Bloomberg — Volkswagen AG y los líderes sindicales llegaron a un acuerdo para reducir la capacidad de su marca homónima y al mismo tiempo evitar el cierre de fábricas, poniendo fin a tres meses de tensas negociaciones y previniendo más huelgas sindicales.
VW acordó mantener operativas las diez fábricas alemanas de la marca y restablecer los acuerdos de seguridad laboral hasta 2030, según anunció el viernes el comité de empresa. A cambio, los trabajadores acordaron renunciar a algunas bonificaciones, reducir el número de aprendices que obtienen empleo permanente y reducir la capacidad en cinco plantas en varios cientos de miles de unidades.
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Las medidas, pactadas en cinco rondas de negociaciones, están muy lejos de los drásticos ahorros que VW propuso originalmente. Los líderes sindicales se opusieron con firmeza a los planes de despedir a miles de trabajadores, reducir los salarios mensuales y cerrar tres fábricas alemanas para hacer que la marca VW fuera más competitiva.
Sin embargo, la dirección convenció a los dirigentes sindicales para que trasladaran la producción del hatchback Golf desde la fábrica de Wolfsburg, en Alemania, a México y redujeran la capacidad en su planta de vehículos eléctricos en Zwickau.
El acuerdo le ofrece al director ejecutivo Oliver Blume un nuevo comienzo para sacar adelante al mayor fabricante de automóviles de Europa, que enfrenta una disminución de su participación en el mercado en China y una desaceleración de la demanda de vehículos eléctricos en Europa y Estados Unidos.
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