Bloomberg — Stellantis NV planea invertir alrededor de US$10.000 millones en Estados Unidos mientras el fabricante de vehículos utilitarios deportivos Jeep y camionetas Ram se reorienta hacia el mercado que resulta clave para sus ganancias, según personas familiarizadas con la situación.
La automotriz podría anunciar en las próximas semanas unos US$5.000 millones adicionales, además de una cantidad similar asignada anteriormente este año, dijeron las fuentes, que pidieron no ser identificadas al tratar información no pública. Las inversiones, que se realizarían a lo largo de varios años, podrían destinarse a plantas —incluyendo reaperturas, contrataciones y nuevos modelos— en estados como Illinois y Michigan, agregaron.
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Stellantis se enfoca en recuperar el éxito pasado de la marca Jeep y está considerando nuevas inversiones en Dodge, lo que podría derivar en un nuevo muscle car Dodge V8, e incluso en la marca Chrysler a largo plazo, indicaron algunas fuentes. Las conversaciones están en curso, no se ha tomado ninguna decisión final y el monto y los proyectos objetivos aún podrían cambiar.
El nuevo gasto refleja los esfuerzos del director ejecutivo Antonio Filosa, nombrado en mayo, para recalibrar las inversiones por regiones, dijeron las fuentes. Bajo el exCEO Carlos Tavares, Stellantis impulsó de manera agresiva el traslado de su producción y operaciones de ingeniería a países de menor costo como México. También invirtió fuertemente en Europa, donde la demanda de autos es débil y la rentabilidad baja, en los años posteriores a la creación del grupo en 2021.
“Como parte de los preparativos para la actualización de la estrategia de la empresa y el día de los mercados de capitales del próximo año, el CEO lidera una evaluación exhaustiva de todas las inversiones futuras. Este proceso está en curso”, dijo un representante de prensa por correo electrónico, sin brindar más detalles.
Las acciones de Stellantis reflejarían las de empresas de distintas industrias que anuncian grandes planes de inversión en la economía más grande del mundo para ganar el favor del presidente Donald Trump y, al mismo tiempo, mitigar el impacto de los aranceles. En agosto, Hyundai Motor Group de Corea del Sur anunció que aumentaría su inversión en Estados Unidos en US$5.000 millones, hasta US$26.000 millones para 2028, y varias grandes farmacéuticas europeas también han prometido miles de millones de dólares en nuevos gastos.
El dinero también podría ayudar a cumplir la promesa del presidente John Elkann, quien se ha reunido previamente con Trump para discutir inversiones estadounidenses, de fabricar una nueva camioneta mediana en su planta inactiva en Belvidere, Illinois, donde la compañía se ha comprometido a reincorporar a unos 1.500 empleados. Esta medida podría ayudar a calmar al sindicato United Auto Workers, que ha mantenido conversaciones previas con Stellantis sobre el tema.
Stellantis prepara el anuncio mientras ha estado presionando a la administración en los últimos días para eximir o suavizar un posible arancel del 25% que de otro modo podría aplicarse a las camionetas Ram de tamaño medio que la empresa produce en México.
Filosa, veterano de la industria proveniente de la empresa predecesora Fiat Chrysler Automobiles, lucha por estabilizar un grupo que ha sufrido fuertes pérdidas de participación de mercado en Estados Unidos y Europa tras una serie de errores estratégicos bajo Tavares. También busca manejar las consecuencias de los aranceles de Trump, que están remodelando el panorama automotriz global.
Algunos de esos esfuerzos comienzan a dar resultados, con un aumento en las entregas en Estados Unidos durante el tercer trimestre que ayudó a impulsar el optimismo de los inversores el jueves.
El nuevo CEO ha comenzado a cancelar algunas inversiones en Europa, incluyendo la decisión de retirar apoyo a una empresa conjunta de vehículos de hidrógeno con Michelin y Forvia SE. Stellantis también está considerando vender su negocio de carsharing Free2move, informó Bloomberg esta semana. A principios de año contrató a McKinsey & Co. para asesoramiento estratégico sobre Maserati y Alfa Romeo. La compañía ha negado repetidamente cualquier plan de vender Maserati.
El mayor enfoque en Estados Unidos alarma a los sindicatos en Europa, donde el propietario de marcas como Fiat y Peugeot enfrenta exceso de capacidad de fabricación. Al igual que sus rivales, Stellantis enfrenta exceso de capacidad mientras fabricantes chinos liderados por BYD Co. se expanden en la región con autos a precios competitivos. Stellantis está pausando temporalmente la producción en ocho de sus plantas en Europa ante la baja demanda de modelos como el vehículo utilitario deportivo Alfa Romeo Tonale y el Fiat Panda.
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Filosa se reunirá con representantes de los sindicatos italianos el 20 de octubre, en medio de crecientes preocupaciones por posibles cierres de plantas. A fines del año pasado, la compañía presentó un ambicioso plan de producción para Italia, lo que aumenta la presión sobre Filosa para cumplir esas promesas.
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