercado relevante en telecomunicaciones del mundo”.

A su juicio, esto implicaría menos competencia efectiva y riesgos para la sostenibilidad del mercado, afectando a operadores más pequeños y a los operadores móviles virtuales (OMV) que dependen de un entorno competitivo estable.

Ver más: Claro Colombia no pierde el liderazgo del mercado con fusión Tigo-Movistar: habla su CEO

Respecto al panorama competitivo general del sector telco en Colombia, Claro sigue siendo el principal competidor, con una participación que supera el 50% del mercado, con gran parte de su fortaleza radica en su infraestructura 5G.

Tigo y Movistar, con sus próximas fusiones, se posicionan para competir de forma mucho más intensa, pero con menos jugadores destacados en el mercado, ya que WOM, que concentra solo un 7% del mercado, está en un proceso de reorganización.

“Esto reduce la pluralidad e incrementa la concentración del mercado, lo que preocupa a los reguladores. Además, la ampliación del 5G, la cobertura rural y la inclusión digital son retos relevantes para el sector”, dijo Cárdenas.

Francisco Reyes Villamizar, exsuperintendente de Sociedades y consultor del Banco Mundial, alertó que la posible fusión entre Telefónica y Tigo sería "gravísimo".

“La verdad es gravísimo, es propiciar un duopolio, (...) una operación que definitivamente no debería autorizarse”, afirmó.

Señaló que la reducción de competidores en un sector tan sensible como las telecomunicaciones abre la puerta a cartelización, precios más altos y perjuicio para los consumidores, además de un posible conflicto de interés del Estado por su participación en una de las empresas involucradas.

Las críticas de WOM

WOM Colombia

WOM advirtió a Bloomberg Línea que la eventual fusión entre Telefónica y Tigo-UNE, sumada al dominio de Claro, configuraría un duopolio en el país.

Según la compañía, esto podría derivar en “precios más altos, menor calidad, un menor avance en el cierre de la brecha de conectividad, menor innovación e inversión y, en el corto plazo, en la expulsión de los operadores más pequeños”.

La empresa señala que el sector colombiano de telecomunicaciones ya enfrenta una coyuntura difícil por los altos costos del espectro, la carga regulatoria y tributaria, las barreras de acceso y la alta concentración.

A su juicio, la integración profundizaría estos problemas y afectaría directamente a los usuarios.

Por ello, WOM considera “indispensable que la SIC imponga condicionamientos sólidos" que permitan a los operadores de menor tamaño competir y ser sostenibles en un mercado que califica como altamente desfavorable.

Los jugadores más pequeños y los conceptos técnicos apuntan a que es importante garantizar condiciones efectivas de acceso, impedir conductas alineadas con Claro y prohibir la migración automática de clientes de Movistar, asegurando que estos decidan libremente si permanecen o cambian de operador.

A su vez, ETB alerta que, si Tigo y Movistar ofrecen combos de servicio fijo y móvil tras su fusión, se formaría un duopolio que les daría ventaja para captar clientes y pondría en riesgo a competidores más pequeños.

El pedido puntual de ETB es que no se les permita a Tigo y Movistar integrar y empaquetar esos servicios de fijo y móvil tras su fusión.

El asunto de la competencia es una discusión de larga data en Colombia y ha evolucionado en consecuencia.

En 2019, siete operadores del país, incluyendo Movistar y Tigo, enviaron una carta a la Organización para Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) advirtiendo la concentración de mercado y los supuestos desequilibrios generados por la dominancia de Claro.

En respuesta, Claro le dijo a la OCDE que “en lugar de promover la competencia en beneficio de los usuarios, los otros competidores quieren lograr ventajas regulatorias que les permitan ganar mercado sin hacer las inversiones que el país necesita”.

En los 30 años de operación que tiene Claro en Colombia ha invertido US$16.000 millones, lo que representa más de 50% de la inversión en el sector de las telecomunicaciones.

El año pasado, diez compañías enviaron una comunicación al presidente colombiano, Gustavo Petro, reclamando “una decisión inmediata en relación con la posición dominante de Claro” en el mercado de servicios móviles, declarada por Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC) en 2021.

En una reciente entrevista con Bloomberg Línea, el CEO de Claro Colombia, Rodrigo de Gusmao Ribeiro, manifestó que el dominio de la compañía se mantendrá pese a la fusión entre Telefónica y Tigo. “En el segmento móvil estamos en 47%-48% de market share, ellos van a llegar a 42%-43%; en el segmento fijo tenemos 37%, ellos llegarán a 34%-35%. Nosotros mantenemos el liderazgo en Colombia”, dijo.

Camilo Cuervo, socio del bufete Holland & Knight, señaló a Bloomberg Línea que más allá de la concentración del mercado, lo relevante es que las empresas resultantes del negocio entre Telefónica y Tigo tengan músculo financiero para traer al país tecnologías de punta como el 5G o el internet satelital de alta velocidad.

En su visión, es mejor tener dos compañías fuertes que puedan invertir en innovación, que varios actores sin capacidad de modernizar las redes. “El número perfecto sería dos, que compitan duro en precios, que eviten los abusos al consumidor, pero que además paralelamente tengan la capacidad económica, el músculo, para poder traer las tecnologías que están desarrollándose en el mundo”, dijo Cuervo.

Un mercado ya debilitado

Operadores móviles

Las preocupaciones sobre la integración de Telefónica y Tigo surgen en un escenario de alerta por la salud financiera de las compañías de telecomunicaciones, que incluso ha sido reconocida por Claro.

Para la GSMA, patronal mundial del sector de las telecomunicaciones, el panorama financiero de las telco en Colombia es desafiante, con ingresos promedio por usuario en descenso y desventajas regulatorias frente a las grandes plataformas digitales.

En este contexto, el director para América Latina de GSMA, Lucas Gallitto, dice a Bloomberg Línea que los operadores necesitan mayor escala para sostener sus inversiones en 5G.

“Con mayor escala, se reducen los costos fijos y se logra mayor eficiencia en el uso de recursos como el espectro”, comentó.

Gallitto subraya que no existe un número ideal de operadores que garantice competencia en todos los mercados.

Ver más: 5G entra en etapa decisiva en Latam en 2025: ¿qué desafíos enfrentarán las telcos?

“Son los propios mecanismos del mercado los que deben determinar la estructura óptima”, afirma el director regional de GSMA. Lo clave, a su juicio, es que haya un entorno que incentive a invertir, innovar y mejorar la calidad del servicio.

En esa línea, considera que “la consolidación es una herramienta que puede ayudar a lograr sostenibilidad y eficiencia” en el sector.

Algunos expertos del sector, como el analista y presidente de Digital Policy & Law, Jorge Fernando Negrete, se han referido a los desafíos que han enfrentado empresas como la propia Telefónica para alcanzar una mayor escala en regiones como Europa.

Explica que la mayor fragmentación del mercado estaría impidiendo lograr una mayor escala, ya que hay más de 60 operadores en Europa, mientras que en EE.UU. solo hay tres principales.

En EE.UU., no obstante, se evidencia una menor concentración del mercado por parte del primer competidor, Verizon, cuya cuota en el negocio de servicios móviles para el segundo trimestre cayó al 36% frente al 39% de 2022.

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