¿Por qué China está acumulando tanto petróleo?

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¿Por qué China está acumulando tanto petróleo?
Por Javier Blas
25 de septiembre, 2025 | 08:22 AM

El gran interrogante que inquieta al mercado energético en la actualidad es por qué China está acumulando tanto petróleo. A la hora de resolver problemas, el principio de la navaja de Occam implica buscar la explicación más sencilla.

De modo que quizá la respuesta sea tan obvia como “porque es barato”. No obstante, el teórico de la conspiración que hay en mí dice que hay algo más.

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China ha adquirido más de 150 millones de barriles, lo que supone un coste aproximado de US$10.000 millones al precio actual, más de lo que ha consumido en lo que llevamos de año. Para un país que compra más vehículos eléctricos que cualquier otro, esto exige un análisis detallado.

El almacenamiento ha sido inusualmente elevado durante el segundo trimestre, cuando la Agencia Internacional de la Energía (AIE) calcula que China absorbió más del 90% de las reservas mundiales que se pueden medir.

Esto ha permitido mantener los precios este año, y con la perspectiva de que el mercado petrolero registre un enorme superávit, será crucial para 2026 si China continúa con su frenética actividad compradora y por cuánto tiempo.

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Aquí debemos admitir lo que no sabemos. Durante la Conferencia Anual del Petróleo de Asia-Pacífico que se celebró la semana pasada en Singapur, los comerciantes de petróleo solo estuvieron de acuerdo en que China tiene la capacidad de almacenar más crudo.

Fuera de eso, “nadie tiene una bola de cristal para determinar cuánto tiempo van a seguir comprando los chinos para su almacenamiento estratégico”, señaló recientemente Ilia Bouchouev, excomerciante de petróleo y ahora investigador senior del Instituto de Estudios Energéticos de Oxford. Hay que ser escéptico con cualquiera que asegure saber cuáles son los planes del Partido Comunista Chino.

En su lugar, ofreceré varias conjeturas fundamentadas sobre los factores que entran en juego. Es importante subrayar que la política de China es multidimensional, así que probablemente haya varias consideraciones entrelazadas.

Iniciemos con las explicaciones sencillas:

1) Compras oportunistas. Los funcionarios chinos de materias primas han demostrado ser astutos comerciantes (véase, por ejemplo, sus compras de cobre) con una visión a muy largo plazo. Y el petróleo está barato. En términos reales, ajustados por el impacto acumulado de la inflación, el West Texas Intermediate (WTI) se cotiza aproximadamente al mismo precio que hace 20 años.

2) La oportunidad es irrelevante si no se cuenta con la capacidad necesaria. Para China, el momento fue oportuno: recientemente se ha puesto en funcionamiento una gran cantidad de almacenamiento, y hay mucho más disponible para 2026. Incluso ahora, aproximadamente la mitad de los tanques y cavernas de China están vacíos, según estimaciones del mercado.

3) China ha introducido nuevas normas que han incrementado eficazmente las necesidades de almacenamiento. Una ley energética promulgada el 1 de enero codifica por primera vez el almacenamiento estratégico como requisito legal para empresas estatales y privadas.

En efecto, el Estado comparte la responsabilidad del almacenamiento con el sector comercial, sentando las bases legales para un aumento de los inventarios totales de petróleo. Este cambio legal no se suele comentar, pero, anecdóticamente, parece haber influido significativamente en las compras.

Hasta aquí, Guillermo de Ockham, el fraile franciscano del siglo XIV que marcó un antes y un después en la erudición del razonamiento, probablemente estaría orgulloso. Esas tres explicaciones son sencillas. Probablemente todas sean ciertas. Pero es muy probable que haya algo más, incluyendo algo de realpolitik, si no teoría de la conspiración.

4) China ha comprendido que necesita reforzar su seguridad petrolera en un mundo donde EE.UU. aplica sanciones y aranceles a su antojo.

Hoy, China compra el 20% de su petróleo a países bajo sanciones estadounidenses, principalmente Irán, Rusia y Venezuela. Nadie puede garantizar que Estados Unidos no pueda, como mínimo, obstaculizar ese flujo en el futuro.

Aumentar las reservas es meramente prudente. La única pregunta es cuánto es suficiente: actualmente, China tiene inventarios equivalentes a 110 días de consumo. Si los rumores en Singapur son ciertos, eso podría extenderse a entre 140 y 180 días para 2026.

5) ¿Teme China una interrupción del suministro más allá de las sanciones estadounidenses y europeas?

Los comerciantes de petróleo que trafican con intrigas solo pronuncian una palabra: Taiwán. Para una minoría significativa en el mercado petrolero, las compras adicionales tienen sentido si Pekín se está preparando para un conflicto militar.

Desde esta perspectiva, la explicación más simple para el acaparamiento es que se está preparando para el conflicto. Para ellos, la navaja de Occam se casa fácilmente con la conspiración.

6) China podría ver el petróleo como una alternativa a los bonos del Tesoro estadounidense, una forma de reducir su exposición a los activos estadounidenses.

Invertir, digamos, US$10.000 millones en crudo en 2025, y quizás la misma cantidad en 2026, es una forma de diversificar sus reservas de divisas. Después de todo, Pekín también está comprando oro e invirtiendo en activos no denominados en dólares.

Si sumamos todo esto, es difícil evitar una conclusión: China probablemente continuará acumulando petróleo en 2026 por razones comerciales y estratégicas, absorbiendo parte del superávit global previsto.

Ya sea que uno se adhiera a la navaja de Occam o a conjeturas elaboradas, Pekín tiene buenas razones para almacenar más petróleo.

Esta nota no refleja necesariamente la opinión del consejo editorial de Bloomberg LP y sus propietarios.

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