Bloomberg — Si las negociaciones comerciales en curso con el equipo del presidente Donald Trump no arrojan un resultado satisfactorio, la UE tiene previsto imponer aranceles adicionales a las exportaciones estadounidenses por valor de 95.000 millones de euros (US$108.000 millones).
Entre las medidas de represalia que se proponen figuran productos industriales como los aviones de Boeing Co. (BA), los vehículos fabricados en EE.UU. y el bourbon, que en principio se eliminó de una lista anterior.
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Esta nueva propuesta se someterá a consultas con los Estados miembros y otras partes interesadas hasta el 10 de junio y puede sufrir cambios antes de que se apruebe definitivamente.
El brazo ejecutivo del bloque, la Comisión Europea, que se ocupa de los asuntos comerciales, ha iniciado esta semana las negociaciones con la Administración estadounidense y todavía aspira a encontrar una solución amistosa a la ofensiva arancelaria de Trump.
Está previsto que los funcionarios de la Comisión presenten a Washington un menú de opciones, entre las que se encuentran ideas para reducir las barreras comerciales y no arancelarias e impulsar las inversiones en EE.UU., que podrían transformarse en propuestas formales.
Hasta ahora, las conversaciones entre las dos partes no han avanzado mucho y se prevé que la mayor parte de los gravámenes de Estados Unidos se mantengan.
La Unión Europea informó esta semana de que las investigaciones comerciales en marcha de Trump elevarían a 549.000 millones de euros (US$616.500 millones) la cantidad de productos del bloque que se enfrentarían a nuevos aranceles.
No obstante, Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, afirmó que la Unión “mantiene su pleno compromiso de encontrar soluciones negociadas con EE.UU.”
“Creemos que se pueden alcanzar buenos acuerdos en beneficio de los consumidores y las empresas de ambos lados del Atlántico”, afirmó en un comunicado. “Al mismo tiempo, seguimos preparándonos para todas las posibilidades, y la consulta lanzada hoy nos ayudará a orientarnos en esta necesaria labor”.
Bloomberg informó anteriormente del valor de las mercancías afectadas y de los productos que se verían más afectados.
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La lista de productos de la UE no especificaba qué niveles arancelarios podrían imponerse. Según un alto funcionario de la UE, cualquier decisión sobre los tipos y las cifras sólo llegaría después de las cuatro semanas de consultas y dependería del resultado de las negociaciones.
Además de los aranceles propuestos, la Comisión también consultará a las partes interesadas sobre posibles restricciones a las exportaciones de la UE de chatarra de acero y productos químicos a EE.UU. por valor de 4.400 millones de euros (US$4.940 millones), lo que confirma un informe de Bloomberg del mes pasado.
Normalmente, estas medidas pueden aplicarse de varias maneras, desde cuotas y licencias hasta prohibiciones totales de productos específicos.
También presentará un caso ante la OMC contra los aranceles denominados “recíprocos” de Washington, fijados temporalmente en un 10%, y el gravamen adicional del 25% sobre los automóviles y sus piezas, ya que la UE considera que estas medidas “violan flagrantemente las normas fundamentales de la Organización Mundial de Comercio”, dijo la comisión en un comunicado.
Trump pretende reconducir el sistema comercial mundial, afirmando que los desequilibrios de EE.UU. con el resto del mundo son prueba de que su país ha sido tratado injustamente. Aunque esa política ha consistido principalmente en medidas arancelarias intermitentes, la administración estadounidense también está negociando acuerdos, y Trump anunció un pacto con el Reino Unido el jueves.
Su perturbación del comercio en todo el mundo significa que el flujo de productos también se ha visto perturbado. La UE dijo el jueves que vigilará cualquier desvío de mercancías hacia el bloque, especialmente desde China, que pudiera derivarse de los aranceles de Trump, y que seguirá trabajando para concluir acuerdos comerciales con múltiples países.
Aluvión arancelario
La nueva lista de contramedidas de la UE se sumará a los 21.000 millones de euros (US$23.580 millones) de productos estadounidenses que ya son objeto de gravámenes de la UE en respuesta a los aranceles del 25% impuestos por Trump a las exportaciones de acero y aluminio.
La UE acordó el mes pasado retrasar 90 días la aplicación de esas medidas después de que EE.UU. rebajara su llamada tasa recíproca sobre la mayoría de las exportaciones de la UE al 10% desde el 20% mientras se desarrollan las negociaciones.
Las propuestas anunciadas el jueves están diseñadas para hacer frente a esos gravámenes recíprocos y a los aranceles sobre los automóviles y sus piezas.
El bloque podría proponer más medidas si Trump sigue adelante con los aranceles en otros sectores: el presidente estadounidense ha iniciado investigaciones que podrían dar lugar a aranceles sobre las importaciones de madera, productos farmacéuticos, semiconductores, minerales críticos y camiones.
La Comisión ha dicho que todas las opciones están sobre la mesa en respuesta a estos movimientos y que las futuras medidas podrían dirigirse a los servicios estadounidenses que operan en Europa y restringir la exportación de determinados bienes, según informó anteriormente Bloomberg.
En 2024, la UE exportó 531.600 millones de euros (US$596.962 millones) en bienes a EE.UU. e importó 333.400 millones de euros (US$374.393 millones), lo que se tradujo en un superávit comercial de 198.200 millones de euros (US$222.569 millones), según Eurostat.
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Sin embargo, si se añaden los servicios el panorama es más equilibrado, ya que EE.UU. registra un superávit en este segmento. La diferencia entre las exportaciones de la UE a EE.UU. y las de EE.UU. a la UE se situó en 48.000 millones de euros (US$53.900 millones) en 2023; el equivalente a sólo el 3% del comercio total entre la UE y EE.UU.
Caída de Boeing
El hecho de que la Comisión se centre en los aviones supone un duro golpe para Boeing. La reticencia de los clientes a aceptar aviones con tasas añadidas supone un problema emergente para la empresa estadounidense.
Alrededor de 58 de sus entregas de aviones pendientes para lo que queda de 2025 se dirigen a Estados miembros de la UE, según Gautam Khanna, analista de TD Cowen.
Otros 50 aviones aproximadamente están destinados a clientes de China, estima Cowen, donde las aerolíneas ya están rechazando nuevos aviones como parte de un pulso arancelario con EE.UU. El CEO de Boeing, Kelly Ortberg, ha dicho que el fabricante de aviones estadounidense buscará compradores alternativos para estos aviones si es necesario.
“La dinámica arancelaria de la UE puede añadirse a este total, dependiendo de la severidad de los aranceles de la UE en caso de que se produzcan”, dijo Khanna.
Con la colaboración de Katharina Rosskopf, Michal Kubala, Kevin Whitelaw, Julie Johnsson y Craig Stirling.
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