Bloomberg — Neuralink Corp., la empresa de implantes cerebrales de Elon Musk, espera colocar sus chips en 20.000 personas al año para 2031, generando al menos US$1.000 millones de ingresos anuales, en un importante avance de su trabajo para tratar enfermedades y obtener un acceso sin precedentes a la mente humana, según documentos revisados por Bloomberg.
Dentro de seis años, la empresa también planea tener unas cinco grandes clínicas en funcionamiento, con al menos tres versiones de su dispositivo disponibles, según una presentación reciente mostrada a los inversores. Una versión, Telepathy, sirve para posibilitar la comunicación entre el cerebro y las máquinas; otra, Blindsight, pretende dar visión a las personas ciegas; y una tercera, Deep, trataría los temblores y la enfermedad de Parkinson.
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Las proyecciones financieras, así como el trabajo de la empresa en pacientes con temblores y Parkinson, no se habían hecho públicas anteriormente. Los representantes de Musk y Neuralink no respondieron inmediatamente a una solicitud de comentarios.
Los objetivos declarados de la empresa muestran la enorme escala de la visión de Musk para Neuralink y el ambicioso calendario con el que pretende operar. Hasta ahora se sabe públicamente que menos de 10 personas tienen dispositivos cerebrales Neuralink como parte de ensayos clínicos, y ningún paciente los tiene para restaurar la visión o tratar el Parkinson.
Para 2029, la empresa espera obtener la aprobación reglamentaria en EE.UU. para su dispositivo Telepathy, y espera realizar 2.000 cirugías al año y generar al menos US$100 millones en ingresos anuales, según los documentos. Después, para 2030, Neuralink prevé el lanzamiento de su chip de restauración de la vista Blindsight, que se ampliará a 10.000 cirugías al año y reportará más de US$500 millones.
Las cifras suponen “un reembolso conservador de US$50.000 por cirugía”, muestran los documentos.
Neuralink ha recaudado US$1.300 millones de inversores y ahora está valorada en US$9.000 millones, según PitchBook.
Las empresas de interfaces cerebro-ordenador como Neuralink han atraído una gran atención e inversión en los últimos años por sus potenciales aplicaciones médicas. Los reguladores estadounidenses no han aprobado ningún dispositivo para su uso permanente en humanos, ya que las empresas siguen trabajando en la recopilación de datos sobre seguridad y eficacia.
Musk ha alcanzado varios hitos con Neuralink, aunque también es conocido por exagerar la rapidez con la que podrá alcanzar logros tecnológicos. Por ejemplo, en 2015, Musk dijo que los vehículos de Tesla Inc. (TSLA) serían capaces de conducirse solos en tres años. Aplazó el plazo varias veces y finalmente lanzó Robotaxis para pruebas el mes pasado.
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Como parte de los ensayos clínicos, pacientes paralíticos han utilizado dispositivos Neuralink para controlar ordenadores, lo que les ha permitido navegar por Internet, jugar y editar vídeos. La empresa también ha estado probando su implante de visión en monos.
Varias otras empresas de implantes cerebrales están construyendo y probando dispositivos para estimular o leer datos del cerebro. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos no ha aprobado comercialmente ninguna interfaz cerebro-ordenador para su implantación permanente.
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