Bloomberg — El presidente electo de Paraguay, Santiago Peña, quiere que Estados Unidos y Taiwán inviertan más en la economía de su país en medio de esfuerzos por profundizar los lazos con dos aliados clave que van más allá de la ayuda y cooperación extranjeras, según su principal diplomático.
Paraguay, un país sin salida al mar de 7,5 millones de habitantes, es el aliado sudamericano más reciente de Taiwán en medio de crecientes tensiones entre EE.UU. y China. Pekín es ahora el principal socio comercial de muchos países de Sudamérica y un importante inversionista en litio, agricultura e infraestructura.
“EE.UU. es uno de los principales países de origen de la inversión extranjera directa, pero es insuficiente. Creemos que ahí hay mucha capacidad para trabajar”, dijo Rubén Ramírez, un experimentado diplomático designado por Peña para dirigir el Ministerio de Relaciones Exteriores cuando asuma el cargo en agosto. Agregó que Taiwán debe reconocer el esfuerzo que está haciendo Paraguay para mantener su alianza mediante la creación de empleos y el fomento del desarrollo económico.
Las élites paraguayas cuestionan cada vez más los costos de la relación diplomática con Taiwán, que data de 1957. Las poderosas industrias cárnica y soja de Paraguay no pueden vender sus productos directamente a China. Pekín proporcionó millones de vacunas contra el covid-19 a los países de América Latina durante la pandemia, mientras que Paraguay esperó meses a que la Administración Biden y otros proveedores occidentales entregaran vacunas.
China ha reducido la lista de países latinoamericanos que reconocen a Taiwán, mientras que Honduras cambió de bando este año. Taiwán ha abierto más sus puertas a las exportaciones paraguayas, que aumentaron de menos de US$100 millones en 2019 a más de US$200 millones el año pasado, aunque eso representa una parte muy pequeña de las exportaciones totales de Paraguay.
Peña planea visitar Taiwán antes de comenzar su mandato de cinco años el 15 de agosto para promocionar a Paraguay como destino de inversiones en manufactura para la producción de paneles solares, semiconductores y otros productos de alta tecnología, dijo Ramírez.
“Queremos una relación madura construida sobre bases sólidas de un intercambio comercial cada vez más amplio de inversiones taiwanesas en Paraguay”, señaló. “Taiwán también puede ser una plataforma de proyección de la industria y los servicios de exportación de Paraguay hacia el mercado asiático”.
Sin embargo, la Administración de Peña no se opondría a que el bloque comercial sudamericano Mercosur —entre cuyos miembros se encuentra Paraguay— busque un acuerdo comercial con China ni cerraría la puerta a las conversaciones bilaterales con la superpotencia asiática, dijo Ramírez.
“Siempre estamos abiertos al diálogo con China”, mientras que no haya condiciones previas, indicó.
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