¿El regreso de las materias primas rusas? En realidad nunca se han ido

Rusia
Por Javier Blas
25 de febrero, 2025 | 09:25 AM

No se trata de si las materias primas rusas volverán al mercado internacional, sino de cuándo lo harán y en qué condiciones.

Se acerca ese momento, pero el levantamiento de las sanciones por parte de Occidente y la normalización de las transacciones comerciales no serán tan bajistas para los precios como parece a simple vista.

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Con el inicio de las negociaciones entre EE.UU. y Rusia por la guerra entre Ucrania y Rusia, existen dos opiniones enfrentadas en el mercado.

Una de las partes considera que las conversaciones serán largas y tortuosas, de modo que las sanciones se mantendrán durante meses, tal vez años. Según la otra, el alivio está a la vuelta de la esquina.

Me parece más probable lo segundo. Es más, lo que realmente importa no son las sanciones, sino su aplicación.

Y después de la última semana, ¿alguien cree realmente que el Tesoro de Estados Unidos dará prioridad a vigilar, por ejemplo, las exportaciones de petróleo de Rusia? ¿O que los diplomáticos estadounidenses están presionando a los países asiáticos para que eviten las materias primas procedentes de Rusia? ¿O que la Casa Blanca no está deseando el regreso de las petroleras estadounidenses a Rusia?

El régimen de sanciones se está desmoronando, en la realidad, si bien todavía no en la ley.

Hay mucho en juego.

Rusia es una superpotencia en el sector de las materias primas, entre las cinco primeras en numerosos mercados, desde el crudo hasta el aluminio, pasando por el trigo, y es un proveedor clave para sus vecinos.

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Antes de que Vladimir Putin invadiera Ucrania en 2022, interrumpiendo los flujos, Rusia suministraba a Europa el 25% de su petróleo, otro 50% de su carbón y casi el 40% de su gas.

La guerra puso patas arriba el comercio, pero la producción rusa de materias primas no cambió mucho. En algunos casos, la producción es hoy mayor que en 2021.

Eso fue, en parte, intencional. Washington, Londres y Bruselas se enfrentaron a una difícil elección: embargar las materias primas rusas y presenciar una inflación altísima, o permitir que el comercio continuara, financiando al Kremlin en su guerra contra Ucrania.

En cambio, eligieron una tercera vía imposible: imponer sanciones, pero con suficientes lagunas legales para que el flujo continuara.

Por lo tanto, el levantamiento de las sanciones puede no hacer bajar los precios, al menos no en el muy corto plazo. Tomemos el petróleo. La producción de crudo ruso no está limitada por las sanciones occidentales, sino más bien por sus propias decisiones como miembro del cártel de la OPEP+.

Es cierto que la producción petrolera rusa es menor que a fines de 2021, aproximadamente 9,7 millones de barriles por día, en comparación con 10,6 millones de barriles. Pero la producción de otras naciones líderes de la OPEP+, como Arabia Saudita, ha disminuido en una cantidad similar, si no más.

Gráfico de producción de petróleo ruso

Los productos agrícolas son otro ejemplo de un sector del mercado de materias primas que no se verá afectado.

Más allá de la fricción creada por las sanciones bancarias, Rusia ha podido exportar tanto de sus cultivos como ha querido. De hecho, las exportaciones de trigo en 2023-24 alcanzaron un máximo histórico de 55 millones de toneladas métricas, un 60% más que en 2021-22.

El sector metalúrgico es similar. La producción rusa de aluminio aumentó el año pasado a 3,8 millones de toneladas, la más alta en más de una década.

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La excepción es el gas natural. Irónicamente, las sanciones al gas son rusas, no occidentales. Fue Moscú el que, en general, dejó de vender su gas a Europa. Allí donde el producto básico todavía está disponible, como en forma de gas natural licuado, Europa sigue siendo un comprador dispuesto.

De hecho, algunos países europeos están comprando GNL ruso en cantidades récord, más de 1.000 días después de la invasión.

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Aunque no espero que Europa vuelva a comprar tanto gas ruso como antes, está claro que cuando vuelva a fluir, aunque sea a un pequeño grupo de países, el impacto será grande.

Los precios de referencia del gas natural al por mayor en Europa podrían caer un 25%, si no más, el año que viene si hay gas ruso disponible. Eso, a su vez, hará bajar también los precios de la electricidad.

Siempre he anticipado que Alemania y otros países volverán a comprar gas ruso, incluso si Putin sigue en el Kremlin. Hasta ahora nada me hace pensar que no sea así.

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En el caso de todos los demás productos básicos, el mayor cambio provocado por la guerra entre Rusia y Ucrania no fue en la producción, sino en el destino. En lugar de fluir a sus compradores naturales, basados ​​en la proximidad geográfica, los productos rusos se dirigieron principalmente a China y la India.

Si el levantamiento de las sanciones no cambia la oferta de productos básicos de inmediato, sí abre la puerta a futuras alzas. En primer lugar, un acuerdo podría alterar la postura de Moscú frente a la OPEP+.

Por ahora, todo sugiere que la alianza entre Rusia y Arabia Saudita es fuerte. Pero el propio Putin ha abogado por incluir a Estados Unidos en las negociaciones tripartitas sobre el mercado energético, junto con Riad y Moscú. El presidente Donald Trump ha pedido públicamente a la OPEP+ que aumente la producción.

Más allá de eso, el levantamiento de las sanciones y, en particular, la devolución del dinero estadounidense, podría impulsar la capacidad de producción rusa, en particular de petróleo. Pero eso es algo que se puede hacer en años, no en semanas.

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Esta nota no refleja necesariamente la opinión del consejo editorial de Bloomberg LP y sus propietarios.

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