Tylenol en el ojo de la tormenta: El fabricante Kenvue tambalea tras advertencia de Trump

Las advertencias de Trump sobre la relación no probada entre el uso de Tylenol durante el embarazo y el autismo en los niños corre el riesgo de revigorizar un aluvión de litigios sobre el tema que la empresa ha tratado de dejar atrás.

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Un empleado reenvasa comprimidos de paracetamol Progesic en la zona de montaje secundario de las instalaciones de almacenamiento de Toll City, operadas por Toll Holdings Ltd, una unidad de Japan Post Holdings Co., en Singapur, el miércoles 18 de julio de 2018.
Por Redd Brown - Jef Feeley
24 de septiembre, 2025 | 12:53 AM

Bloomberg — El presidente Donald Trump creó una crisis potencialmente existencial para el fabricante de Tylenol Kenvue Inc. (KVUE) con sólo tres palabras sobre el producto más reconocido de la compañía: “no lo tome”.

Las advertencias de Trump sobre la relación no probada entre el uso de Tylenol durante el embarazo y el autismo en los niños corre el riesgo de revigorizar un aluvión de litigios sobre el tema que la empresa ha tratado de dejar atrás. En diciembre, un tribunal federal desestimó las demandas que alegaban una relación entre el principio activo del analgésico de venta libre y el trastorno del desarrollo.

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La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. ha iniciado el proceso para un cambio en la etiqueta de los productos que contienen paracetamol que dirá que el ingrediente está asociado con un mayor riesgo de autismo en los niños cuando lo toman las mujeres embarazadas. También ha emitido una carta relacionada alertando a los médicos de todo el país.

Si la FDA consigue obligar a Kenvue a añadir los riesgos de autismo a la etiqueta de Tylenol, los consumidores que demanden a la empresa para responsabilizarla del autismo de sus hijos probablemente podrán utilizar las nuevas advertencias como prueba ante los tribunales, afirman los abogados de los demandantes.

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Una renovada lucha legal corre el riesgo de hacer descarrilar a una Kenvue ya asediada que está luchando por renovar su negocio, dar la vuelta a la ralentización de las ventas y mantener contentos a los inversores bajo la dirección del CEO interino Kirk Perry. También coloca al fabricante de Tylenol en su mayor crisis de relaciones públicas desde que siete personas murieron tras ingerir cápsulas de Tylenol con cianuro en la década de 1980.

“La advertencia de Dear Doctor sobre los posibles vínculos entre el Tylenol y el autismo durante el embarazo insufla nueva vida a las demandas que apuntan a esta sospecha tan arraigada y volverá a poner el tema sobre el tapete”, afirmó Mark Lanier, un veterano abogado de demandantes que ganó un veredicto de US$4.700 millones en 2018 contra la antigua matriz de Kenvue: Johnson & Johnson. Los jurados concedieron ese dinero a 20 mujeres alegando que J&J ocultó los riesgos de cáncer de su icónico talco para bebés. Ese veredicto se redujo posteriormente a US$2.100 millones y J&J acabó pagando US$2.500 millones con intereses.

La nueva advertencia exigida por la FDA podría servir como prueba contundente ante los jurados, aunque no explicite una relación causal entre el fármaco y el autismo, dijo Stacey Lee, profesora de derecho de la Universidad Johns Hopkins. Los tipos de estudios que se han realizado hasta la fecha para investigar una posible relación no pueden determinar la causalidad.

“Sobre el litigio, el aviso de la FDA afirma que “no se ha establecido una relación causal”, dijo un portavoz de Kenvue. “Estamos de acuerdo con la ciencia y creemos que seguiremos teniendo éxito en los litigios, ya que las alegaciones carecen de mérito legal y de apoyo científico”.

Kenvue podría intentar demandar al gobierno federal, pero los expertos legales afirman que las probabilidades de que la empresa pueda ganar una demanda de este tipo son escasas. Los tribunales conceden a la FDA una amplia latitud a la hora de sopesar los riesgos para la salud, especialmente durante el embarazo, dijo Lee.

“La verdadera cuestión es si Kenvue demandará simplemente como un esfuerzo para cambiar la narrativa, independientemente de la validez jurídica de sus afirmaciones”, dijo Elizabeth Burch, profesora de derecho de la Universidad de Georgia, especializada en la ley de responsabilidad de productos y en el sistema federal de gestión de casos de daños masivos. “Cualquiera puede demandar en este país. Si esa demanda es meritoria o de buena fe es una cuestión aparte que debe decidir un juez”, añadió.

Las acciones de Kenvue cerraron el martes un 1,6% al alza, ya que la empresa evitó el peor de los escenarios posibles, en el que la FDA prohibiera rotundamente o limitara de forma significativa el tratamiento. La falta de nuevas pruebas científicas tras la advertencia del gobierno también ha tranquilizado a los inversores. Las acciones de Kenvue han caído un 19% en lo que va de año.

Un periodo tórrido

Los crecientes riesgos legales llegan tras un periodo tórrido para Kenvue. En los dos años posteriores a su escisión de Johnson & Johnson, la empresa de productos de consumo luchó por encontrar una base sólida bajo la dirección de su consejero delegado, Thibaut Mongon, lo que llevó a los inversores activistas a aumentar la presión para que se produjeran cambios.

A principios de este año, Kenvue instaló en su consejo a Jeffrey Smith, CEO de Starboard Value, para evitar una batalla por poderes con el fondo de cobertura. TOMS Capital Investment Management amasó una participación en la empresa con el objetivo de presionar a Kenvue para que recorte su cartera. Y en abril, el Financial Times informó de que el fondo de cobertura Third Point había acumulado una participación.

Kenvue anunció una serie de cambios este verano para apaciguar a esos inversores, incluido el nombramiento de Perry como consejero delegado interino mientras la empresa busca un sustituto permanente. Kenvue también dijo que estaba llevando a cabo una revisión estratégica de su cartera de marcas, que incluye Neutrogena y Band-Aid, entre otras. La empresa está considerando la venta de algunas de sus marcas más pequeñas de cuidado de la piel, según informó Reuters en junio.

El telón de fondo económico no ha ayudado a la situación de Kenvue, ya que los consumidores han ido retrayendo sus compras presionados por la persistente inflación, la ralentización del mercado laboral y los elevados tipos de interés. Las ventas orgánicas de la empresa se han contraído durante dos trimestres consecutivos, una tendencia que los analistas prevén que continúe en el tercer trimestre.

El mes pasado, Kenvue recortó drásticamente su objetivo de ventas para todo el año al tener que hacer frente a problemas de ejecución que probablemente persistirán durante el resto del año.

Según Keonhee Kim, analista de Morningstar, Tylenol aporta un porcentaje de ventas de un dígito medio-alto, lo que la convierte en la mayor marca de Kenvue.

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Además de exponer a la empresa a una serie de riesgos legales, la advertencia del gobierno contra Tylenol podría dañar la marca y reducir el consumo, escribió Filippo Falorni, analista de Citi, en una nota a los clientes. También podría asustar a un conjunto más amplio de consumidores, más allá de las mujeres embarazadas, empujándoles a utilizar otros métodos de reducción del dolor, añadió Falorni.

La comunidad científica en general ha advertido de que las afirmaciones del gobierno podrían crear confusión entre las personas que intentan tratar la fiebre, una afección especialmente peligrosa para las madres embarazadas y sus hijos.

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