Bloomberg — Nissan Motor Co. dijo que los recortes de empleo que anunció como parte de una reestructuración más amplia en la empresa podrían costar 60.000 millones de yenes (US$418 millones) adicionales este año fiscal.
La estimación sobre el gasto que supondrá la eliminación de puestos de trabajo fue compartida con los analistas por el CFO, Jeremie Papin, a principios de este mes, según mostró una transcripción de la llamada publicada el viernes. Los costos adicionales se reflejarán en el año fiscal en curso que comenzó el 1 de abril, según la presentación.
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El alicaído fabricante de automóviles había prometido recortar 20.000 puestos de trabajo y cerrar siete de sus 17 fábricas tras registrar una pérdida neta de US$4.500 millones durante el ejercicio fiscal que finalizó en marzo. Aunque la pérdida de puestos de trabajo y el cierre de fábricas incluirán operaciones nacionales, aún no se ha decidido dónde se llevarán a cabo, según la declaración de Papin.
El CEO Ivan Espinosa, que tomó el timón en abril, y su equipo ejecutivo han recibido el encargo de rescatar a Nissan de su peor crisis en décadas. La debilidad de las ventas en EE.UU. y China, una línea de productos obsoleta y una cúpula directiva en plena revuelta la han dejado lastrada con una caída de los beneficios y un montón de deudas.
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El plan de Espinosa amplió el de su sucesor, Makoto Uchida, que fue destituido este año tras el fracaso de un ambicioso plan para combinar fuerzas con Honda Motor Co. (HMC).
Nissan está ansiosa por crear nuevas alianzas, pero no necesita ayuda para volver a ponerse en pie, dijo Espinosa durante una entrevista con Bloomberg TV.
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