Bloomberg — Australia no logró una exención de los aranceles estadounidenses al acero y el aluminio a pesar de una amplia campaña de presión por parte del gobierno del primer ministro Anthony Albanese, en un golpe a los lazos entre los aliados de siempre.
El portavoz de la Casa Blanca, Kush Desai, confirmó en un comunicado que los gravámenes previstos entrarían en vigor a partir de la medianoche del miércoles, sin exenciones para ningún socio comercial de EE.UU.
Albanese dijo a los periodistas tras el anuncio que las acciones de la administración Trump eran “totalmente injustificadas” y un acto de “autolesión económica” por parte de EE.UU., pero añadió que Australia no tomaría medidas recíprocas.
“Esto va en contra del espíritu de la perdurable amistad de nuestras dos naciones y es fundamentalmente contrario a los beneficios que nuestra asociación económica ha proporcionado durante más de 70 años”, declaró Albanese el miércoles en Sydney. Australia seguirá abogando por una exención, añadió.
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El presidente Donald Trump había dicho al primer ministro australiano durante conversaciones telefónicas el mes pasado que consideraría una exención. Albanese, que debe celebrar elecciones antes del 17 de mayo, había estado sometido a una intensa presión por parte de legisladores y ejecutivos locales para conseguir una exención para las exportaciones australianas.
Albanese dijo tras el anuncio que trabajaría con las industrias del acero y el aluminio para diversificar sus exportaciones, animando a los ciudadanos a comprar artículos de producción nacional.
“Los amigos deben actuar de forma que refuercen ante nuestras respectivas poblaciones el hecho de que somos amigos. Esto no es un acto amistoso”, dijo Albanese el miércoles.
Durante el primer mandato de Trump, Canberra emprendió meses de laboriosas negociaciones con Washington para conseguir una exención. Sin embargo, el entonces primer ministro Malcolm Turnbull dijo a Bloomberg esta semana que creía que sería “mucho más difícil” para Australia conseguir un acuerdo similar esta vez.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, había dicho antes a los periodistas que Trump había decidido no conceder una exención, según informan los medios australianos.
“Lo consideró, y consideró en contra”, dijo a la Australian Broadcasting Corp, refiriéndose a Trump.
Con la colaboración de Jordan Fabian y Chris Bourke.
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