La inteligencia artificial (IA) puede agilizar la redacción de avisos de trabajo, pero a costa de generar publicaciones genéricas y un mercado laboral menos eficiente, según destaca un estudio de la MIT Sloan School of Management (la escuela de negocios del MIT) y la Iniciativa sobre la Economía Digital del MIT.
“Si bien la tecnología les ahorró mucho tiempo a los empleadores, terminó haciéndoles perder tiempo a los buscadores de empleo”, explicó Emma Wiles, investigadora digital del MIT. “Los empleadores pueden tener un incentivo para usarla, pero, desde la perspectiva de un planificador central, esta es una herramienta costosa de introducir en el mercado”.
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Un experimento online
La investigación, realizada junto al profesor asociado John Horton, se desarrolló en un sitio web que conecta a empresas con trabajadores remotos para tareas como programación, corrección de textos o diseño gráfico, tanto en encargos cortos como en empleos a tiempo completo.
Durante el estudio, algunos empleadores que se unían a la plataforma por primera vez fueron asignados aleatoriamente a la opción de usar una herramienta de IA —basada en el modelo GPT-3.5 Turbo— para redactar sus avisos. El procedimiento era sencillo: la empresa describía en dos oraciones lo que buscaba y la IA generaba un borrador editable.
Aproximadamente, el 75% de los empleadores que tuvieron la opción de usar la herramienta la eligieron, y la mayoría aceptó el texto sin modificaciones. Esto redujo en promedio un 44% el tiempo de redacción y los hizo 19% más propensos a publicar un aviso. Sin embargo, “los avisos escritos con IA tenían un 15% menos de probabilidad de conducir a una contratación”.
Efecto sobre la calidad
Los investigadores advirtieron que las publicaciones generadas por IA tendían a ser menos precisas. En lugar de detallar, por ejemplo, que se buscaba un programador con cuatro o más años de experiencia y conocimientos en Python y Julia, la IA solía proponer algo más vago, como un anuncio para “un profesional proactivo con experiencia en ingeniería de software”.
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“Dada la cantidad de material escrito que interviene en este proceso de vincular los empleos con las personas que se postulan, siempre pareció que la IA generativa sería muy adecuada para ayudar”, señaló Wiles. “Pero eso no es realmente lo que encontramos”.
Publicaciones sin intención de contratar
La facilidad para crear avisos llevó también a un fenómeno no previsto: “Cuando facilitamos tanto la redacción de descripciones de empleo, descubrimos que alentaba a los empleadores sin un interés real en contratar a publicar avisos —empleadores que simplemente querían tener una idea de la bolsa de postulantes, para ver quién está ahí afuera—”, detalló Wiles.
El resultado fue un mercado laboral menos eficiente: más publicaciones, pero sin un incremento real en el número de puestos cubiertos.
Según el estudio, esto se debió a que parte de las ofertas eran ficticias y a que la vaguedad de los avisos dificultaba la coincidencia entre los candidatos y las necesidades reales de las empresas.