Bloomberg — Un informe de resultados optimista de Nvidia Corp. (NVDA) sería un buen augurio para un repunte de la renta variable estadounidense, ya que los inversores tienen unos US$7 billones aparcados en fondos de efectivo, según los estrategas de BBVA.
El posicionamiento institucional en el sector tecnológico estadounidense es “poco exigente”, con los hedge funds y los fondos de inversión aún sustancialmente infraponderados, afirmó el estratega Michalis Onisiforou. La exposición de los Commodity Trading Advisors, que siguen la tendencia, al mercado bursátil en general también es neutral, mientras que los fondos de control de la volatilidad tienen mucho margen para añadir riesgo, afirmó.
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“Con el largo institucional en renta variable lejos de los niveles de exuberancia”, Onisiforou dijo que la configuración favorece una mayor exposición a las acciones.
El S&P 500 había repuntado desde un mínimo de abril por el optimismo en torno al alivio de las tensiones comerciales, pero el indicador cayó la semana pasada por las preocupaciones sobre el déficit fiscal y el resurgimiento de las tensiones arancelarias. La atención se centra ahora en el informe de resultados del primer trimestre de Nvidia, previsto para el miércoles, ya que este valor de US$3,2 billones se considera un barómetro de la demanda de inteligencia artificial.
Aunque las acciones de Nvidia también han repuntado cerca de un 40% en las últimas siete semanas, el valor sigue estando cerca de un 14% por debajo de su máximo histórico de enero. Con una relación precio/beneficios de alrededor de 28, cotiza muy por debajo de su valoración media de cinco años de 40, según datos recopilados por Bloomberg.
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Aún así, Onisiforou advirtió que el reciente repunte había dejado a la acción cerca de niveles de sobrecompra, lo que sugiere “un telón de fondo desafiante para el informe de ganancias”.
La demanda de los compradores minoristas, que este año han adquirido sistemáticamente caídas en las acciones estadounidenses, también se debilitó brevemente antes de reactivarse por la rebaja de la calificación de la deuda por parte de Moody’s Ratings, dijo el estratega.
Con la ayuda de Neil Campling.
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