Bloomberg — El bitcoin, alguna vez visto el niño revoltoso de las finanzas, está mostrando signos de madurez a medida que se desvanecen sus bruscas oscilaciones, lo que obliga a los operadores especulativos a buscar un nuevo terreno de juego.
La criptomoneda más grande del mundo se comporta cada vez más como una acción de primer nivel, mientras los inversionistas de Wall Street que apuestan por estrategias de comprar y mantener se lanzan a ella. La volatilidad anualizada cayó a un 38% —un nivel antes impensable— desde cerca del 200% de hace más de una década. Ahora es comparable a la de compañías como Starbucks Corp (SBUX) o Goldman Sachs Group Inc (GS), según Bytetree Asset Management.
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Los inversores que persiguen las oscilaciones de precios se están decantando en cambio por su rival ethereum, la segunda mayor moneda virtual. En varias jornadas bursátiles de este mes, los volúmenes de los fondos cotizados en bolsa de ether han igualado o superado a sus homólogos de Bitcoin tras el frenesí comprador de las empresas.
Ambas monedas subieron este viernes después de que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, abriera la puerta a un recorte de las tasas de interés en septiembre en el Simposio de Jackson Hole del banco central. El ether subió más de un 5% hasta situarse en torno a los US$4.500, mientras que el bitcoin (XBTUSD), en línea con sus constantes movimientos de precios de los últimos tiempos, subió menos cerca de un 2% hasta los US$114.800.
El ETF de Ether de BlackRock, lanzado apenas en abril, ya cuenta con US$5.500 millones en posiciones abiertas de opciones, aproximadamente el 40% de la cantidad para el ether en la plataforma de criptoderivados Deribit.
La configuración refleja una rotación familiar. Bitcoin se ve cada vez más como un valor a largo plazo. Ethereum, que aún se encuentra en las primeras fases de su asimilación institucional, se ha convertido en el activo al que acuden los operadores que buscan oscilaciones más bruscas.
“Esto no es un rally de todo”, dijo Jeff Dorman, director de inversiones de la gestora de activos digitales Arca, que señala que la mayor parte de la actividad comercial de los últimos tiempos se concentra en Bitcoin y Ether.
Pero las motivaciones difieren. “Para muchos operadores, el comercio de Bitcoin ya se ha agotado”, dijo Vivek Raman, fundador de la firma de investigación Etherealize. “Ethereum todavía se siente infravalorado, más volátil y más reactivo”.
En lo que va de agosto, los inversores han añadido US$2.500 millones a los ETF de Ether, frente a las salidas netas de US$1.300 millones de los productos de Bitcoin.
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Algunos operadores se están posicionando ahora a favor de un cambio de tendencia. Arthur Azizov, de B2 Ventures, espera que el ether se consolide entre US$3.900 yUS$4.400, pero advierte de que es posible una caída hasta los US$3.000 si las apuestas apalancadas empiezan a deshacerse.
“Ethereum se está moviendo en un sentimiento de risk-off”, dijo Bradley Duke, jefe europeo de Bitwise. “No se puede descartar un short squeeze, pero por ahora, muchos fondos se están preparando para un pullback”.
En ciclos anteriores, los repuntes de Bitcoin y Ether a menudo elevaron el mercado en general. Esta vez, el resto del panorama de fichas digitales permanece comparativamente tranquilo. Por ahora, Bitcoin es el ancla estable mientras que Ethereum es donde vive la volatilidad.
La tensión refleja un mercado en transición: bitcoin madurando para convertirse en un activo dominante con una volatilidad decreciente, y ethereum emergiendo como el terreno de juego especulativo para los operadores que buscan riesgo. Queda por ver si esa divergencia desencadena un renacimiento más amplio de las altcoins o deja al margen a los tokens más pequeños.
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