Buenos Aires — El equipo económico del Gobierno argentino espera para los próximos meses un aluvión de dólares que permitan llevar las reservas netas del Banco Central a terreno positivo, algo que no ocurre desde hace dos años. Para ello, será crucial el crédito que negocia Argentina con el Fondo Monetario Internacional y los dólares que ingresen de la cosecha gruesa, pero también que se cierren los grifos que le impidieron al Central aferrarse la mayoría de los dólares que compró en el mercado de cambios.
El Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que publicó el Gobierno de Javier Milei el martes en el Boletín Oficial reveló que las reservas netas del Banco Central se ubicaban el 6 de marzo en unos US$4.166 millones negativos. En rigor, el documento oficial señala que antes del cambio de administración, en diciembre de 2023, las reservas internacionales netas eran negativas US$11.200 millones, pero que a partir del programa económico implementado y hasta el 6 de marzo de 2025, las mismas se incrementaron en US$7.034 millones.
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Ese incremento levemente superior a los US$7.000 millones se da a pesar de que en ese lapso la entidad lleva comprados más de US$25.100 millones en el mercado oficial. Esa cuantiosa cifra, sin embargo, no alcanzó para llevar las reservas netas del BCRA a terreno positivo, algo que según datos de Sebastián Menescaldi, director asociado de Eco Go, no ocurre desde marzo de 2023, previo a la sequía.
Pero hacia adelante, el mayor ingreso de divisas sumado al cierre parcial de algunas de las canillas de salida de dólares, podrían permitirle al BCRA robustecer aún más sus arcas.
A la espera de los dólares del FMI y del agro
Tanto el Gobierno argentino como el Fondo Monetario Internacional han evitado precisar a cuánto ascenderán los desembolsos que hará el organismo en el marco del nuevo programa de Facilidades Extendidas que se está negociando. Funcionarios del Gobierno, sin embargo, sí han manifestado que el programa incluirá fondos frescos y que se buscará fortalecer el balance del Banco Central para eliminar el cepo cambiario.
Si bien el decreto no especifica el importe del préstamo, sí establece que los desembolsos se utilizarán exclusivamente para la recompra de Letras Intransferibles de corto plazo y a cancelar pagos del programa de 2022 durante los próximos cuatro años.
En un breve informe posterior a la publicación del DNU, los analistas de Adcap detallaron que alrededor de una sexta parte de los US$23.000 millones de Letras Intransferibles vence en 2025, por lo que expresaron que creen que el nuevo programa sólo se ocupará de las Letras Intransferibles de corto plazo, que equivalen a unos US$4.000 millones. En lo que respecta a la cancelación de los pagos del programa de 2022 durante los próximos cuatro años y medio, en tanto, Adcap recordó que los vencimientos de deuda con el FMI entre 2025 y marzo de 2029 ascienden a unos US$24.100 millones: US$13.600 millones de capital y US$10.500 millones de intereses.

Ante ese escenario, desde Adcap señalaron que “un posible escenario es que el programa cubra los próximos 4,5 años de pagos de servicio de la deuda del acuerdo de 2022”, aunque añadieron que una parte considerable del nuevo programa -probablemente la parte vinculada al pago de intereses- podría concentrarse en los primeros tramos: “Estos fondos podrían utilizarse para recomprar Letras Intransferibles (deuda pública en poder del banco central), que en última instancia financiarían los pagos de intereses del programa de 2022”.
Un posible impulso para las reservas, añadieron, podría venir de los pagos de deuda de 2024, que el Gobierno cubrió con fondos ‘de su bolsillo’ agregó Adcap antes de precisar que se trata de unos US$3.000 millones de dólares.
Adicionalmente a los fondos que ingresen en el marco del nuevo acuerdo con el FMI, en los próximos meses la oferta de dólares crecerá también por el inicio de la cosecha gruesa. De acuerdo a las últimas proyecciones de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), para el año 2025 se prevé que oferta de divisas del agro alcance US$ 31.500 millones. Eso, agregó la BCR, implica que de mantenerse el actual esquema de liquidación de divisas (80% en el mercado de cambios y 20% a través del contado con liquidación), US$ 25.200 millones se volcarían al Mercado Libre de Cambios, mientras que otros US$ 6.300 millones se liquidarían en los dólares financieros.
Dado que se estima que el sector demande unos US$2.450 millones para importaciones, principalmente para importación temporaria de soja, la Bolsa de Comercio de Rosario señaló que la oferta neta de dólares en el Mercado Libre de Cambios del principal sector generador de divisas por exportaciones del país totalizaría en este 2025 un estimado de US$ 22.800 millones, US$ 3.000 millones más que lo estimado para el año anterior.

Si bien la estimación de la BCR contempla el ingreso de divisas de todo el año, la estacionalidad -por el inicio de la liquidación de la ‘cosecha gruesa’- jugará especialmente a favor en estos meses venideros. La baja temporal de retenciones dispuesta por el Gobierno hasta fines de junio, en tanto, también se espera que acelere el ingreso de divisas en el primer semestre.
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Además de los dólares que aporten el FMI y el agro, desde la consultora MAP mencionaron en un reciente informe que existen otras vías de ingresos de divisas. Entre ellas, el aporte de la balanza comercial y la posibilidad de obtener financiamiento vía un nuevo REPO o a través de la reinserción de la Argentina a los mercados internacionales de deuda.
Respecto del aporte de la balanza comercial, consideraron que el excedente proyectado para 2025 (US$13.300 millones) “será importante” a pesar de que supone una caída de casi 30% en relación al año pasado. “Esta diferencia no sorprende, teniendo en cuenta la mayor demanda de importaciones prevista para este año, en el marco de la recuperación proyectada para la actividad económica”, indicaron.
A su vez, consideraron que el Gobierno podría conseguir financiamiento en el exterior, ya sea vía ampliación del REPO o emisión de deuda en el mercado de capitales internacional por una cifra que podría rondar los US$4.000 millones a US$5.000 millones. En el caso del REPO, recordaron que el Central recibió en enero ofertas por casi US$3.000 millones. Aunque solo tomó US$1.000 millones, ese monto ofrecido “indicaría la voluntad de los acreedores para financiar al Gobierno”.
En cuando a la colocación de deuda externa, desde MAP expresaron que no se descarta que la reinserción de Argentina en los mercados voluntarios de crédito se concrete en el primer semestre de 2025, con vistas a utilizar los dólares que se obtengan para cubrir parte de los vencimientos en moneda extranjera que operan en julio-25 (unos US$4.400 millones por el pago de capital e intereses de Globales y Bonares, similar al compromiso que se enfrentó en enero-25). Pero para que eso ocurra, recordaron que “resultará clave que el riesgo país retome el sendero descendente” que se interrumpió en febrero.
Vencimientos, intervención y los dólares del turismo
Además del mayor ingreso de dólares, las reservas del Central se verían fortalecidas por el cierre de algunas de las canillas que vienen explicando el goteo de divisas en los últimos meses. Entre ellas, los vencimientos de deuda que se aproximan, los pagos a organismos multilaterales y la expectativa de una menor intervención.
Según datos recopilados por Amilcar Collante, economista de Cesur, desde el cambio de gestión el Gobierno debió afrontar pagos a bonistas por US$9.755 millones, mientras que a organismos internacionales (incluido pagos al FMI) le abonó otros US$5.214 millones. Esos factores de salida de dólares se mantuvieron en el inicio de 2025, donde los pagos de deuda a acreedores privados ascendieron a U$S3.290 millones y los pagos a Organismos Internacionales se llevaron otros U$S1.004 millones.
Pero hacia adelante, Collante señala que el perfil de vencimientos de deuda en dólares es menor en los próximos 4 meses al registrado en el primer bimestre del año. El acumulado de vencimientos en dólares del periodo marzo/junio, detalló, es de U$S3.065 millones, aunque si se considerara un roll-over del 100% de la deuda con FMI y organismos Internacionales, el Tesoro solo debería afrontar pagos por algo más de U$S 800 millones. Para ese fin, el Gobierno ya cuenta con más de U$S2.940 millones depositados en cuenta del BCRA.
Otro factor estacional que podría implicar un alivio para las reservas, señaló el economista de Cesur, está ligado a la intervención en la brecha cambiaria. Según precisa, desde mediados del 2024 el Gobierno lleva destinados más de US$3.000 millones, de los cuales más de US$1.500 millones (con supuesto de U$S 600 millones en febrero de 2025) se habrían utilizado en los primeros dos meses de este 2025.
La menor demanda por turismo, indicó, generaría menores necesidades de intervención dado que en buena medida la demanda de dólares por la vía del MEP para cancelar consumos en moneda extranjera se verá reducida por la estacionalidad. Cabe recordar que en el último informe cambiario del BCRA, correspondiente a enero, la autoridad monetaria indicó que alrededor del 70% de los consumos con tarjeta en moneda extranjera ya se cancelan con dólares propios.
Más allá de estos factores que podrían robustecer el nivel de reservas, Collante advirtió que en los últimos meses, el crédito en dólares está aportando menos oferta al mercado oficial de cambios, como contracara de la caída de depósitos en dólares posterior a la finalización de la primera etapa del blanqueo. Mientras en diciembre de 2024 se otorgaban U$S 80 millones diarios, precisó, en enero de 2025 el promedio diario fue de U$S 73 y en febrero cayó a U$S60 millones.
Pese a ello, consideró que el Gobierno apuesta a que eso sea compensado por los dólares del agro, y proyectó que “en el próximo cuatrimestre, el BCRA acumulará los dólares que tendrá que utilizar en la previa electoral para garantizar la calma cambiaria a pura intervención”.
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