Buenos Aire — Un organismo de la administración Trump publicó una propuesta que empujó el precio de uno de los principales commodities exportados por Argentina: el aceite de soja. Concretamente, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) estadounidense, cuyo titular es elegido desde la Presidencia, fijó un nuevo objetivo de mezcla de 24.020 millones de galones de biocombustibles para 2026 y 24.460 millones para 2027, lo que representó un aumento de casi el 8% respecto de la meta vigente en 2025.
El viernes 13 de junio, en que EPA publicó este anuncio, los contratos futuros del aceite de soja subieron 6,3%, mientras que a la siguiente rueda, es decir, el lunes 15, avanzaron otro 8,89%, para redundar un salto de 15,75% en dos ruedas.
Si bien el martes 17 hubo pequeño retroceso, fue de apenas 0,58%.
“El precio del aceite de soja alcanzó los US$1.200 por tonelada por primera vez desde octubre de 2023, en respuesta a la propuesta del gobierno estadounidense de incrementar la cantidad de biocombustibles que deben mezclarse con combustibles fósiles en 2026 y 2027″, sostiene un informe de la consultora Delphos Investment.
¿Por qué es importante para Argentina? El aceite de soja en bruto fue el cuarto producto más exportado por argentina en 2024 (detrás de harina y pellets de soja, maíz en grano y aceites crudos de petróleo).
Según datos del Indec, el aceite de soja el complejo sojero representó el 24,6% de las exportaciones del año pasado y, dentro de ese conjunto, el 32,2% se debió al aceite de soja, que traccionó US$6.332 millones durante el año.
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Si bien el Gobierno argentino sigue convencido de que el Banco Central no compre dólares a menos que la divisa toque el piso de la banda cambiaria, que está por debajo de los US$1.000, una mejora en el precio de los productos exportados ayuda a que refrescar la oferta de dólares disponibles y que no haya presión sobre el tipo de cambio.
Argentina habría incumplido la meta con el FMI
“El waiver con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por el incumplimiento de la meta de reservas sería inevitable”, sostiene un informe del bróker Portfolio Personal Inversiones.
El documento añade que, pese a los trascendidos periodísticos que mencionaban la chance de que la revisión del FMI se postergara de mediados de junio a fines de julio, la semana pasada Julie Kozack, portavoz del organismo, mencionó que vendrá una misión a fin de este mes. Por lo tanto, la meta de reservas siempre mantuvo como deadline el pasado viernes 13 de junio.
Si bien US$500 millones del REPO anunciado por el Gobierno contabilizaron para la meta, la nueva colocación del BONTE 2030 por US$500 millones, en principio, no lo haría, ya que liquidará el 23 de junio.
“Dicho esto, sin tener el dato fino de depósitos en dólares del Tesoro en el BCRA al viernes, que nos podría sugerir si entró algún desembolso adicional de organismos internacionales, estimamos, a priori, que el incumplimiento fue de alrededor de US$4.300 millones”, advierte PPI.
Según este estiman desde esta firma financiera, el waiver no condicionaría el desembolso de alrededor de US$2.000 millones previsto para mediados de este mes.
El equipo económico habría acordado las metas con el FMI en enero, se envió el proyecto de ley al Congreso para aprobar el programa el 10 de marzo, se aprobó el 19 de marzo y se anunció recién el 11 de abril.
Producto de que el mercado se adelantó a la modificación del esquema cambiario, PPI cree que el Fondo sería contemplativo con que la meta de reservas se volvió muy desafiante tras la racha vendedora del BCRA en el MULC por US$2.487 millones entre el 14 de marzo y el 11 de abril.
