FMI advierte que la incertidumbre global pone a prueba la resiliencia del mercado de divisas

Un nuevo capítulo del Informe sobre la Estabilidad Financiera Mundial revela que los episodios de incertidumbre económica amplifican la volatilidad y exponen vulnerabilidades estructurales en el mercado cambiario.

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Un ensanchamiento del diferencial denota tensiones en el mercado cambiario, fenómeno que se observa con mayor intensidad en las monedas de mercados emergentes, debido a su menor acceso a liquidez en dólares.
12 de octubre, 2025 | 12:45 PM

Bloomberg Línea — El mercado de divisas, con un volumen diario cercano a US$10 billones, es el más grande y líquido del mundo, pero su tamaño no lo hace inmune a las turbulencias. Su papel central en el comercio y las finanzas internacionales lo convierte en un termómetro de la estabilidad global.

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Un reciente análisis del Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte que, pese a su aparente fortaleza, este mercado enfrenta crecientes vulnerabilidades ante un entorno económico más incierto.

“El papel central del mercado de divisas en el sistema monetario y financiero internacional lo hace muy sensible a la evolución macroeconómica y a los cambios en las políticas, en particular a aquellos que aumentan la incertidumbre”, señala el capítulo analítico del Informe sobre la Estabilidad Financiera Mundial (GFSR) publicado en octubre.

El estudio destaca que los aumentos en la incertidumbre financiera o económica mundial suelen generar una mayor aversión al riesgo entre los inversionistas y un incremento en la demanda de activos refugio, especialmente el dólar estadounidense. Esta dinámica se traduce en mayor volatilidad y tensiones de liquidez en los mercados de divisas, especialmente en las economías emergentes.

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Por ejemplo, las compras de dólares por parte de no residentes en Estados Unidos “tienden a aumentar en 24 puntos porcentuales tras una escalada de la incertidumbre financiera”, como ocurrió al inicio de la pandemia en marzo de 2020. Los autores subrayan que este aumento en la demanda es particularmente intenso entre las instituciones financieras no bancarias (IFNB), cuya participación creciente está transformando la estructura del mercado. Aunque su actividad contribuye a sostener la liquidez en condiciones normales, puede amplificar la fragilidad en momentos de tensión.

El análisis fue elaborado por Andrea Deghi, Mahvash S. Qureshi y Tomohiro Tsuruga, especialistas del Departamento de Mercados Monetarios y de Capital del FMI, responsables del seguimiento global de la estabilidad financiera y la elaboración de los capítulos analíticos del GFSR.

Los investigadores señalan que la incertidumbre global se manifiesta también en la ampliación del diferencial del swap de divisas (cross-currency basis), un indicador que refleja el costo de intercambiar una moneda por otra.

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Un ensanchamiento del diferencial denota tensiones en el mercado cambiario, fenómeno que se observa con mayor intensidad en las monedas de mercados emergentes, debido a su menor acceso a liquidez en dólares.

El FMI cita como ejemplo los episodios recientes de volatilidad tras los anuncios arancelarios de Estados Unidos en abril de 2025. En ese momento, la demanda de dólares por parte de no residentes volvió a repuntar, aunque con menor fuerza que durante la pandemia. “La demanda de cobertura de las instituciones financieras no bancarias no residentes fue más intensa y persistente”, advierte el informe, sugiriendo un cambio estructural en la forma en que los mercados procesan la incertidumbre.

Contagio financiero y vulnerabilidades

El documento alerta que las tensiones en los mercados de divisas pueden propagarse a otros activos financieros, elevando los costos de financiamiento y cobertura, y afectando las primas de riesgo de bonos y acciones. “Un aumento en los costos de financiamiento y cobertura puede elevar el costo de la gestión del riesgo cambiario”, advierte el FMI, lo que podría endurecer las condiciones financieras globales.

Estos efectos son más graves en países con altos niveles de deuda pública o con una proporción significativa de activos y pasivos denominados en monedas extranjeras, donde los movimientos abruptos del tipo de cambio pueden amplificar los riesgos de estabilidad.

El informe también resalta la exposición del mercado cambiario a perturbaciones operativas, como fallas técnicas o ciberataques. “Incluso interrupciones relativamente breves en las plataformas de negociación de divisas pueden causar estragos en la liquidez del mercado”, señalan los autores, recordando que muchas economías emergentes aún carecen de mecanismos robustos para mitigar el riesgo de liquidación.

Fortalecer la resiliencia

El FMI insiste en que, a pesar de su tamaño y liquidez, el mercado de divisas sigue siendo vulnerable a shocks adversos. Por ello, las autoridades deben reforzar la vigilancia y las pruebas de tensión sobre liquidez, mejorar los análisis de escenarios y cerrar las brechas de datos entre instituciones.

Además, propone fortalecer los planes de contingencia y las inversiones en ciberseguridad, así como fomentar la liquidación simultánea de transacciones para reducir los riesgos de contraparte.

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“Con una supervisión integral, salvaguardias más sólidas y plataformas modernizadas será posible reducir los riesgos, mejorar la eficiencia y dotar mejor a los mercados cambiarios de lo que necesitan para respaldar las finanzas mundiales”, concluye el informe.

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