Bloomberg — Elon Musk, la persona más rica del mundo, pasó el final de la llamada de resultados de Tesla Inc (TSLA) suplicando a los inversores que ratificaran su próximo paquete salarial de un billón de dólares y arremetiendo contra las firmas asesoras de accionistas que se han manifestado en contra del plan.
“Solo creo que tiene que haber suficiente control de voto para dar una fuerte influencia”, dijo Musk, interrumpiendo a su director financiero en la cola de una llamada de 75 minutos. “Pero no tanto como para que no me puedan despedir si me vuelvo loco”.
Fue el clásico Musk: un final fogoso para lo que, por lo demás, había sido una aburrida llamada de resultados en la que se habló de las iniciativas de inteligencia artificial de Tesla, los robots Optimus y el servicio de robotaxi. Los accionistas votarán sobre el paquete salarial en la reunión anual de Tesla el 6 de noviembre en Austin.
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“Simplemente no me siento cómodo construyendo un ejército de robots aquí y luego ser destituido a causa de algunas recomendaciones asínicas de ISS y Glass Lewis que no tienen idea”, dijo Musk, refiriéndose a los servicios de asesoramiento de representación que, según él, no están votando en interés de los accionistas.
El director financiero de Tesla, Vaibhav Taneja, con las últimas palabras antes de que terminara la llamada, argumentó que el comité de la junta que reunió el paquete de compensación propuesto lo hizo asegurándose de que Musk no obtuviera ningún beneficio a menos que los accionistas obtuvieran ganancias sustanciales. Instó a los accionistas, en más de una ocasión, a votar a favor del plan.
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