Bloomberg — Millones de estadounidenses más deberían tomar medicamentos para bajar de peso con el fin de prevenir enfermedades cardíacas, según el Colegio Americano de Cardiología (ACC, por sus siglas en inglés).
Una dieta sana y el ejercicio no siempre son suficientes para la salud del corazón, según las nuevas recomendaciones emitidas este viernes por la principal organización cardiológica estadounidense. Según el grupo, los fármacos para adelgazar deben administrarse antes y formar parte de la primera línea de defensa de los pacientes con obesidad.
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Wegovy, de Novo Nordisk A/S, y Zepbound, de Eli Lilly & Co. (LLY), deberían tenerse en cuenta a la hora de elegir tratamientos primarios para evitar las cardiopatías, la principal causa de muerte en EE.UU., según estas nuevas directrices.
Según la asociación médica sin ánimo de lucro, estos populares fármacos son más efectivos que los cambios en el estilo de vida y presentan menos riesgos que la cirugía.
La nueva postura marca un cambio respecto a la recomendación anterior, que priorizaba las modificaciones en el estilo de vida antes de acudir a fármacos para tratar la obesidad.
Los pacientes no deberían tener que “intentarlo y fracasar” antes de acceder a los potentes medicamentos que han revolucionado la pérdida de peso y han demostrado beneficios para la salud cardiovascular, afirmó Olivia Gilbert, cardióloga del Atrium Health Wake Forest Baptist Medical Center, quien lideró el trabajo detrás de las nuevas directrices.
Gilbert fue clara: el objetivo del cambio es influir en las aseguradoras y los programas federales que deciden qué medicamentos están cubiertos.
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El respaldo de los cardiólogos podría facilitar el acceso a estos tratamientos y fomentar una mayor cobertura por parte de los seguros para los fármacos de Novo y Lilly, las dos principales empresas que lideran un mercado que, según Morgan Stanley (MS), podría alcanzar los US$150.000 millones en ventas anuales en diez años.
Estas nuevas directrices pueden tener un fuerte impacto en salud pública y en políticas sanitarias, ya que podrían reducir las muertes por enfermedades cardíacas, lo que resulta “increíblemente emocionante”, señaló Gilbert.
Aun así, Gilbert advirtió que la gente “no debe bajo ningún concepto” cancelar su membresía del gimnasio. Los medicamentos ayudan a perder peso, pero “deberían, en todo caso, fomentar la actividad física”, subrayó. “Están pensados para funcionar en combinación”.
Más del 40% de los adultos en EE.UU. son obesos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). La falta de cobertura por parte de los seguros sigue siendo una gran barrera para el tratamiento, según el ACC, que enfatizó que “es necesario mejorar el acceso a estas terapias”.
Los médicos pueden determinar quién es elegible para el tratamiento para prevenir complicaciones cardíacas basándose en el índice de masa corporal, un cálculo que incluye el peso y la altura, u otros factores de riesgo, según las nuevas pautas.
El vínculo entre la obesidad y la salud cardíaca no es nuevo, pero los pacientes necesitan perder el 10% de su peso corporal para reducir su riesgo cardiovascular y el 15% para reducir drásticamente las muertes relacionadas, afirmó Gilbert. La terapia farmacológica podría ser la mejor y más accesible manera de lograrlo, añadió.
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Numerosos seguros no cubren estos medicamentos, cuyo precio ronda los US$1.000 al mes sin cobertura, aunque pueden obtenerse a un costo menor al pagar en efectivo.
Gilbert señaló que las nuevas directrices podrían impulsar negociaciones con aseguradoras privadas y con programas federales como Medicare y Medicaid. Aunque la mayoría de dichos planes gubernamentales cubren estos medicamentos para diabéticos, actualmente no lo hacen para tratar la obesidad.
En marzo de 2024, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus silgas en inglés) aprobó el uso de Wegovy para reducir el riesgo de muerte cardiovascular, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares en personas con sobrepeso y enfermedades cardíacas, convirtiéndolo en el primer fármaco para bajar de peso aprobado con ese fin.
La FDA aún no ha autorizado Zepbound para tratar afecciones cardíacas, el medicamento demostró reducir muertes por insuficiencia cardíaca en un estudio avanzado el año pasado.
Eli Lilly celebró el cambio, destacando la importancia de tratar la obesidad de forma temprana y eficaz. Novo Nordisk no hizo comentarios al respecto.
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